En shock quedó una transportista escolar en Lampa, Región Metropolitana, donde fue asaltada cuando iba con seis niños por parte de un par de delincuentes que los amenazaron con cuchillas y huyeron con el vehículo y pertenencias de la conductora y los menores.

El asalto ocurrió alrededor de las 7.30 horas en la villa Ignacio Serrano, donde la conductora Jeannette Fuentes llegó en su furgón blanco para retirar a un niño. A su lado viajaba una escolar.

La mujer comentó que los asaltantes las intimidaron a ambas con un cuchillo cuando se bajó para retirar de su hogar al pequeño.

"Lo único que les pedía era que me dejaran bajar a los niños y que se llevaran lo que quisieran", contó la afectada, quien se dedica al rubro hace 12 años, en los cuales asegura que nunca había sufrido un episodio de estas características.

La mujer agregó que uno de los ladrones le manifestó a la estudiante que iba a su lado que dejara el celular sobre el asiento antes de salir. Una familiar aseguró luego que ella es la más afectada con todo lo que vivieron y sus padres incluso optaron por retirarla de la clase.

"En eso me doy vuelta para ir al otro lado a bajar a mis niños y me empuja otro tipo que estaba con él. Voy a bajarlos y le pido ayuda a la mamá que estaba en ese momento entregándome a su hijo, que me abriera la puerta", agregó más tarde en Canal 13.

Según testigos, la madre del menor se puso a gritar pidiendo que alguien llamara urgente a Carabineros, momento en que los delincuentes aprovecharon de huir con el vehículo.

El furgón fue hallado horas más tarde en La Vilana, un sector rural de esta comuna del norponiente de la Región Metropolitana.

"Ahí colisionaron con un motociclista, el cual se encuentra en buen estado de salud y solo mantiene daños su motocicleta", explicó el teniente Andrés Retamal, de la 59 Comisaría de Lampa.

El furgón blanco, que contaba con todas las señaléticas que advertían que se trataba de un transporte escolar, tampoco resultó con daños importantes y fue sometido a peritajes por parte de la policía, que busca pistas para identificar a los ladrones.

El Ministerio de Salud informó ayer 7.550 nuevos contagios de coronavirus, unos mil quinientos más que el día anterior y que de paso significa la cifra más alta de los últimos dos meses.

Los números, aseguran los expertos, confirman que el país vive un rebrote del covid-19, y algunos sostienen que se trata de una quinta ola.

En la jornada se informaron 16 fallecimientos y la positividad promedio nacional de los 73 mil exámenes de PCR procesados llegó al 10,46%, que en el caso de Santiago ascendió a 14,68%.

El exministro de Salud, Jaime Mañalich, consideró en Emol que los testeos que se están haciendo "son peligrosamente bajos" y estimó que la cifra real de contagios en la capital es "tres o cuatro" veces mayor y a nivel nacional los infectados rondarían entre "15 mil a 18 mil".

Para prevenir casos graves de la enfermedad, el Gobierno ha intensificado sus llamados para vacunarse con la cuarta dosis.

Para facilitarlo, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, recordó que existe un permiso laboral para que los trabajadores puedan ir a inmunizarse en sus jornadas. Añadió que este debe gestionarse con dos días de anticipación; y si se niega, se puede denunciar al empleador.

A nivel provincial, el informe de ayer de la Seremi de Salud de Los Lagos daba cuenta de 21 casos activos,: 3 en Ancud, 7 en Castro, 1 en Chonchi, 2 en Dalcahue, el mismo dígito en Quellón, 5 en Quemchi y uno en Quinchao. Además, hubo 8 cuadros nuevos en Chiloé.

En la red asistencial insular solo se reportó un paciente internado en cama UCI en el Hospital Augusto Riffart, sin agregarse fallecidos por el virus.

Una madre embarazada y sus dos hijas, de 11 y 6 años, fallecieron en la madrugada de ayer en un incendio que consumió totalmente su casa, ubicada en un sector alejado de la comuna de Coquimbo.

De acuerdo a lo informado por Bomberos, la distancia y el mal estado de los caminos que llevan hacia el sector de Pan de Azúcar les significó tardar unos 20 minutos en atender la emergencia. A ello se sumó que se trata de una zona donde escasea el agua, por lo que en la extinción de las llamas trabajaron al principio los propios vecinos y los carabineros que llegaron, que se valieron de camiones aljibes.

La casa consumida por el siniestro era prefabricada y tenía poco más de 60 metros cuadrados.

Una vecina comentó que en la noche escucharon dos explosiones y otra agregó que todo fue "sumamente rápido" y "nada pudimos hacer". Un lugareño añadió que pensaron que en la casa "no había nadie".

El único sobreviviente de la familia fue el padre, quien según dijo a la PDI no estaba en la vivienda al momento de la tragedia. BH y Bomberos indagan el hecho.