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Gusano blanco ya afecta a más de 1.500 hectáreas de praderas

INIA concretó una semana de capacitaciones sobre la introducción de un hongo entomopatógeno para enfrentar este problema presente en los campos chilotes.
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Carolina Larenas Faúndez

Aunque aún no existe una estimación oficial del impacto del gusano blanco en los campos chilotes, se estima que unas mil 500 a mil 800 hectáreas de producción agropecuaria estarían afectadas debido a esta plaga.

Solo en Castro y Chonchi el número de hectáreas comprometidas bordearía las 700 u 800, a las que se suman otros territorios como la isla Quinchao, Puqueldón (isla Lemuy) y Ancud.

Contar con un catastro más certero de esta situación busca un trabajo que realiza el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en conjunto con los equipos de asesores técnicos de los Programas de Desarrollo Local (Prodesal) y de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI).

Incluso, en los últimos días el INIA realizó una jornada de capacitación a propósito de la introducción de los hongos entomopatógenos para el combate de plagas en praderas y en cultivos hortochacareros de Chiloé.

María Esperanza Sepúlveda, encargada de la producción de hongos entomopatógenos en INIA Quilamapu en Chillán, en la Región de Ñuble, señaló que "visitamos distintas localidades, además de actividades técnicas y capacitación a productores y asesores donde se pudo tomar información respecto a la presencia de plagas subterráneas".

Junto con ello, la ingeniero agrónomo relató que entre ellas se encuentra de forma abundante la presencia de pololo café (Phytolema hermanni), afectando praderas y provocando pérdidas considerables y la falta de forraje.

"Predomina esta especie, el pololo café, también encontramos una pequeña presencia de pololo verde, y la idea es poder usar para este tipo de plagas controladores biológicos como los hongos entomopatógenos que se ajustan a los hábitos de la plaga porque los podemos usar cuando está en el estadio larval y constituyen una herramienta útil y eficiente para el control de plagas subterráneas", afirmó la profesional.

Además, la investigadora comentó que "la actividad también consistió en capacitar a los productores para poder monitorear las plagas, identificarlas y realizar un correcto uso de estos controladores biológicos", sumando que se debe reunir información sobre el comportamiento de la plaga en las localidades chilotas, ya que hay diferencias respecto de las zonas.

Cristian Avendaño, técnico agrícola del SAT (Servicio de Asesoría Técnica) Hortofrutícola, mencionó que "estas charlas eran necesarias dado que actualmente la presencia de estos gusanos ha sido alta, se ha incrementado mucho, se ha vuelto una plaga en muchas partes de la provincia".

Junto con ello, sostuvo que "este tipo de charlas son positivas porque se da a conocer este tipo de tecnología, sobre todo tomando en cuenta que actualmente muchos controles que se estaban tratando de realizar de esta plaga era con productos químicos, insecticidas de uso tradicional, por lo tanto, el uso de hongos entomopatógenos es positivo". Estos deben aplicarse en lluvia o por precipitar, siendo sensibles a luz ultravioleta.

Otro de los asistentes a estas capacitaciones que se extendieron una semana en distintos puntos de la provincia fue el agricultor chonchino Luis Álvarez, quien comentó que "esto en el sector comenzó hace 5 años y hace 3 por lo menos que abarcó por lo menos con una afectación de un 50 a 80% de degradación de la pradera, pérdida total del pasto, lo que tenemos ahora es tierra".

Ventas

Sumó que "principalmente esto afecta a la pérdida de nuestro ganado ovino, bovino que es lo que uno trabaja, porque por el hecho de no tener praderas hemos tenido que ir vendiendo nuestro ganado y, obviamente, por el minuto imposible recuperarlo, porque las praderas no se han podido recuperar".

El agricultor añadió que "lo vemos como una buena alternativa natural, poco invasiva (hongo entomopatógeno), no química que es con lo que todo el mundo trata de atacar, por lo menos aquí se presenta una alternativa más amigable".

Por su parte, Gabriel Peña, subdirector del INIA Butalcura, emplazado en la comuna de Dalcahue, sostuvo que "estuvimos enfocados en Castro y Chonchi principalmente, en la península de Rilán y Quinched, donde hay mucha afectación con pérdida de praderas y ganado".

80% de sus praderas han perdido campesinos afectados por esta plaga.