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Fundación Ciudad del Niño en Chiloé: "Nuestra intervención la aterrizamos a la realidad territorial en la que estamos"

La entidad, en sus 88 años de funcionamiento, tiene como misión contribuir significativamente para cambiar la realidad de la infancia y adolescencia en situación de vulnerabilidad, especialmente en lugares alejados.
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Redacción

La ruralidad y dispersión geográfica es una de las características de la provincia de Chiloé, y se presenta como uno de los grandes desafíos para los equipos de la Fundación Ciudad del Niño desplegados en la zona.

Pese a las dificultades y motivados por los valores del sello institucional, los programas de protección de derechos han realizado un importante aporte, a través de su trabajo profesional con los niños, niñas y adolescentes de las comunidades donde están insertos.

"La institución asume la responsabilidad por los niños, niñas y adolescentes (NNA) en situación de vulnerabilidad, así como también con aquellos que están en espacios demográficos y territoriales o rurales alejados. Esos NNA están más desprotegidos, más invisibilizados, porque no tienen las posibilidades de tener un entorno que los proteja, como el colegio, Carabineros, PDI y una serie de instituciones o agentes sociales", sostuvo el subdirector de Operaciones Sociales de la Fundación Ciudad del Niño, Marcelo Abarca.

En esta misma línea, el profesional dijo que "ejercer ciertas acciones para proteger a un niño o niña que está en una isla, en un contexto de desprotección y grave vulneración nos permite ir avanzando en cambiar la realidad de ese NNA y su contexto socio familiar es visibilizado, tiene otras oportunidades y espacios de bienestar. Siempre es un desafío una isla (sic) como Chiloé, porque aún mantiene altas cifras en temas de maltrato y abuso sexual, por eso uno de nuestros grandes desafíos es cambiar la realidad de la niñez y adolescencia en situación de vulnerabilidad".

Abarca añadió que también resulta relevante que la fundación pesquisa siempre tanto los factores protectores como de riesgo de los contextos en los que se desenvuelve el NNA, por lo que la base de la propuesta interventiva es trabajar desde los recursos del NNA, su familia y comunidad.

demanda

En tanto, la directora del Programa de Reparación de Maltrato (PRM) Castro de la institución, Vanesa Muñoz, enfatizó que "en nuestra trayectoria, desde 2003, hemos visto el aumento de la demanda de los PRM, mayores derivaciones, mayor sensibilización en la población que requiere de la intervención de un programa como este, siempre hemos ido en aumento en la necesidad de ingreso".

También recalcó que "la diferencia de lo que está pasando ahora, es que antes se visualizaba el hecho constitutivo de delito, identificar una vulneración o abuso sexual muchos años más tarde de cuando ocurría, y ahora, lo que se está viendo es que se denuncia de manera más oportuna".

La directora del PRM de Castro también señaló que "nosotros tenemos una mirada local de la realidad que tiene cada programa de acuerdo a su territorio, de lo que significa vivir en una isla, el acceso a la información que tienen las familias, la flexibilidad de los planes de intervención, porque no es lo mismo para un niño de una isla a uno que está en Santiago, por ejemplo, en cuanto al acceso, a la información que puede manejar, nuestra intervención la aterrizamos a la realidad territorial en la que estamos".

Otro aspecto que destacó fue la poca información respecto a los derechos de los niños, y la rigidez en cuanto a considerarlos sujetos de derechos y que existen costumbres muy arraigadas, sobre todo en zonas rurales, en relación a que los niños no tienen derecho a dar opinión y de que los adultos aún sostienen el maltrato físico como método de crianza.

Asimismo, la directora del Programa de Intervención Especializada (PIE) de Castro, María José Franco, indicó que "en Chiloé la realidad es muy distinta y compleja en el sentido de la dispersión geográfica, el grado de vulneración de derechos son situaciones más extremas, nosotros intervenimos principalmente con adolescentes, casi en la línea de la transgresión de ley, pero con muchas vulneraciones de base".

Sobre la manera de abordar estos desafíos, explicó que "lo que hacemos es dar respuesta a temáticas de salud mental que es inexistente en la red de salud, porque la cronificación de las vulneraciones de derechos son graves, acá el perfil de ingreso son niños que han tenido experiencias de abuso sexual, de abandono, niños que han sido de alguna u otra manera excluidos del sistema escolar. Por tanto, nosotros hacemos un acompañamiento y trabajo desde una perspectiva que es mucho más territorial", sostuvo el profesional.

"Los NNA en espacios rurales alejados están más desprotegidos, más invisibilizados, porque no tienen las posibilidades de tener un entorno que los proteja"

Marcelo Abarca,, subdirector de Operaciones Sociales de la Fundación, Ciudad del Niño.