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Iluminarán torre de iglesia de Chonchi con mejoras en el sistema eléctrico

Obras consideran una inversión de $32 millones y estarían listas a fin de mes.
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Carolina Larenas Faúndez

A fines de julio o los primeros días de agosto concluirán los trabajos de mejoramiento del sistema eléctrico de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Chonchi, uno de los templos Patrimonio de la Humanidad chilotes que presentaba los mayores problemas en la materia.

Una inversión de 32 millones de pesos aportados por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SNPC) a través de un subsidio social consideran estos trabajos, recursos con los que además se financia el diseño para la reposición de la techumbre que se gotea en algunos sectores.

Patricio Álvarez, director ejecutivo de la Fundación de las Iglesias Patrimoniales de Chiloé, explicó que "el tema eléctrico surge a propósito del incendio de la Iglesia San Francisco de Ancud el año 2020, ahí la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) hizo una fiscalización a las 16 iglesias que son parte del Sitio Patrimonio Mundial y uno de los análisis es que la iglesia que se encuentra en peor estado es la de Chonchi".

Además, el profesional expuso que "todas las iglesias de Chiloé que son Patrimonio de la Humanidad están fuera de norma, entonces eso nos obliga a nosotros como fundación a buscar los fondos que sean necesarios para normalizar el sistema eléctrico para que cumplan con la normativa, pero también mejorar la seguridad y la iluminación de los templos".

Normalización

Junto con ello, el directivo comentó que "esto se entregó cerca de abril, las obras comenzaron en julio y esperamos que se terminen a finales de julio o a principios de agosto. Esto incluye toda la normalización eléctrica, lo que considera la iluminación de la torre de noche, algo igual que lo que ocurre en Castro.

Según lo informado por el padre Edito Raín, de la Parroquia San Carlos de Borromeo, debido a los trabajos en el sistema eléctrico del templo de calle Francisco Corral que obligaron a su cierre a la comunidad en general, todos los servicios religiosos se van a realizar en la Capilla Padre Hurtado.

Dos más

Tras Chonchi, otras dos iglesias patrimoniales serán sometidas a mejoramiento eléctrico: Achao (Quinchao) y Aldachildo (Puqueldón). En la primera incluso se reforzará el tema de seguridad con la instalación de cámaras, lo que se concretaría en agosto o septiembre tras la aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). Una inversión de 42 millones de pesos también aportada por el Servicio Nacional de Patrimonio Cultural consideran ambas obras.

carolina.larenas@laestrellachiloe.cl

columna de opinión

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Conservadurismo, Revolución Francesa y Plebiscito Constitucional de Salida

El 4 de septiembre de este año se realizará en Chile el Plebiscito Constitucional de Salida, uno de los eventos más importantes de la historia contemporánea del país. En esta coyuntura se enfrentan dos posturas: Apruebo y Rechazo.

A simple vista, la primera postura representa a los grupos progresistas de la sociedad, los cuales buscarían que Chile avance por un camino más justo e igualitario distinto al diseñado por el chicago-gremialismo. Mientras que la segunda postura representa a los grupos conservadores, los cuales se opondrían al cambio simplemente buscando defender el statu quo. Sin embargo, ¿es correcta esta forma de entender las posturas asociadas al apruebo y rechazo? Ciertamente no.

El conservadurismo, enmarcado en el pensamiento de Edmund Burke, no se opone al cambio sin más, sino que se resiste a él. La diferencia entre oposición y resistencia es sutil, pero importante. El conservador se resiste al cambio dado que posee la certeza de que el ser humano es moral e intelectualmente imperfecto, por lo que desconfía de las intenciones y la capacidad cognitiva que los individuos poseen a la hora de promover y planificar transformaciones sociales. ¿Significa esto, entonces, que los conservadores se oponen al cambio sin más? Reitero, la respuesta es no.

El conservador está abierto a la posibilidad del cambio e incluso la revolución. Edmund Burke, por ejemplo, defendió la Revolución Gloriosa en Inglaterra de 1688. No obstante, para el conservador, los cambios no pueden estar basados únicamente en lo que los humanos, seres moral e intelectualmente imperfectos, dictan. Los cambios, por el contrario, deben estar enmarcados en la tradición. Es solo la tradición la que puede establecer las bases del cambio, en tanto que aquella, a lo largo del tiempo, ha seleccionado las mejores prácticas e instituciones de nuestras sociedades.

Edmund Burke fue, en este sentido, un crítico de la Revolución Francesa. Según él, aquella pretendió acabar con el Antiguo Régimen en el nombre de ideas abstractas (fraternidad, igualdad y libertad) que no se enraizaban en la tradición. De hecho, esta revolución puso la capacidad racional, moral y el voluntarismo humano en el centro del cambio, precisamente con el fin de refundar a la sociedad francesa. Por ende, considerando que el proceso constituyente chileno también aboga por una refundación construida racionalmente e inspirada en ideas que no pareciesen estar, por ejemplo, enraizadas en tradición institucional, ¿se puede extraer algo relevante del conservadurismo burkeano para interpretar el plebiscito de salida? Sin duda.

¿qué está en juego?

Lo que está en juego en este plebiscito no es aprobar o rechazar el cambio, sino que el tipo de cambio que tendrá lugar en Chile. Por ende, es importante preguntarse: ¿cuál es la idea de nación propuesta en el borrador? ¿Es pertinente terminar con el presidencialismo? ¿Necesitamos el bicameralismo asimétrico? ¿Debe haber un sistema de justicia unitario que respete la igualdad ante la ley?

Todas estas preguntas refieren al asunto de la continuidad y la tradición. De modo que nuestra decisión con respecto al plebiscito debería referirse, sobre todo, a si el borrador constitucional supone un cambio que da continuidad a ciertas características que consideramos significativas para nuestra nación. Después de todo, siguiendo la lógica burkeana, la nueva Constitución debería representar un pacto entre los muertos, los vivos y los que están por nacer. No solo un pacto entre vivos que buscan refundar la sociedad, tal como sucedió en la Revolución Francesa.

"Lo que está en juego en este plebiscito no es aprobar o rechazar el cambio, sino que el tipo de cambio que tendrá lugar en Chile. Por ende, es importante preguntarse: ¿cuál es la idea de nación propuesta en el borrador? ¿Es pertinente terminar con el presidencialismo? ¿Necesitamos el bicameralismo asimétrico?...".

Sebastián Rumié Rojo, doctor por el Instituto de Historia de la Universidad de Leiden, Países Bajos, y académico de la Escuela de Gobierno y Comunicacio-nes de UCEN (Universidad Central de Chile)