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Primera edición de revista universitaria recuerda matanza de chilotes

Nace Remar, publicación electrónica en que trabajan diversas casas de estudios superiores sureñas, como la Universidad de Los Lagos.
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Fue más de un año de trabajo lo que les tomó a los integrantes de la Red Patagonia Cultural -integrada por las universidades de la Frontera, Los Lagos, Aysén y Magallanes- para dar vida a la publicación electrónica Remar.

"La revista es un dispositivo que nos permite la reflexión, la visualidad y la integración de los aportes de las comunidades con las que trabajamos de manera colaborativa", indicó Mónica Araus, directora de Extensión Universitaria de la UMAG y cofundadora de esta instancia de cooperación que reúne a las universidades públicas, estatales y regionales del sur y sur austral del país, con presencia en Chiloé en el caso de la ULagos.

Precisamente el Archipiélago está representado tanto en el equipo humano como en el contenido de este primer número de Remar, el que estuvo destinado "a mirar las vidas que habitan la Patagonia", según se indicó. "Así como aquellas que se arrebataron desde la injusticia del cañón, también hay espacios para la poesía, la pintura y fotografía", se añadió.

Participaron de la primera edición de la revista, el investigador chilote Eduardo Mondaca, doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Córdoba, con la editorial; Mario Saldivia con una entrevista a Ramón Carimoney, Tesoro Humano Vivo de la Región de Aysén; Pía Santibáñez con una columna de opinión sobre los chonos y el maritorio; Rafael Cheuquelaf con una narración fotográfica de la Patagonia; la poeta boliviana Valeria Sandi, quien fue traducida al mapudungun por César Pérez; el Dr. Jorge Ferrada con una cartografía de la objetualidad; Andrea Barría con ilustraciones de fragmentos de poemas del sur austral, y los chilotes Vanessa Álvarez y Ramón 'Kenacano' Contreras, con un texto e ilustraciones, respectivamente, en un espacio dedicado a la memoria a 100 años de Patagonia Rebelde.

"necesario y justo"

Sobre esta matanza de obreros chilenos en Argentina, muchos de ellos isleños, Sergio Trabucco, subdirector de Arte, Cultura y Patrimonio de la ULagos, comentó que "nos parece necesario y justo que como sociedad miremos nuestra historia y seamos capaces de ver las heridas y los abusos que se cometieron para levantar los imperios económicos de la Patagonia. La matanza obrera ocurrida en la provincia de Santa Cruz, Argentina, ejecutada por la policía de ese país y los estancieros, cuyas propiedades se extendían bilateralmente, es un hecho trágico que hoy nos invita a que las nuevas generaciones conozcan lo que sucedió, a que ambos Estados pidan disculpas por las acciones que cometieron, uno por asesinato y el otro por no prestar socorro a sus compatriotas".

Según explicó el periodista, "como Universidad de Los Lagos y, siendo parte de la Red Patagonia Cultural, estamos comprometidos en crear instancias para que este hecho se conozca. Es por ello que, considerando que se cumplieron 100 años de este trágico hecho, donde la mayoría de los asesinados eran chilotes, decidimos que el primer número de la revista Remar de la Red Patagonia Cultural tenga entre sus páginas un espacio para aportar en la divulgación de estos acontecimientos".

Se espera que el segundo número sea entregado a inicios de agosto, páginas que reunirán las experiencias del V Congreso Internacional Arte, Ilustración y Cultura Visual en Educación: "Pensar lo invisible".

Web: Remar está disponible de manera gratuita en http://redpatagoniacultural.cl.

columna de opinión en la mira

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Políticas laborales

Quizás la noticia que mayor revuelo ha causado estos días es -en palabras del Presidente- la mayor alza del salario mínimo de los últimos 25 años. La iniciativa significó no solo un acierto del Gobierno, sino también una señal de que se pueden lograr acuerdos transversales entre el Ejecutivo, los trabajadores, empresarios y parlamentarios.

Junto con la aprobación del proyecto de ley que incrementará paulatinamente el sueldo mínimo hasta alcanzar los $400 mil pesos en agosto de este año, se ha dejado entrever la necesidad de avanzar en otro proyecto de esta naturaleza: la reducción de jornada laboral a 40 horas. Las discusiones se han centrado en dar urgencia al tema, mientras que los parlamentarios oficialistas esperan concretar lo que fue uno de los bastiones de campaña del actual Gobierno.

Ambas políticas públicas están estrechamente relacionadas, apuntan a mejorar la calidad de vida de las personas, ya que este tipo de intervenciones impactan directamente en el bolsillo de quienes más lo necesitan, abriendo un camino hacia la dignificación de los oficios en sintonía con la economía del país. El incremento del costo de vida en Chile es una realidad que vivimos a diario, por lo que noticias como estas deben ser aplaudidas desde cualquier vereda.

Paralelamente, más de 40 diputados y diputadas se unieron a la bancada transversal por las 40 horas, para exigir celeridad al proyecto que fue aprobado por la Cámara años atrás y que se encuentra "durmiendo" en el Senado desde noviembre de 2019. Tal como lo han mencionado diversos actores, disminuir la jornada laboral es una oportunidad para avanzar hacia una sociedad moderna, fortalecer el trabajo consciente y decente, donde se logre conjugar la vida laboral con la vida privada, algo que por décadas se ha dejado de lado en desmedro de la salud mental, el bienestar individual y familiar.

Contrapesos

Sin embargo, los contrapesos de una sociedad alicaída post pandemia, las cifras inflacionarias del país y las presiones del empresariado y pymes podrían poner frenos a la moción; si a ello sumamos las dudas sobre el impacto que pudiera tener en la economía, el resultado puede desencadenar en que este proyecto continúe entrampado en la Cámara Alta.

Lo que es evidente es que el temor ante la situación económica de Chile está presente a todo nivel, por lo que no se sabe si el respaldo político y social será favorable; sin embargo, es prudente resaltar que no hay evidencia internacional de efectos negativos con la implementación de políticas como estas. Sin ir más lejos, es bueno recordar que en 2005 se concretó una reducción de la jornada laboral de 48 a 45 horas, la cual no tuvo impactos negativos en la productividad ni en el propio empleo.

Discusiones aparte, lo que no está en duda es que vivir mejor no se trata solo de mejorar las remuneraciones, también se trata de mejorar las condiciones de los empleos, porque está comprobado que cuando las situaciones laborales de los trabajadores y trabajadoras cambian, mejoran también los mecanismos de productividad. Es cierto que Chile debe dar un salto en materia de seguridad y protección social, y si este es el camino, bienvenido sea.

"Junto con la aprobación del proyecto de ley que incrementará paulatinamente el sueldo mínimo hasta alcanzar los $400 mil pesos en agosto de este año, se ha dejado entrever la necesidad de avanzar en otro proyecto de esta naturaleza: la reducción de jornada laboral a 40 horas. Las discusiones se han centrado en dar urgencia al tema, mientras que los parlamentarios oficialistas esperan concretar lo que fue uno de los bastiones de campaña del actual Gobierno. Ambas políticas públicas están estrechamente relacionadas, apuntan a mejorar la calidad de vida de las personas".

Carlos Gómez Miranda (indep.), alcalde de Ancud