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Algoritmo es capaz de detectar a usuarios infelices en las RR. SS.

Herramienta dejó al descubierto que los hispanoparlantes son más propensos que los angloparlantes a mencionar sus problemas en estas plataformas.
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EFE / N. E. - Medios Regionales

Analizando los textos e imágenes que comparten, un algoritmo es capaz de distinguir si un usuario de redes sociales es feliz o infeliz. Se espera que la herramienta, creada por investigadores de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), ayude a diagnosticar posibles problemas de salud mental.

Entrenado en búsquedas en Instagram, Facebook y Twitter, el algoritmo se basa en la teoría de la elección de William Glasser, según la cual hay cinco necesidades básicas que están en los cimientos de todo comportamiento humano: supervivencia, poder, libertad, pertenencia y diversión.

Según los expertos, estas necesidades influyen en qué imagen eligen las personas para subir a sus perfiles.

"Cómo nos mostramos en las redes sociales puede proporcionar información útil sobre comportamientos, personalidades, perspectivas, motivos y necesidades", sostuvo Mohammad Mahdi Dehshibi, coordinador de la investigación en el grupo AI for Human Well-being (AIWell) de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC.

El trabajo

Los responsables del algoritmo trabajaron durante dos años en un modelo de aprendizaje profundo que identifica las cinco necesidades descritas por Glasser, utilizando datos multimodales como imágenes, texto, biografía o geolocalización.

Para hacer el estudio, que fue publicado por la revista IEEE Transactions on Affective Computing, analizaron 86 perfiles de Instagram, publicados en español y en persa.

Apoyándose en redes neuronales y bases de datos, los expertos entrenaron un algoritmo para que identificara el contenido de las imágenes y clasificara el contenido textual, asignándoles distintas etiquetas propuestas por psicólogos, quienes compararon los resultados con una base de datos de más de 30.000 imágenes, leyendas y comentarios.

Mahdi Dehshibi, que también es investigador del imBody Research Laboratory de la Universidad Carlos III de Madrid y del Unconventional Computing Laboratory de la Universidad del Oeste de Inglaterra en Bristol, lo explicó con un ejemplo: "Imaginemos que un ciclista sube una montaña y, en la cima, puede elegir entre compartir una selfie o una imagen de grupo".

"Si elige el selfie, percibimos la necesidad de poder, pero, si elige la otra, podemos concluir que, además de la diversión, la persona busca la manera de satisfacer su necesidad de pertenencia", aclaró.

Usuarios y diferencias

Mediante la investigación, los estudiosos también descubrieron que los usuarios hispanohablantes son más propensos que los angloparlantes a mencionar los problemas sobre sus relaciones cuando se sienten deprimidos.

"El estudio de los datos de las redes sociales pertenecientes a usuarios que no hablan inglés podría ayudar a construir herramientas y modelos inclusivos y diversos para abordar los problemas de salud mental en personas con diversos antecedentes culturales o lingüísticos", escribieron los científicos.

Los autores creen que su investigación puede ayudar a mejorar las medidas preventivas, desde identificar el problema hasta mejorar los tratamientos cuando se ha diagnosticado a una persona con un problema relacionado con la salud mental.

la cocina de don tinto

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Una oportunidad para la coliflor

Vivimos tiempos de vacas flacas. Y caras también, porque el precio de la carne hace rato que está por las nubes. Por otro lado, los profesionales de la salud siempre nos piden que aumentemos nuestra ingesta diaria de vegetales. Pero claro, cuesta comer verduras cuando comienza a hacer frío. Pareciera que el cuerpo pide cosas calientes y sólidas. Ojalá carbohidratos.

Ante este complejo panorama para nuestro bolsillo y nuestra salud pareciera que se asoma una oportunidad para un vegetal que arrastra una injusta mala fama y -por lo mismo- ostenta una escasa aceptación entre la gran mayoría de los consumidores nacionales. Me refiero a la coliflor, ese vegetal que podemos encontrar durante todo el año en el comercio pero que rara vez compramos y consumimos. ¿Por qué sucede esto? Básicamente porque durante décadas se ha preparado mal. Hervido durante demasiado rato, dejando la coliflor blanda y pastosa, sin gusto a nada. Además, con la cocina -o tal vez la casa completa- con un olor nada agradable. Y por si fuese poco, si esta misma coliflor recocida se usa únicamente para ser comida fría, a modo de ensalada, lo cierto es que hasta se entiende el que tenga tan pero tan pocos adeptos.

Pero ojo, la coliflor se puede cocinar y usar de múltiples formas. Lo primero, no es necesario meterla por horas a la olla ya que solamente es necesario pasarla por agua hirviendo con algo de sal por unos 20 minutos para que se ablande lo suficiente. La idea es comer coliflor y no puré de coliflor. Aunque ojo, si lo cocemos bastante y luego lo procesamos con un poco de aceite de oliva y nuez moscada ahí sí nos queda un muy buen puré. También se puede usar -ya cocida- para preparar una buena tortilla o incluso hacer fritos. Ahora, a mi juicio, como mejor queda es asada a la parrilla o al horno; tal como aparece en la receta de hoy.

Ingredientes

(Para cuatro personas)

-1 coliflor grande

-3 dientes de ajo

-sal, pimienta y aceite de oliva

-2 ramitas de romero

-1 cucharada de mostaza fuerte

-½ atado de cilantro recién picado

Sacarle las hojas a la coliflor, partir por la mitad y reservar. A continuación, picar los dientes de ajo lo más fino posible y ponerlos en un bol grande. Agregar una pizca de sal y otra de pimienta más el romero y la mostaza. Completar con un generoso chorro de aceite de oliva y revolver hasta que la mezcla se emulsione. Meter al bol las mitades de coliflor y dejarlas ahí por media hora, procurando girarlas para que se mojen bien con el aliño.

Por último, vaciar todo el contenido del bol en una fuente para horno y cocinar la coliflor (con la superficie lisa del corte hacia abajo) por media hora o hasta que se dore completamente. En ese momento retirar del horno, dejar reposar unos minutos y luego servir cortada en rebanadas gruesas y con un toque de aceite de cilantro (se procesa el cilantro con suficiente aceite de oliva en una minipimer y queda listo) por encima.

Se puede comer como acompañamiento de pollo, carne o pescado y también la coliflor misma acompañada de arroz y/o alguna ensalada fría.


Coliflor asada con aceite de cilantro

por Alvaro Peralta / @dontinto