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Los niños no creen todo lo que les dicen, al menos no después de los 6 años

Investigación de la Universidad de Toronto y Harvard determinó que hay una edad en que contrastan y buscan verificar.
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C. Infanta / EFE - Medios Regionales

Los niños aprenden mediante la observación y la experiencia, pero también de lo que les cuentan los adultos, sobre todo los más cercanos como padres y profesores. Pero su fe no es ciega y, a partir de los 6 años, empiezan a cuestionar e intentar contrastar las informaciones.

Así lo reveló un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) y la Universidad de Harvard (Estados Unidos), publicado en la revista Child Development.

Estudios anteriores habían observado que los niños no se conforman con las explicaciones de los adultos y que cuanto más mayores son, mayor es su interés por confirmar lo que se les dice. Pero hasta ahora nunca se había analizado por qué se comportan así.

El nuevo estudio "demuestra que, a medida que los niños crecen, se vuelven más escépticos con respecto a lo que les dicen los adultos", afirma Samantha Cottrell, de la Universidad de Toronto, "lo que explica que los niños mayores sean más propensos a intentar verificar las afirmaciones y sean más intencionados en su exploración de los objetos".

Los investigadores llegaron a esta conclusión haciendo dos estudios. Para el primero, realizado entre septiembre de 2019 y marzo de 2020, se reclutó a 109 menores de entre cuatro y seis años de Toronto (el 49% de raza blanca, el 21% de raza mixta y el 19% del sudeste asiático).

Tras mostrarles una piedra, un trozo de material esponjoso y un saco de arena, se les preguntaba: "¿Crees que esta roca es dura o blanda?". Todos contestaron dura.

Después, de manera aleatoria, a unos niños se les contó algo que contradecía sus opiniones ("en realidad, esta roca es blanda, no dura") y a otros se les decía algo que confirmaba su intuición ("cierto, esta roca es dura").

Acto seguido, se volvió a preguntar a los pequeños: "¿Crees que esta roca es dura o blanda?". Casi todos los niños insistieron en que la roca era dura.

El examinador salió de la habitación con el pretexto de hacer una llamada, dejó a los menores que estudiasen la roca por su cuenta y grabó su comportamiento en vídeo.

Descubrieron que la mayoría de los niños, independientemente de su edad, se dedicaban a probar esas sorprendentes afirmaciones.

Los autores sugieren que este comportamiento se debe a la mayor capacidad de los niños para explorar el mundo y probar afirmaciones complejas pero también que, a medida que aumenta la edad, cambia su motivación: los más pequeños exploran porque creen lo que se les ha dicho y quieren experimentarlo, y los mayores exploran porque son escépticos con lo que se les ha dicho.

A explorar

En un segundo estudio, realizado entre septiembre y diciembre de 2020, se reclutaron 154 chicos de 4 a 7 años de la misma zona que en el primer estudio, en los que aproximadamente la mitad eran blancos, cerca del 20% de etnia mixta y un 17% del sudeste asiático.

La investigación debido a las restricciones del covid-19 se realizó por Zoom y en él un adulto mostraba ocho viñetas a cada niño.

En cada viñeta, se decía a los niños que el adulto hacía una afirmación sorprendente (por ejemplo, "la roca es blanda" o "la esponja es más dura que la roca") y se les preguntaba qué debía hacer otro pequeño en respuesta a esa afirmación y por qué debía hacerlo.

Los resultados indican que los niños mayores (de seis y siete años) eran más propensos que los más pequeños a sugerir una estrategia de exploración adaptada a la aseveración que habían escuchado (es decir, tocar la roca en el primer ejemplo, pero tocar la roca y la esponja en el segundo).

También muestran que, a medida que crecen, los niños justifican cada vez más la exploración como medio para verificar las afirmaciones de los adultos y que se vuelven más conscientes de sus dudas sobre los mayores de edad y, como resultado, su inspección se vuelve más intencional, específica y eficiente.

"A medida que los niños crecen, se vuelven más escépticos con respecto a lo que les dicen los adultos".

Samantha Cottrell, investigadora de la Universidad de Toronto.

breves

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Unos raros diamantes negros se formaron en un antiguo planeta

La lonsdaleíta es una rara forma hexagonal de diamante que se habrían formado después de que un antiguo planeta enano del sistema solar colisionara con un gran asteroide, hace unos 4.500 millones de años, según un estudio que publicó PNAS.

Un equipo encabezado por la Universidad del Tecnología de Melbourne (RMIT) afirma haber confirmado, en meteoritos de ureilita procedentes del manto del planeta enano, la existencia de lonsdateíta, mineral nombrado en honor de la cristalógrafa británica dame Kathleen Lonsdale.

"Este estudio demuestra categóricamente que la lonsdaleíta existe en la naturaleza", dijo McCulloch, de la RMIT y uno de los firmantes del estudio. Además, indicó que el equipo había predicho que la estructura hexagonal de los átomos de la lonsdaleíta la hacía potencialmente más dura que los diamantes normales, que hasta hace no mucho se creía eran el mineral más duro.


Experto: en el mundo habrá más cáncer, pero supervivencias largas

La incidencia del cáncer irá a más en los próximos años debido al envejecimiento de la población, señala el bioquímico e investigador Mariano Barbacid que, sin embargo, subraya que la supervivencia global de todos los cánceres irá en aumento, porque cada vez los fármacos son "menos dañinos y menos tóxicos".

En una entrevista a EFE en el congreso que la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), el profesional español deja claro que al cáncer hay que ponerle "nombres y apellidos", porque en unos tumores la investigación avanza muy deprisa, como el de mama o próstata con supervivencias del 90% y 95%; mientras que en otros las posibilidades de sobrevivir son "inaceptables", como el de páncreas, por debajo del 5 por ciento.

Barbacid, doctor en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid, hace 40 años descubrió el oncogén KRAS responsable del inicio del cáncer de páncreas.