"El buen patrón": Javier Bardem y los matices del jefe
Llegó a Star+ la película que arrasó en los premios Goya, una comedia ácida sobre las relaciones laborales y la precariedad como paradigma de los tiempos que corren. Ahora también está en cines.
Por Andrés Nazarala R.
La mejor película del director Fernando León de Aranoa es "Los lunes al sol" (2002), drama social centrado en un grupo de desempleados que mata el tiempo en una ciudad española afectada por la reconversión industrial. Protagonizada por Javier Bardem, Luis Tosar y Enrique Villén ("Mi gran noche"), la cinta se aproxima con humanidad y compasión a los excluidos del capitalismo. Ganó la Concha de Oro en San Sebastián, además de cinco premios Goya.
Se podría decir que "El buen patrón" -en cines y en Star+ desde esta semana- funciona perfectamente como un díptico junto a ese filme; una contraparte construida desde el otro lado del espectro social y en un tono distinto como es la comedia.
León de Aranoa sigue siendo un cineasta fiel a un discurso y una ética, y Bardem puede brillar en todos los géneros. En este caso, se entrega a la comedia ácida mediante la interpretación de Julio Blanco, un empresario carismático que administra una fábrica de balanzas industriales en una pequeña provincia. Su gran motivación es obtener un premio a la Excelencia Empresarial. Para eso debe esconder las manchas del negocio antes de que llegue la comisión evaluadora.
El peso de la película recae sobre un Bardem que va sumando nuevos matices a un personaje tan encantador como cínico y manipulador. El director lo construye a la luz de un retrato ácido y negro de las dinámicas laborales. En el otro extremo, tenemos a un trabajador tozudo que pertenece a tiempos pre-sindicales. Entre estos polos se desarrolla una película que refleja los contrastes éticos del mundo empresarial. León de Aranoa juega con matices -el personaje de Bardem es, en apariencia, un tipo empático- pero, como en todo cine social, tiene la mirada bien puesta en el caso. Esta es una comedia que, sin embargo, tiene el sabor amargo de la observación lúcida.
"Quería que tuviera comicidad", ha dicho el director. "Cuando me imaginaba a ese señor me hacía sonreír. Es un desastre, pero a la vez puede ser muy divertido. Un jefe que se va a hablar con la mujer de un trabajador sin tener ni idea de cómo hacerlo tiene potencial cómico. Me regalaba el humor y a la vez servía para tratar algo muy importante en la película: el trasfondo de las relaciones laborales y cómo se entremezclan de manera perversa con las personales. En este caso las invaden por completo. Nos pasa a muchos. La película me ha permitido hablar de la precariedad en el trabajo y de lo que pasa en el mercado laboral en su conjunto", aclara.
"El buen patrón" es un nuevo hito dentro de la filmografía de un cineasta que ha diseccionado el mundo laboral con humanidad y espíritu crítico. Una oferta en doble formato -presencial y online- que vale la pena ver en estos tiempos de transformación.
En resumen
Es el noveno largometraje de ficción del cineasta español.