Siete grandes desafíos para Chiloé
No es un misterio que nuestro Archipiélago ha sido eternamente postergado y que mantiene un evidente rezago, haciéndose urgente fijar la mirada en Chiloé y trabajar en equiparar la cancha con el continente.
En el acceso a una vivienda propia (1), el objetivo es disminuir el déficit habitacional que afecta a más de 5 mil familias que ansían materializar el sueño de la casa propia. En salud (2), si bien hay obras importantes en ejecución, como los hospitales de Ancud y Quellón, es imperioso que Castro continúe el mismo camino, así como fortalecer toda la red de atención primaria.
La conectividad (3) y el acceso a servicios básicos (4) son dificultades históricas en las que necesitamos fortalecer la red de caminos rurales, la conectividad marítima y dotar de acceso al agua potable, electricidad o alcantarillado a miles de familia que por décadas han esperado solución.
Necesitamos una economía sana y pujante (5) que genere empleo y permita diversificar la matriz productiva. Asimismo, debemos combatir la eterna inflación del Archipiélago mediante algún plan especial para zonas insulares que disminuya el costo de la vida.
En educación (6) el desafío es mayor. Muchos establecimientos cuentan con una infraestructura precaria, con problemas de calefacción, baños deficientes e incluso con plagas de ratones. También pensando en nuestros niños, el combate al abuso sexual infantil (7) debe implacable. El Archipiélago es la zona del país donde más casos se registran por número de habitante y más doloroso es saber que muchos de los agresores son personas cercanas a la víctima.
Seguramente, siete grandes desafíos para Chiloé no serán suficientes. La protección al medioambiente, la sostenibilidad, la seguridad pública, los requerimientos de la pesca artesanal o el resguardo del patrimonio son también ejes fundamentales que deben trabajarse para proyectar un Chiloé con las mismas oportunidades que quienes viven en el continente.