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columna de opinión

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Segregación, el combustible de la desigualdad

Por diversos factores, la desigualdad social en nuestro país ha aumentado y desde el urbanismo la comprende desde la distribución territorial, la calidad de los espacios públicos y la del paisaje urbano, otorgando datos, expresiones físicas y visuales, que resultan ser una radiografía del fenómeno.

En tal sentido, la segregación, es la representación espacial de la desigualdad, donde no solo los pobres y ricos están social, cultural y económicamente en diferencias abismales, también están territorialmente apartados, lo que agrava el problema, generando "zonas burbujas" en la ciudad, con espirales de procesos negativos y en otras comunas, polos de condiciones para una vida de excelencia.

Recorramos ciertas calles de Independencia, Estación Central o Puente Alto: espacios públicos inmensamente deteriorados, acumulación de basura, infraestructura deteriorada, entre otros, que conforman un paisaje urbano que entrega poca dignidad a personas. Si nos cambiamos a la Plaza Las Lilas en Providencia, o a algún rincón en Vitacura, con parques, ciclovías y urbanizaciones impecables, sus estándares podrían asemejarse a un país europeo, mientras en el primer caso tendremos condiciones de entorno similares a las de los países pobres.

"preocupante"

Resulta preocupante pensar que una de las noblezas del espacio público por esencia, es su igualdad de condiciones donde se encuentre. Es tan inapropiado como que haya hospitales de excelencia y otros de paupérrima categoría, o si un voto valiera el doble en ciertos territorios. Sumado a esta injusticia, hay estudios que demuestran que la población con mejores entornos tiene la huella de carbono más alta, al tener por ejemplo una extensa casa que consume suelo, grandes jardines que consumen agua o el uso del transporte privado.

El estallido social tuvo esta lucha, y desde el punto de vista urbano, generó que la Plaza de la Dignidad, que articulada estás diferencias -que ya eran grandes-, las aumentara. Hoy se paga más caro por barrios más seguros y mejores. Este fenómeno de violencia también está presente en la movilidad. Visualicemos lo que es vivir en un entorno con condiciones degradadas y tener que ir a trabajar moviéndose de manera hacinada todos los días a condiciones ambientales soñadas. Estas burbujas provocan espirales de violencia.

Quienes menos contaminan, menos dinero reciben, viven en condiciones de entorno más degradadas y tienen que 'apreciar' todos los días estas diferencias y volver a su realidad. Esta violencia produce más violencia. Quienes viven en las zonas de excelencia no tienen este tour cotidiano que les recuerde este brutal fenómeno, porque además el modelo ya hizo que habitualmente sus trabajos estén cerca.

No se debe estigmatizar ningún lugar, ni menos a las personas, pero sí tener claridad para que este tema esté en nuestras conciencias, que generen presión para políticas y cambios. No podemos ver un 'portonazo' como un hecho aislado. La desigualdad y la segregación combinadas es combustible que agrava la injusticia social; esta mezcla tiene efectos muy peligrosos para una ciudad y frena la vía de desarrollo de un país.

"Quienes menos contaminan, menos dinero reciben, viven en condiciones de entorno más degradadas y tienen que 'apreciar' todos los días estas diferencias y volver a su realidad. Esta violencia produce más violencia. Quienes viven en las zonas de excelencia no tienen este tour cotidiano que les recuerde este brutal fenómeno, porque además el modelo ya hizo que habitualmente sus trabajos estén cerca. (...) La desigualdad y la segregación combinadas es combustible que agrava la injusticia social".

Pablo Soriano Fuenzalida, académico de la carrera de Arquitectura del Paisaje, Universidad Central de Chile (UCEN), y doctor en Planificación Territorial por la Universidad de Barcelona

Servicio Electoral advierte: denunciará a todos los votantes que no asistan

El presidente del organismo electoral destacó las más de 13 millones de consultas en la web de los electores. Prevé un proceso sin congestión.
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Redacción - Medios Regionales

A una semana del Plebiscito de Salida, el Servicio Electoral relevó la importancia del voto obligatorio y aseveró que cada persona habilitada que no vaya a votar tendrá que afrontar las consecuencias.

El presidente del organismo, Andrés Tagle, aseguró que "el Servel va a denunciar a todas las personas que no voten, sin ninguna excepción. No se faculta la ley de hacer excepciones".

"Esto no va a ser inmediato, va a ser alrededor de 4 meses posteriores y se denuncian a los juzgados de policía local de la comuna donde esa persona está inscrita", complementó.

Sobre el proceso de la denuncia, el profesional explicó que "el juzgado de policía local lo tiene que citar y ahí tiene que ver si la persona puede fundamentar una excusa o no".

La multa por no acudir a votar en el plebiscito para decidir sobre la propuesta de Constitución puede llegar hasta los $176 mil.

Por otro lado, Tagle abordó el alcance que han tenido las consultas de datos electorales que han recibido en el sitio web del Servel: "(Llevamos) 13 millones de visitas de RUT distintos consultando sus datos electorales. No ha aumentado tanto desde la semana pasada, la semana pasada fueron 12 millones y ahora 13 millones 100. Vamos un poco más lento, pero todavía nos quedan unos 2 millones".

"Hasta el día, el 86% del padrón en Chile ha consultado. Estamos hablando de RUT distintos, esos 13 millones son RUT diferentes que han consultado. Tenemos la otra cifra que va como en 24 millones que han consultado por varios RUT", añadió.

Para el día de la elección, el presidente del Servel anticipó una jornada de votación rápida y tranquila, considerando que solo es una papeleta con dos opciones.

"Nosotros estimamos que la persona se debería demorar un minuto, máximo 2. Al calcular con 2 minutos los 400 electores basta con 6 horas y media para que vote todo el mundo. Las mesas están programadas para que funcionen 10 horas, aunque partan un poco tarde igual dan", especificó.

De todas formas, el ingeniero comercial no descartó que se puedan producir filas en algunos horarios: "Si toda la gente llega a votar al mediodía, que suele ser la hora peak para nosotros, se puede producir congestión. El llamado a la gente es ir en la tarde, los locales están bastante más desocupados".

"Nosotros no vamos a cerrar los locales y esa instrucción se la estamos dando a los delegados. Y si hay gente con disposición de votar delante de la mesa, la mesa no puede cerrar igual", selló Tagle.

Por último, destacó la seguridad para ese día y lo comparó con otros procesos de elecciones: "Se han desarrollado siempre en paz y tranquilidad. Espero que esta vez sea lo mismo y que se respete a todo elector el poder entregar su sufragio bajo secreto y sobre todo en una condición de obligatoriedad".

¿fraude?

Tagle respondió a las insinuaciones del diputado Gonzalo de la Carrera (PLR) sobre un posible fraude: "Es una acusación de fraude que no corresponde, sin fundamento y menos con un caso que rápidamente fue ratificado por el Registro Civil. Y sin considerar que los fallecidos obviamente no pueden votar y hay procedimiento de control en las mesas. Sembrar dudas sobre fraude no corresponde". Eso sí, descartó presentar una denuncia.