"No se puede esperar para atender a las víctimas de la violencia, en especial en sectores rurales. Tenemos que llegar ahí"
La sicóloga indicó que se realizará un diagnóstico de la violencia a las mujeres en Chiloé para empezar a coordinar con los distintos organismos y generar un plan acabado de intervención integral.
En su primera visita a la provincia, que incluyó encuentros en cuatro comunas, la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Macarena Gré Briones, concentró su atención en el alarmante fenómeno de la violencia a mujeres que se vive en Chiloé. Por ello buscó generar los acercamientos necesarios para establecer un diagnóstico que permita abordar estrategias de intervención que consideren la realidad local.
Junto con conocer los requerimientos de la Casa de Acogida de Ancud, que solo tiene cobertura de cuatro víctimas con sus grupos familiares, la personera estuvo en Quellón, donde conoció el trabajo de la Comisión de la Mujer, Equidad de Género y Diversidad Sexual que busca georreferenciar el delito del acoso sexual callejero en la comuna porteña.
Además, la sicóloga sostuvo en Castro un encuentro con la delegada presidencial provincial, Mariela Núñez, y se interiorizó del funcionamiento del Centro de Atención Reparatoria Integral (CARI) en Violencias Contra las Mujeres. Mientras que en Dalcahue se reunió con funcionarios municipales, equipos de dispositivos del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG) y dirigentas sociales.
El común denominador de estas citas fue el impacto de la violencia de género, problemática enraizada en el Archipiélago y que pretende afrontar de una manera integral.
¿resultados?
-Ya que las políticas públicas aplicadas antes por este fenómeno no han resultado, ¿qué postura distintiva se pretende aplicar para encontrar una respuesta contra este problema?
-Esta no es una problemática de gobiernos, sino de Estado, de la mirada que se tiene respecto a este flagelo. Las leyes que hay actualmente, como la de femicidio o violencia intrafamiliar, no abarcan todos los tipos de violencia que vivimos las mujeres. Por eso, ahora se está avanzando en el proyecto de ley sobre derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, que no se concentra solo en la violencia íntima. Ahora la mirada busca ser más integral, enfocada en cómo la comunidad se involucra para generar una sociedad donde nos tratemos de mejor forma. Eso requiere integralidad de todas las instituciones del Estado para fortalecer a las comunidades y trabajar de manera conjunta.
-Bajo esa perspectiva y considerando que Chiloé adolece de institucionalidad, ¿cómo se abordará este problema a nivel local?
-Nuestro ministerio se está fortaleciendo, por primera vez está incorporado en el Comité Político de Gobierno y también se reforzarán los distintos dispositivos ligados al SernamEG, con más presupuesto y personal, para llegar a territorios como la Isla. Hay distintas formas de abordar el problema, como acercar experiencias técnicas y profesionales de distintas carteras, organizaciones y fundaciones; también apoyar para levantar las necesidades locales a nivel central para generar más dispositivos y oferta para esta temática.
-Dentro de esta mirada colaborativa, ¿cómo se puede trabajar con los municipios que tienen presencia en los sectores aislados y buscar alianzas para potenciar las estrategias preventivas?
-En las reuniones que sostuvimos estaban representantes de las oficinas de la Mujer municipales y otros funcionarios. No solo falta ayuda técnica, profesionales, duplas sicosociales para trabajar de mejor manera, sino que también deben existir las coordinaciones para trabajar de forma conjunta con otras instancias como salud, que igual llega a sectores aislados en sus rondas.
No se puede esperar para atender a las víctimas de la violencia, en especial en sectores rurales. Tenemos que llegar ahí, por eso levantaremos la información para llegar a más partes, como las islas pequeñas cuyas mujeres tienen menos instancias de apoyo, sensibilización y capacitación.
-Según este contexto, ¿cómo se puede hacer prevención en Chiloé, considerando su realidad social, los factores culturales y atomicidad del territorio, que implican estrategias especiales a las que puedan generarse a nivel central?
-Primero, la forma de llegar. La violencia es igual en todo el mundo. Hay que trabajar con mujeres que muchas no saben que viven violencia. Por eso lo primero es sensibilizar y hablar de la problemática en sectores donde hay una clara brecha de información, donde las vecinas no conocen los dispositivos o instituciones que pueden ayudar. También se está haciendo mucho con adolescentes prevención y se debe incorporar a hombres y personas mayores. Por eso, lo que más funciona es sumar a la comunidad, que en su conjunto puede ayudar a prevenir este fenómeno.
-Bajo esta premisa y tras su visita al territorio, ¿qué medidas concretas se aplicarán en la provincia?
-Con la delegada (presidencial provincial) se acordó hacer un estudio o diagnóstico de lo que sucede en Chiloé para empezar a coordinar con los distintos organismos y generar un plan más acabado de intervención integral de la violencia, con una perspectiva de la cultura y las personas de la Isla. Es un trabajo integrado, intersectorial para que todos hablemos el mismo idioma que las víctimas y entender que se requieren respuestas rápidas. También hay que incorporar a las organizaciones, las dirigentas, hay una preocupación generalizada para trabajar esta temática.