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Obrero que acuchilló en el corazón a joven queda en prisión preventiva

Sujeto ayer fue formalizado por homicidio frustrado, tras ataque en Castro.
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Pedro Bárcena González

Tras la exposición de dramáticos detalles que incluso confirmaron que la víctima debió ser reanimada al sufrir dos lesiones cardiacas, se formalizó durante la jornada de ayer por el delito de homicidio frustrado a un obrero que atacó con arma blanca a un joven en el centro de Castro. El imputado, confeso de la agresión, quedó en prisión preventiva.

Ante el Juzgado de Garantía de la capital chilota fue encausado el sujeto de iniciales M. A. H. V. (22) por su intervención en la feroz embestida contra Martín Martínez Linlaf (28), registrada la madrugada del sábado en calle San Martín, en los momentos en que caminaba con amigos de regreso a su hogar tras participar de una fiesta.

Por tres días se amplió la detención del encartado, en espera de los informes de la Sección de Investigación Policial (SIP) de Carabineros local, como del Hospital Augusto Riffart y del Servicio Médico Legal (SML) de Ancud. Una serie de evidencias que ratificó la existencia del ilícito, como la intervención del isleño y la necesidad de cautelar el procedimiento con la medida más gravosa.

Así lo expuso el fiscal (s) Cristian Mena, quien desglosó los antecedentes probatorios obtenidos de estas pericias para esclarecer la dinámica del caso y sustentar su petición de prisión preventiva.

Cruciales fueron los testimonios de los tres amigos que acompañaban a la víctima al momento que fueron interceptados por el encartado y otro individuo, quienes bajaron desde un vehículo para encararlos. Sus versiones, complementadas con las imágenes del sistema de televigilancia comunal, fueron lapidarias.

Los jóvenes coincidieron que el imputado era quien portaba el cuchillo y atacó a su amigo. Incluso, uno de ellos recibió el arma que había quedado enganchada en la chaqueta de la víctima y luego la entregó al llegar al hospital.

Versiones

Tal como remarcó el abogado, todos estos testimonios se suman al prestado por la conductora del móvil y su pololo -bajó de la máquina con el encartado e incluso habría propinado unos golpes al afectado-, para la sindicación de la autoría en el ataque.

"Las declaraciones más el respaldo de las cámaras, sumando la ficha clínica de la víctima, permiten atribuir responsabilidad en el delito de homicidio frustrado al imputado, quien evidenció una actitud homicida al atacar y lesionar una zona vital como el corazón, usando un arma blanca de 10 centímetros de hoja y 12 de empuñadura", acotó el jurista.

En cuanto a la gravedad del estado del paciente, el representante del Ministerio Público enfatizó que, tras recibir la primera atención por la herida en el tórax izquierdo, debió ser intervenido quirúrgicamente.

"Presentó un sangrado masivo, ante lo cual se le abrió el pericardio donde se le descubrieron dos lesiones, en el ventrículo derecho e izquierdo. En plena operación sufrió un paro cardiorrespiratorio, ante lo cual se le realizó masaje cardiaco interno, una reanimación con la que recuperó el ritmo cardiaco", detalló Mena.

Es más, el fiscal (s) no dudó en señalar que el joven "estuvo muerto un par de segundos", confesando que "no sabemos cómo la víctima está con vida"; hasta calificó esto como "un milagro", gracias a la intervención médica.

Asimismo, el profesional sostuvo que la libertad del castreño constituye un peligro para la seguridad de la sociedad. Argumentó esta postura, indicando que "no tiene irreprochable conducta anterior", al tener condenas por porte de arma cortante y por cinco delitos de daños simples, entre 2021 y 2022. "Además, tiene una causa suspendida por amenazas", acotó.

Bajo este escenario y considerando la gravedad del ilícito formalizado, apuntó que cualquier sanción en contra de este joven sería de cumplimiento efectivo.

Mena también justificó la necesidad de cautela por el carácter del delito encausado. "Los hechos muestran total desprecio por la vida, al bajarse (el imputado) de un vehículo y atacar a una persona que no conoce en una zona vital. Es un acto que no puede ser tolerado por nuestra sociedad", precisó.

Por su parte, el defensor Pablo Figueroa se opuso a esta precautoria, argumentando que no existen antecedentes suficientes para acreditar el delito como la intervención dolosa de su representado.

"El ánimo de matar que requiere esta figura penal no se ve comprobado con los dichos de los testigos. Además, la acción desplegada no es suficiente para causar la muerte. Es más, la víctima asistió por sus propios medios al hospital, además no existe el riesgo vital y tampoco se da cuenta que la víctima quedará con secuelas funcionales graves", esbozó el abogado.

Igualmente, la fuente mencionó que la indagatoria se puede cautelar con las medidas de arresto total, arraigo nacional y prohibición de acercarse al ofendido. Para ello, puntualizó que las condenas por faltas ya estarían prescritas, ante lo cual se configuraría la irreprochable conducta, a lo que suma una eventual colaboración sustancial.

"Accedió a declarar, manifiesta arrepentimiento respecto de los hechos, indicando que por arrebato realiza este tipo de acción. De esta forma, tendría dos atenuantes y podría llegar a una pena sustitutiva de libertad vigilada por esta causa", sintetizó el jurista, sumando que no existiría riesgo de fuga, al presentar el chilote arraigo familiar, social y laboral.

Dictamen

Estas alegaciones fueron desechadas de plano por la magistrada Alejandra Varas, quien determinó que concurre suficiente evidencia para establecer la existencia del homicidio frustrado como la autoría del imputado, exponiendo que "este tribunal estima que la libertad del imputado constituye un riesgo para la seguridad de la sociedad, el cual no se satisface con otra cautelar que no sea la prisión preventiva".

De esta forma, el obrero se mantendrá en la cárcel castreña en el inicio de la investigación formal en su contra, la cual se extenderá por 120 días.

5:53 del sábado fue el ataque, tal como quedó en evidencia en las cámaras de seguridad.

22 centímetros del largo tiene la cortaplumas que utilizó el sujeto para la agresión.