Diego Gotelli C. - Medios Regionales

Un grupo de vecinos de Estación Central, en la Región Metropolitana, logró retener a un presunto ladrón acusado de realizar atracos a una serie de automovilistas de la capital y de además haber participado en el atropello de un repartidor de delivery que quedó herido de gravedad.

Todo ocurrió la noche del miércoles, cuando un ciudadano peruano denunció haber sido víctima de robo por parte de dos personas que haciéndose pasar por funcionarios de la PDI le habrían hecho un control vehicular en el cual le quitaron sus pertenencias, con las que luego huyeron en un automóvil.

Según se conoció, ambos también habrían cometido atracos similares en las comunas de Macul y La Cisterna. Pero la víctima del centro de Santiago no se quedó tranquila y salió en su persecución, siguiéndolos durante casi 5 kilómetros.

En su huida los ladrones tras saltarse un semáforo en luz roja arrollaron a un motociclista que trasladaba comida en la esquina de la Alameda con calle Radal. El repartidor, de unos 23 años, fue auxiliado por una vecina que es enfermera, quien contó que resultó con una fractura en su pie derecho.

La colisión motivó a más testigos a sumarse a la persecución de los asaltantes, a quienes les dieron alcance a una cuadra de distancia del choque, donde el vehículo en el que huían presentó un desperfecto producto de los daños que presentaba.

Al no poder retomar la marcha, los delincuentes trataron de escapar a pie, pero uno de ellos fue retenido por la turba que los seguía.

"Los vecinos de un edificio bajaron y lo golpearon bastante", contó uno de los presentes en la retención, quien señaló que en sus pertenencias le hallaron una placa que simulaba ser de la PDI.

Tras una golpiza que le propinaron tanto al sospechoso como al vehículo en el que huían, los vecinos entregaron al presunto ladrón a Carabineros, mientras que su acompañante logró escapar. El capitán Franco Valenzuela indicó que el individuo arrestado tenía dos órdenes de detención pendiente, según consignó radio Bío-Bío.

Momentos de terror vivió una pareja de Macul, que en la noche del miércoles fue encañonada con una escopeta por unos ladrones que querían quitarles su vehículo.

El atraco ocurrió en un minimarket ubicado en la esquina de calles Madreselvas con Siria, hasta donde las víctimas llegaron a realizar compras.

Cuando uno de ellos estaba dentro del lugar, al menos cuatro delincuentes ingresaron y procedieron a saquear la tienda, para luego emprenderlas contra el cliente, a quien intimidaron con cuchillos y el arma de fuego.

"Me puso la escopeta en la cara para dispararme. Me pedía las llaves del auto, pero mi señora estaba adentro del auto", narró el afectado.

Tras un forcejeo los delincuentes se dirigieron al vehículo que la víctima había estacionado frente al local comercial, al que procedieron a golpear con puños y patadas. La mujer aterrada les arrojó las llaves y salió con las manos en alto. "Entró en pánico", contó su pareja.

Con las llaves los ladrones abordaron el vehículo, pero de imprevisto desistieron y huyeron corriendo entre gritos de vecinos. Una cámara de seguridad captó el sonido de un disparo en su fuga, el que no se ha determinado si lo percutaron los ladrones o terceros para ahuyentarlos.

La ministra en visita de la Corte Marcial Romy Rutherford notificó a cinco generales en retiro del Ejército que fueron procesados por el delito de malversación de caudales públicos, como parte de la indagatoria sobre fraude en la institución castrense.

Según detalló el Poder Judicial, la magistrada sometió el miércoles a proceso a Guillermo Porcile por un monto defraudado de $151 millones; a Alberto González por casi $92 millones; a John Griffith por $84 millones; a Sergio Ahumada por $81 millones, y a José Llanca por $45 millones.

La suma del perjuicio fiscal supera los $455 millones, por actos cometidos entre el 2007 y el 2018. La jueza decretó el arraigo nacional de los procesados, además de embargos de bienes por un monto por sobre los $500 millones.