5ª Compañía de Ancud dice que accidentes viales se duplicaron en el verano
Unidad bomberil aseveró que en promedio se atendieron tres emergencias vehiculares al día.
Un notorio incremento en los llamados a accidentes vehiculares evidenció durante este período estival la Quinta Compañía de Bomberos de Ancud que recientemente conmemoró 27 años de existencia.
Según el director Ramón Mansilla, esto se debió principalmente al incremento de la población flotante en la provincia durante las vacaciones y la inexperiencia de los conductores en la zona. Ello, además de los tiempos para acudir a emergencias, considerando que el tráfico se dificultó por arreglos viales.
"En Chiloé aumentó el parque automotriz de la noche a la mañana y (hubo) mucha gente que no conocía la carretera, la conducción insegura que realizaban, se provocó mucho choque por alcance, pacientes de mediana gravedad", sostuvo el quintino.
Según el voluntario, "teníamos un promedio de 1 a dos accidentes al día. Pero dentro de las semanas estábamos sacando 3 accidentes al día producto de la cantidad de gente que vino del norte", estimó.
Fue el 20 de marzo de 1995 cuando el directorio general del Cuerpo de Bomberos de Ancud creó la unidad de rescate vehicular bajo la dependencia de la comandancia. Fue la tercera de su tipo en Chiloé, tras Castro y Quellón. Posteriormente, se transformó en una especialidad de la Quinta Compañía el 2004, la que actualmente mantiene a 60 voluntarios, de ellos la mitad honorarios y el resto activos, los cuales cuentan con las capacitaciones y habilidades necesarias para cumplir la labor de socorro en emergencias viales.
Desde sus inicios, cuando las herramientas eran precarias, muchas de ellas manuales, esta compañía poco a poco fue incrementando su personal, capacitación y actualizaciones a las nuevas tendencias automotoras y equipamiento.
"Como Quinta Compañía en estos momentos estamos con la renovación de equipos de protección personal, como también en la adquisición de nuevas herramientas de alta gama para hacer atención de vehículos de mayor tonelaje", adelantó el directivo.
Mansilla reconoció que como otras unidades en el país, algunos voluntarios "han tirado los guantes" -en la jerga bomberil-, renuncias que se aluden al estrés psicológico generado por las experiencias que tienen que enfrentar en cada labor de auxilio a las personas.
"Aquí las exigencias son muy altas, porque se trabaja con vidas humanas de forma directa, a lo contrario de los incendios estructurales que, en muy pocas veces, tú tienes la oportunidad de encontrar a una persona que esté dentro de la casa siniestrada; acá no, hay muchas vidas en juego, y no podemos tener gente que no sea capacitada en cuanto a lo teórico y práctico para atender una persona que necesita ayuda", cerró el oficial.
Julián Gesell Viveros
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