Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Clasificados
  • Estrellas

El caleidoscopio que rescató el legado del inglés David Bowie

Ya se venden las entradas para el gran evento que llegará a Chile el 15 de septiembre: la proyección en salas de cine de "Moonage Daydream", el documental que cautivó a la audiencia en Cannes.
E-mail Compartir

Andrés Nazarala R. - Medios Regionales

Más de cinco millones de piezas entre fotografías, videos, manuscritos y obras de arte. Acceso libre a las pistas musicales de toda una vida. Cinco años de montaje intensivo. Convengamos en que no debe ser fácil tener la responsabilidad del cineasta Brett Morgen pero, al mismo tiempo, la fuente a la que tuvo acceso gracias a la familia de David Bowie (1947-2016) fue una mina de oro que dio resultados espectaculares como el documental llamado "Moonage Daydream".

En este caso, decir que se proyectará también en salas IMAX no es un mero gancho comercial, porque el documental fue pensando como una experiencia sensorial de alto vuelo. En tiempos en que el streaming ha acaparado todo, "Moonage Daydream" busca convocar a la audiencia en las salas, como si se tratara de otro concierto del músico, actor y artista británico. Un show espectral. Un regreso de luces y nostalgia bajo las penumbras.

Una invitación de esta envergadura requiere, por supuesto, de buena música. No hay nadie más capacitado que Tony Visconti -viejo colaborador del músico- para trabajar en las canciones en función de la inmersión colectiva en una sala. El sonido está depurado, potenciado, pensado para el goce colectivo.

También la imagen. Morgen -quien antes retrató la historia de un mártir del espectáculo: "Kurt Cobain: Montage of Heck" (2015)- compone un cuadro visual psicodélico de asombrosos colores. Los toma de los cromatismos de la época pero también de las tinturas de pelo y las prendas de un músico que entendía que estaba en este mundo para dividirse en varias identidades paralelas: Ziggy Stardust, Aladdin Zane, Halloween Jack, el Duque Blanco. Es decir, un astronauta, un extraterrestre, un pirata, un dandy. Hacia el final, pocos días antes de morir, Bowie enterró a todos sus personajes. En el videoclip de la canción "Blackstar", nos enfrentó a un esqueleto atrapado en el traje de un astronauta. Y se vendó los ojos ante un futuro oscuro: ¿el suyo?, ¿el de la humanidad?

"Moonage Daydream" tiene la habilidad de mostrarnos a todos los Bowie con dinamismo y buen montaje. Es un collage hipnótico de imágenes que nos sumerge en un universo creativo como si fuésemos juntos de paseo hacia un planeta lejano. Uno donde la muerte probablemente no existe y los seres son fuentes de energía que deambulan por el éter.

Resaltan premio de cinta "Blanquita" en Venecia

E-mail Compartir

El cineasta chileno Fernando Guzzoni obtuvo el fin de semana el premio a mejor guion en la sección "Horizontes" del 79º Festival Internacional de Cine de Venecia, en Italia, por su película "Blanquita", inspirada en el caso Spiniak. Este es el reconocimiento correspondiente a las vanguardias en el certamen.

La sección "Horizontes", segunda en importancia de la Mostra y dedicada a las nuevas vanguardias, también competían la argentina Laura Citarella con "Trenque Lauquen", el español Juan Diego Botto con "En los márgenes" y el mexicano Carlos Eichelmann Kaiser con "Zapatos rojos".

Guzzoni explicó tras la premiación que su película habla de la "violencia estructural del sistema, y de cómo nuestras sociedades construyen sujetos de primera y segunda clase".

"Blanquita" (Laura López) es una adolescente que vive en una casa de acogida y que termina siendo la testigo clave de un escándalo de abusos de menores, aunque la verdad se va enmarañando a medida que avanza la investigación.

"Esta película está inspirada en un hecho real, un escándalo sexual y político muy controvertido. Hice una larga investigación de un año y medio con documentos oficiales, entrevistando testigos y fiscales, y encontré muchos ángulos y ópticas del caso", dijo el realizador de 39 años.

León de oro

El máximo reconocimiento del Festival de Cine de Venecia es el León de Oro, que sorprendentemente se lo adjudicó el documental "All the Beauty and the Bloodshed", de Laura Poitras, sobre la crisis de opioides en Estados Unidos, siendo este el segundo trabajo no argumental que se lleva el premio principal, tras "Sacro Gra", de Gianfranco Rosi, en 2013.

La presidenta del jurado de esta edición, Julianne Moore, se mostró muy emocionada al anunciar el premio al filme de Poitras, que utiliza la vida de la fotógrafa Nan Goldin para hacer un paralelismo entre las muertes causadas actualmente por los opioides y las que causó el sida en los años '80.

El León de Plata -Gran Premio del Jurado- fue para "Saint Omer", de la francesa Alice Diop, que cuenta un infanticidio cometido en 2013 por una mujer senegalesa (mismo origen de la realizadora). El filme también consiguió el premio a la mejor ópera prima del certamen.

La Copa Volpi a mejor actriz, como estaba previsto, fue para la australiana Cate Blanchett por su interpretación de una directora de orquesta abusadora en "TAR"; y la de mejor actor para Colin Farrell, por su amigo abandonado de "The Bhansees of Inisherin", filme que se llevó además el premio a mejor guion, para el también director del largometraje Martin McDonagh. El intérprete irlandés superó al canadiense-estadounidense Brendan Fraiser que algunos daban por triunfador en "The Whale".