Representantes artesanales de Chiloé explican qué esperan con la anunciada nueva norma para la pesca nacional
Desde una redistribución del borde costero hasta disminución monetaria de las infracciones son algunas de las ideas que exponen líderes del sector en la provincia .
Diversos son los elementos que pescadores artesanales de Chiloé consideran a la hora de proyectar lo que pudiera ser la nueva Ley de Pesca, que permita destrabar una serie de inconvenientes que han manifestado respecto de la actual legislación.
En tal sentido, hay algunas aristas en donde los artesanales isleños coinciden; a su juicio, la autoridad mantiene un trato desigual entre ellos y la industria. Es que desde aprobada la denominada "Ley Longueira", los hombres y mujeres de mar han debido experimentar una disminución constante de las cuotas de captura, el aumento de las restricciones y exigencias. Una realidad contraria a la de la pesca industrial, según los testimonios, la cual cuenta con mayor permiso de desplazamiento libre por todo el territorio nacional.
Dentro de ese contexto, el Gobierno ha establecido el compromiso de elaborar una nueva normativa, siendo fundamental la participación de los actores del mundo artesanal, sustentando de esta forma las necesidades reales del sector. Para ello se dio inicio a encuentros locales, que comenzaron el pasado 21 de septiembre, extendiéndose al 4 de noviembre, con el objetivo de levantar las principales problemáticas de este gremio.
Por todos es más sabido que en el Archipiélago la actividad pesquera es altamente productiva, existe la convicción de que se necesita restablecer la confianza en la normativa que rige a este rubro de la economía, mediante una nueva legislación cuya generación se fundamente en estándares éticos que no pongan en duda su legitimidad.
Rubén García, presidente de la Corporación de Pescadores Artesanales de Pudeto Bajo de Ancud, fue claro al señalar que entre los principales inconvenientes está el régimen de acceso a las áreas de manejo, algunas de ellas muy acotadas para sus pretensiones. "En primer lugar, queremos borrar de una plumada todo lo relativo a la Ley Longueira, que ha sido tan perjudicial para la pesca artesanal. Queremos y es nuestro anhelo que las listas de espera corran de una vez, ya que hasta este minuto todos nuestros antiguos compañeros ya no están y perjudicando a la gente que viene detrás de nosotros", menciona el dirigente.
También enumera la fuente: "Queremos hacer una redistribución del borde costero, por cuanto los buzos mariscadores hoy día no tenemos dónde trabajar, nos hemos convertido en parias en nuestro propio país", junto con adjuntar que "el último bastión que tenemos los pescadores artesanales es la bahía de Ancud, que estamos interesados en repoblarla, pero desgraciadamente el decreto mediante el cual nos transfieren la tenencia de la bahía de Ancud no vale nada, y estamos expuestos a que se haga cualquier petición sobre este territorio que, repito, es el último bastión de la pesca artesanal de Ancud".
Quellonino
En tanto, Pedro Pairo, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Isla Laitec, en Quellón, hace hincapié en que materias como el Registro Pesquero Artesanal (RPA) y el reducido acceso a algunos recursos son factores predominantes.
"Todos queremos que haya un cambio en la nueva Ley de Pesca, por muchos años se ha hablado de la Ley Longueira, y nosotros siempre hemos hablado que estas cosas tienen que cambiarse, hay muchas que como pesca artesanal nos han afectado. En la región nosotros tenemos una mesa que se está trabajando hace tiempo, y hemos planteado entre las cosas que estamos pidiendo la Ley Bentónica; eso ya se está trabajando hace tiempo y ya está el documento. Estamos claros con lo que nosotros necesitamos, sí o sí queremos que esta ley cambie", consigna.
Añade el quellonino que respecto a la actual normativa, la mayoría de los inconvenientes son "que hasta el día de hoy hay recursos que nosotros hemos estado pidiendo y que estamos estancados hace muchos años. Recursos que nosotros como armadores y como pescadores artesanales no tenemos registro, hay muchas cosas que nos afectan, por ejemplo, los registros pesqueros, muchos recursos que están cerrados, y eso hasta el día de hoy llevamos años luchando y esperando, para que haya recursos que se den la posibilidad de abrir, son cosas como esas que nos afectan".
Otro representante histórico de la pesca chilota, particularmente en Castro, es Rudelindo Caicheo. Con una mirada crítica entre sus pares, pone énfasis en las disparidades existentes entre el mundo industrial y el artesanal. En términos administrativos, la ley que fue publicada en el Diario Oficial durante el 2013 redujo a estos trabajadores el área de pesca artesanal únicamente a la primera milla marina, mientras que la pesca industrial opera en las primeras cinco millas. Hay varios que exigen que estas últimas sean reasignadas a los pescadores de embarcaciones pequeñas, para favorecerlos frente a la gran industria.
"Esta es una ley maldita, y lo digo así porque uno lleva años sufriendo con la Ley de Pesca que hay. Esta ley es mala porque solamente es para puros industriales y el pescador artesanal quedó fuera de esa ley. El pescador artesanal como nosotros es perjudicado por todos porque no lo dejan trabajar tranquilo", expone el dirigente de la caleta Pedro Montt.
Caicheo adiciona que "hay mucha restricción en la pesca, esta ley no tiene nada que favorezca al pescador artesanal, porque cuando lo pillan trabajando, no sé si ahora será lo mismo, pero antes cuando las famosas salmoneras millonarias llevaban a un pescador a orilla de su salmonera, inmediatamente lo denunciaban, le prohibían de todo, que tenían que allegarse a la Ley de Pesca. Otra cosa, la ley también cuando pillaban un salmón (dicen) que era de los salmoneros, también se estaba restringido por la gente, no los dejaban trabajar".
Conjuntamente con ello, el castreño remarca que "esperamos que este Gobierno que entró parece que va a trabajar de la mano, codo a codo con los pescadores artesanales, esperamos que la ley se arregle".
Quien también alzó la voz fue Pablo Oyarzo, presidente de la Mesa Marea Roja Ancud, organización que nació producto de la crisis que dejó el "Mayo Chilote" del 2016, con el grave episodio de contaminación en las costas insulares. Referente a la imperante jurisprudencia, el líder social cuestiona lo elevado de los castigos económicos a aquellos trabajadores que en ciertas ocasiones contravienen a la normativa aplicable al régimen de áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos.
"Las multas a los bentónicos, que son muy altas las sumas por cosas muy pequeñas; por ejemplo, los pillan con un poco de algas y no sacaron zarpe, les están mandando partes de un millón de pesos, un millón y medio, es algo exagerado para la falta que se ha cometido, cosas como esas por ejemplo, hay otras más", sostiene.
Bajo esta premisa, apunta a que "lo que faltaría poner en la Ley de Pesca es que los bentónicos no estamos metidos en la Ley de Pesca, no estamos incluidos porque cuando se habla de Ley de Pesca, se habla más de los mercantes, los que tienen barquitos que salen al bacalao, a calar espineles, todo ese tema, se habla de la merluza, todo eso. Pero el tema bentónico no tenemos nada definido ahí; es más, nosotros los pescadores y los buzos no estamos insertos dentro de la ley, como Inspección del Trabajo por ejemplo que regule nuestros contratos ni nada de eso".
Oyarzo manifiesta que "estamos solamente puestos como buzos, nada más, pero no dice en ninguna parte que estemos dentro del plan de todos los trabajadores que tiene Chile".
GOBIERNO
Chile posee más de 6 mil kilómetros de costa, donde la actividad pesquera es pieza fundamental del motor productivo. Es por ello que las autoridades de Gobierno coinciden en la necesidad de cambiarle el rostro a esta polémica ley. El ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau, especifica que "la redención de una nueva Ley de Pesca es urgente, necesitamos una ley que sea legítima, equitativa. Por eso impulsaremos un proceso de encuentros por una nueva Ley de Pesca, y que cuenta con dos instancias para participar: por una parte, tendremos encuentros comunales donde escucharemos a todas las mujeres y los hombres de mar en su propio territorio; también haremos encuentros regionales para recibir las propuestas de las organizaciones del sector, federaciones, sindicatos de pesca artesanal, actividades conexas, organizaciones gremiales y pymes (pequeñas y medianas empresas) de la pesca industrial".
"Queremos hacer una redistribución del borde costero, por cuanto los buzos mariscadores hoy día no tenemos dónde trabajar".
Rubén García, presidente de la Corporación de Pescadores Artesanales de Pudeto Bajo.
"Hasta el día de hoy hay recursos que nosotros hemos estado pidiendo y que estamos estancados hace muchos años".
Pedro Pairo, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Isla Laitec.
"Cuando se habla de Ley de Pesca, se habla más de los mercantes, los que tienen barquitos que salen al bacalao (...), pero los bentónico no".
Pablo Oyarzo,, presidente de la Mesa Marea Roja Ancud
"Esta es una ley maldita, y lo digo así porque uno lleva años sufriendo con la Ley de Pesca (...); es para puros industriales".
Rudelindo Caicheo,, dirigente histórico de la caleta Pedro Montt de Castro.
"Los pescadores serán los protagonistas. Va a estar abierto a todas las distintas confederaciones, federaciones y articulaciones".
Nicolás Grau,, ministro de Economía, Fomento y Turismo.