Mochilero cumplió 2 años extraviado y familia acusa una deficiente indagatoria
Nulos resultados y tardanza en las diligencias son algunas de las críticas por el caso.
Decepción y desesperanza. Esos sentimientos predominan entre los familiares del mochilero que ayer cumplió 2 años desaparecido, tras ser visto por última vez en Castro. Junto con calificar como ineficiente la investigación, critican la falta de diligencias, incluso acusando abandono de las entidades ligadas al caso.
Rodrigo Ramos Cordero (37) llegó a la capital chilota de visita proveniente desde Aysén, donde buscaba nuevos horizontes laborales. Tras permanecer un par de días en el centro de la Isla, se le perdió el rastro en el pasaje Luis Espinoza, donde se han concentrado las pericias para encontrarlo. Pero al igual que en el primer día de rastreo, los resultados son nulos.
Esta incertidumbre mantiene en una angustia generalizada a sus cercanos. Así lo reconoció su madre, Rosa Cordero, quien enfatizó que "vivimos todos los días con una pena tremenda por no tener respuestas, ninguna señal de mi hijo. Ya son 2 años, ¿y cómo nos sentimos? Totalmente postergados".
La fuente no duda en señalar que el ser una familia de fuera de Chiloé ha incidido en la indagatoria. "No podemos estar presentes para una mayor presión, para exigir más antecedentes y poder estar en terreno buscando. Además, si hubiésemos tenido más recursos o influencia sería otra cosa, nos tomarían más en cuanta", acotó.
Otro punto que cuestionó la vecina fue que no se analizara un dato proporcionado por una mentalista a la que acudieron.
"Una médium nos dijo que buscáramos en el área del 'cerro de la cruz', que estaría en Puerto Montt. Al comienzo del rastreo un testigo señaló que había visto a alguien similar a Rodrigo en esa ciudad, lo que podría asociarse a esta información, pero no se consideró", lamentó la progenitora, insistiendo en una hipótesis relativa a que el joven no estaría en el Archipiélago.
Bajo este desconsuelo, la mamá del mochilero solo apuesta a la ayuda de la gente: "Lo único que pido es que si vieron a Rodrigo o saben algo de él, que se pongan una mano en el corazón y digan qué le pasó o le hicieron".
Reunión
Por su parte, Claudio Reyes, hermano de la víctima, precisó que durante la jornada del lunes tuvo una reunión virtual con el fiscal Enrique Canales, quien instruye la causa por presunta desgracia.
"No hay nada hasta ahora, nos dijeron que se hicieron pesquisas en ciertos lugares, pero sin arrojar datos. Todo sigue igual", expuso el joven, advirtiendo que "el trabajo de Fiscalía ha sido bastante lento, hay que estar constantemente ahí presionando, porque de otra forma no se hace nada".
Junto con confirmar que la última diligencia de mayor impacto fue la desarrollada en abril pasado, cuando la Policía de Investigaciones allanó dos domicilios y hasta excavó en búsqueda de rastros del extraviado, el pariente resaltó que pese a estas infructuosas pericias la esperanza se mantiene.
"Todavía pensamos que mi hermano va a aparecer, por lo que apelamos a la gente... Si alguien vio algo ese 4 de octubre del 2020 que permita agilizar el caso, que entregue la información a las autoridades pertinentes", consignó.
Pericias vigentes
El fiscal Enrique Canales, quien instruye las pesquisas, reconoció que el caso "es de alta complejidad, por las circunstancias personales de la víctima y por las últimas noticias que se tuvo". Añadió que desde el punto de vista indagatorio "se decretará toda diligencia que resulte necesaria y pertinente. Por ello, se ha abordado todo indicio conocido, incluso desestimando información aportada de terceros". Insistió en solicitar el apoyo de la comunidad en la entrega de datos "serios", remarcando que se ha mantenido el contacto con la familia de Rodrigo, "para informar sobre el estado de la causa como evaluar la necesidad de ordenar nuevas diligencias, sin perjuicio de la intervención del abogado querellante", dijo.