Una investigación de seis meses concluyó en la madrugada de ayer con la detención en las regiones Metropolitana y de Valparaíso de cinco ciudadanos venezolanos sospechosos de integrar una banda dedicada al robo de relojes de alta gama, ilícitos cometidos principalmente en el sector oriente de la capital.

Todos los apresados se encuentran en condición irregular en el país y uno de ellos tenía una orden de aprehensión pendiente por el delito de receptación.

La PDI y el Ministerio Público informaron que el grupo es investigado por 12 hechos cometidos en Las Condes y Vitacura, todos concretados de la misma manera. Esta consistía en el uso de un automóvil y motociclistas que simulaban trabajar en reparto. Uno del grupo se enfocaba en identificar y "marcar" a una persona que utilizaba este tipo de relojes, cuyos valores superan los 15 millones.

Tras dicha acción, el delincuente informaba por celular al resto de la banda, quienes seguían a la potencial víctima hasta ubicar el momento de atacarlo, lo que generalmente hacían con armas de fuego.

El fiscal de la Fiscalía de Focos y Análisis Criminal, Jorge Reyes, informó que la investigación aún está en curso y todavía resta por identificar a los reducidores y al mercado al que destinaban estos dispositivos.

El fiscal añadió que antes eran vendidos en el extranjero, pero en el último tiempo han establecido que también hay compradores locales.

Además, consignó que en los últimos dos años han detenido a 25 personas por este delito, todos venezolanos, muchos ilegales, en su mayoría relacionados por lazos de parentesco y amistad, y siempre actuando de la misma forma.

Veinte horas después de haber recibido la autorización por parte del juzgado de garantía, ayer la PDI pudo ingresar a la Base Naval de Talcahuano para detener a dos marinos que serán imputados por la muerte de un joven comunero mapuche, en noviembre en Cañete.

Según la Fiscalía Regional del Biobío, los sospechoso son un teniente segundo y un cabo primero de la Armada, quienes durante el estado de excepción cumplían labores de patrullaje en la provincia de Arauco.

El 3 de noviembre del año pasado hubo enfrentamientos entre militares y desconocidos en la ruta P-72S. Tras ello, los uniformados ingresaron a un predio e informaron que incautaron armamento de grueso calibre y municiones, en un operativo donde hubo heridos y una persona, Yordan Llempi, de 23 años, murió más tarde en un Cesfam de Tirúa.

La Fiscalía indicó ayer que las diligencias de la Brigada de Homicidios arrojaron que los responsables del deceso fueron el teniente y el cabo, que serán formalizados.

De acuerdo a versiones de la comunidad, Yordan Llempi fue baleado cuando estaba en su casa y no habría participado de los incidentes en la ruta.

La audiencia a los marinos partió ayer y concluye hoy.

Leo Riquelme - Medios Regionales

Una mujer de 58 años murió en la noche del lunes cuando regresaba a su casa desde el trabajo. Su deceso se produjo por una bala disparada en las inmediaciones, donde unos delincuentes intentaban asaltar a una conductora para robarle el auto.

La víctima se llama Julia del Carmen Muñoz Valdés, madre de una hija y que retomaba a su hogar en la villa Loncomilla de El Bosque, donde vivía con su marido.

La mujer era vendedora de una farmacia ubicada en un supermercado de la Gran Avenida, por lo que tras bajarse de una micro del Transantiago se puso a caminar hacia la casa, hasta que a la altura de las calles Las Adelfas con Blanco recibió un balazo letal en el pecho.

El tiro provenía de uno de los cuatro pasajeros de un automóvil, todos menores de edad, que en ese momento intentaban arrebatarle el vehículo a una conductora de una aplicación de transporte.

El subcomisario de la Brigada de Homicidios (BH) Sur de la PDI de Santiago, Vicente Torres, explicó que la chofer opuso resistencia al asalto, por lo que uno de los adolescentes efectuó disparos. Uno de ellos le llegó a la vendedora farmacéutica, que caminaba a unos 30 a 40 metros de distancia.

" No estamos hablando de una bala loca, estamos hablando de unos asesinos, que matan a las personas. Esto superó todos los límites. Siguen muriendo personas y los delincuentes siguen en las calles (...). Nos truncaron la vida", dijo su marido, Juan Carlos Lizana, quien con Julia Muñoz llevaba más de 30 años de matrimonio.

Los ladrones lograron arrebatarle el auto a la conductora y huyeron hacia el poniente, pero a una cuadra perdieron el control del auto y chocaron contra un poste.

Carabineros detuvo a los cuatro implicados, uno de 18, dos de 17 (los tres con antecedentes policiales por otros delitos) y un niño de 13 años, quien es inimputable por su edad y fue entregado a familiares. Los restantes fueron imputados por homicidio.

Además, la PDI les incautó dos armas: un revólver y una pistola a fogueo. El subcomisario Torres dijo que las someterían a pericias para establecer si esta última estaba adaptada para disparar e identificar a quien efectuó los tiros.