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Entidades analizan el estado de la Ruta de los Fuertes en Ancud

Las construcciones sembradas en los confines de América del Sur constituyen un testimonio imborrable del extenso proceso de colonización del llamado "Nuevo Mundo".
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César Cárdenas Ruiz

Qué duda cabe que uno de los elementos que más trasciende dentro de la magnífica cultura chilota, es su patrimonio arquitectónico, casi siempre relacionado a sus iglesias y viviendas palafíticas, motivo de admiración a lo largo de su historia.

Sin embargo, dejar de lado a las fortificaciones defensivas españolas sería injusto. Estas estructuras en la mayoría de los casos se encuentran localizadas en lugares de difícil acceso y sometidas a los insalvables rigores del clima, sobre todo en una zona como el Archipiélago.

De aquellas fortalezas hispanas, actualmente subsisten algunos vestigios principalmente en la comuna de Ancud y sus alrededores. El paso de los años, el poco cuidado de la comunidad en ciertos momentos y las inclemencias meteorológicas que azotan al territorio insular durante gran parte del calendario, en muchos casos han ido deteriorando constantemente estas zonas, probablemente las de más alto interés turístico en la parte norte de la Isla Grande.

La gran vulnerabilidad por falta de protección y su alta obsolescencia material-funcional, han convertido a muchos de estos espacios en plazas y sitios eriazos, o han sido víctimas de hechos vandálicos, como es el caso del Fuerte San Carlos (conocido por los vecinos como Polvorín) y el San Antonio el pasado 2021, ambos en la ciudad de Ancud.

Otros han sido reinstalados en zonas urbanas y hasta en bases de la Armada. Mientras que algunos como la cantera de Yuste, de donde se obtenía la piedra cancagua para las construcciones, fueron adquiridos por particulares. No obstante, están los emblemáticos como el Fuerte Agüi (Ahui), que fue incluido en un plan futuro de puesta en valor hace algún tiempo.

Desde el municipio ancuditano, el encargado de la Oficina de Turismo, Nicolás Olave, se refirió a la actualidad de la 'Ruta de las Fortificaciones', sobre todo tomando en consideración el inicio del último trimestre del año, que a su vez trae consigo el comienzo de la temporada estival, a partir de diciembre y con ello, por supuesto, el aumento de visitantes.

"El horario de los fuertes de la Península de Lacuy desde este martes cambió, están atendiendo desde las 11.00 de la mañana, hasta las 18.30 de la tarde, ese es el horario nuevo, ahí tenemos a gente permanente, tenemos a 4 personas en Ahui, 2 en Chaicura y 2 en Balcacura, ese es horario continuado de lunes a lunes, no se cierra ese espacio", aclaró el funcionario.

Sumó que "el Fuerte San Antonio hace poco recibió una remodelación bien importante, con respecto al ingreso, eso que antes era como una malla, ahora se hizo un cierre perimetral, se protegió la entrada, se cambió el letrero igual que estaba en el frontis, se protegió con rejas también el torreón, se reemplazaron unas cancaguas que estaban en mal estado también en el torreón, se le volvió a la forma original, y también se puso un cartel informativo, y se tapó la entrada que daba a la playa (por arriba)".

Junto con ello, el profesional explicó que "si bien ese lugar (Fuerte San Antonio) es administrado en su apertura y cierre por la Corporación Cultural, los dineros para esos trabajos salieron desde el municipio, se trabajó a través de la dirección de Obras municipal".

Asimismo, Olave recalcó que "nosotros como Dirección de Turismo y Fomento Productivo, seguimos con el trabajo en conjunto con la Dirección de Arquitectura del MOP, Monumentos Nacionales, para poder obtener esa tan anhelada administración definitiva de los fuertes, Ahui, Chaicura, Balcacura y el Fuerte San Antonio, porque son aún de Bienes Nacionales. Como hay un Gobierno que entró, autoridades nuevas, me imagino que tendrán otras voluntades".

Valoración

La condición de riesgo se plantea a partir de las vulnerabilidades propias de las condiciones constructivas, del abandono y la falta de una política de valoración socio-cultural, y por otra parte, las amenazas tanto ambientales como urbanas.

En este sentido, las acciones que pueda realizar la autoridad resultan fundamentales a la hora de hacer perdurar la importancia que requiere cada una de estas edificaciones, incorporándolas a un itinerario turístico que las ponga en valor.

Uno que conoce de cerca estos lugares, es José Luis Ramírez, gestor cultural ancuditano quien estuvo a cargo de la Corporación Cultural de la comuna del Pudeto, en pasadas administraciones municipales.

La fuente es enfática al señalar que a pesar de los intentos que se continúan ejecutando, la puesta en valor de estas áreas sigue siendo una deuda.

"Estamos próximo a cumplir 197 años de la Anexión de Chiloé al territorio de Chile, pero ni siquiera ese trascendental hecho ha permitido poner en valor ese patrimonio tangible e intangible, que incuestionablemente es la base de nuestra historia y de una entidad particular, única e irrepetible"., remarcó.

Añadió que "estas construcciones, que no fueron erigidas al azar en este vasto territorio insular, sino que con la impronta de la ingeniería militar que caracterizó al imperio español y ahí están, como mudos testigos a la espera de una reivindicación histórica que les corresponde liderar a las autoridades para ponerlas en valor, no solo por lo que significan en sí, por nuestra verdadera identidad. Con hechos reales, no solo con discursos".

Junto con ello, Ramírez insistió en que espera "que el proceso de restauración cumpla con los objetivos históricos y culturales soñados para ver en plenitud nuevamente el Castillo de Agüi, las baterías de Balcacura, Puqillihue, El Carmen, Tecque, La Corona, Tauco y todas aquellas que no solo permitirán recuperar la historia y capitalizar de buena manera esa preciosa veta que se abre para el futuro, como lo es el turismo, con pertinencia y pertenencia".

Historia

Estas estructuras son vestigios históricos de la fortaleza casi inexpugnable que, junto a las baterías (serie de cañones) de Chacao y dos fuertes en Ancud, conformaban el sistema defensivo de la corona española en la zona, que protegió férreamente el que fue su último reducto en Chile.

Dentro de este contexto, José Ulloa, destacado profesor e historiador de Ancud, relató que "la importancia que tienen y esperamos que se sigan acrecentando con mejoras que tienen que venir también, y que son símbolos materiales de un periodo histórico del archipiélago de Chiloé muy importante".

Puntualizó que "eso igual hay que recalcarlo, en el sentido que si bien se construyeron, particularmente en la zona de Ancud, en la zona del canal de Chacao, en Carelmapu, y la Península de Lacuy son los que subsisten, también hay fortificaciones pequeñas, pero que están activas en el sentido de la recuperación patrimonial en el fiordo de Castro, en el sector de Tauco".

Agregó que "de ese periodo que abarcó el siglo 17, 18 y 19, eso en el contexto de su valor arqueológico, antropológico, su valor social, y sobre todo su valor educativo, porque son restos materiales que aún subsisten y compartimos con la cuenca del río Valdivia".

"Lo otro es no olvidar que estos sitios están parcialmente reconstruidos, no están del todo; ha sido muy difícil en los últimos 30 o 40 años la recuperación material, porque han sufrido muchos periodos de abandono. Eso igual motiva la importancia de lo que la gente puede ver, como Ahui, San Antonio, Chaicura, Balcacura, pero hay otros que están en espera y con riesgo de pérdida, por ejemplo, el Polvorín y el Fuerte Real San Carlos en el área urbana de Ancud", especificó.

Igualmente, Ulloa mencionó que "esos sitios no han sido intervenidos, tienen una declaratoria de monumento, pero es una declaratoria que está en el papel, en la ley de protección. A pesar de que han pasado varios años de su declaratoria, no se han podido proyectar recursos para que sean recuperados, lo mismo en la zona de Chacao Viejo".

Problemática

Una escasa seguridad ha sido uno de los principales problemas dejados en evidencia en el último tiempo. En 2021, desconocidos realizaron una serie de rayados que afectaron principalmente a los cañones y al monolito que recuerda la anexión de Chiloé al territorio continental, ocurrido en 1826 en el Fuerte San Antonio.

También fueron pintados con espray los antiguos murallones de Cancagua que rodean a la fortificación española, única de su tipo emplazada en el sector urbano de la ciudad (calle Lord Cochrane con San Antonio).

En buen chileno, se ha hecho el empeño para posicionar a estos sitios en el lugar que merecen, pero entre las comunidades queda esa sensación de que algo falta.

Al respecto, Ulloa es claro: "Los empresarios turísticos y los entes municipales locales con la escasez de recursos ¿qué van a hacer?, no pueden intervenir, uno, porque se los impide los propios entes estatales, como Monumentos Nacionales, como Bienes Nacionales, y tampoco pueden intervenir los caminos. Eso está complicando gravemente el rescate, la salvaguarda, y lo más importante que es la puesta en valor educativa de estos monumentos. Si esto no se activa a la brevedad, vamos a estar en graves problemas".

Finalmente, por parte del Ejecutivo, Fidel Angulo, director regional del Patrimonio en Los Lagos, del Ministerio de las Culturas, sostuvo que "en el corto plazo, nosotros entendemos que la Municipalidad de Ancud que es la principal administradora de estos sitios patrimoniales, ha mantenido su compromiso del mantenimiento de una operación básica del sistema; ellos a través de los cuidadores, la mantención de áreas verdes han asumido un rol muy relevante para la conservación en el corto plazo de estos sitios".

El personero relevó que "en la parte más estructural, que es algo que evidentemente no se puede pensar en un corto plazo, porque aquí una de las principales dificultades que se enfrentan, es el tema de la normalización de alguna forma de la administración, porque hoy día estos son bienes pertenecientes a Bienes Nacionales, que tienen que estar de alguna forma traspasados, concesionados, o cedidos a la municipalidad para su administración, eso es algo que no es una medida de corto plazo".

A su vez, el personero dijo que "pensando ya en la intervención, o proyectos mayores de conservación ahí me gustaría mencionar que hace poco más de un mes, en agosto, el Gobierno Regional aprobó la cartera de proyectos de Patrimonio, que se plantea abordar en los próximos años, y dentro de esa cartera se incluyeron algunas iniciativas que van en esta línea".

Por ejemplo, detalló la fuente, "hay iniciativas asociadas al Fuerte Ahui, que si bien es cierto ya fue restaurado, enfrenta algunos problemas estructurales como la carencia de sitios adecuados para estacionamiento; también para la batería de San Antonio se propone una idea, y para el Fuerte San Carlos también".

"Ahora hay ser claro que esto no implica una aprobación de financiamiento, son ideas que están propuestas, y que las unidades técnicas que correspondan, que en este caso es la dirección de Estructura y la Municipalidad de Ancud, tienen que priorizar dentro de sus líneas de trabajo", aclaró.