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La ciencia desvela el secreto oculto del estilo "swing" en el jazz

Un sofisticado experimento realizó un análisis de 450 solos de este ritmo y determinó que todo está en el tiempo del compás.
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EFE - Medios Regionales

Una norma no escrita dice que el jazz debe tener "swing" pero, cien años después del nacimiento de este estilo musical, aún no está claro cómo se consigue. Ahora, gracias a un sofisticado experimento y al análisis de 450 solos de jazz, la ciencia ha dado con el secreto.

Realizado por físicos del Instituto Max Planck de Dinamarca y por psicólogos de la Universidad de Gotinga y publicado en la revista Communications Physics, el experimento concluye que el "swing" de la música jazz puede mejorarse retrasando treinta milisegundos las notas alternas dentro de un compás.

Los autores del estudio demostraron que ciertas desviaciones sistemáticas del tiempo son un componente clave del "swing", pero son tan pequeñas que pasan desapercibidas incluso para los músicos profesionales, que las usan inconscientemente.

El "swing" -término introducido por los músicos de jazz- es un estilo de interpretación que se considera esencial en este estilo musical pero, pese a ser un rasgo clave del jazz, se puede sentir pero no explicar.

Entonces, ¿cuáles son los otros componentes que conforman el "swing"?.

Desde los años '80, hay un debate entre científicos: para unos, la sensación de "swing" se crea por desviaciones temporales mínimas entre los distintos instrumentos, y para otros, es necesaria la precisión rítmica.

manipulación

Para determinar qué tiene un "swing", en un primer estudio, los autores diseñaron un experimento en el que, con la ayuda de un ordenador, manipularon de distintas maneras el tiempo en grabaciones originales de pianistas.

Las grabaciones manipuladas se utilizaron para medir la intensidad de la sensación de "swing" según la valoración de los músicos de jazz profesionales y semiprofesionales, y demostraron que las desviaciones involuntarias del tiempo no contribuyen al "swing", sino que incluso pueden perjudicarlo.

En el nuevo estudio, los científicos investigaron la influencia de diversas desviaciones sistemáticas entre los solistas y la sección rítmica en el swing.

Por ejemplo, descubrieron que el retraso uniforme de los tiempos muertos y de los tiempos de espera de los solistas no mejoraba la sensación de swing.

Por el contrario, la sensación de "swing" mejoraba cuando solo se retrasaban los tiempos de bajada unos treinta milisegundos mientras que los tiempos muertos del solista permanecían sincronizados con la sección rítmica.

Con ello, demostraron que los retrasos de los tiempos muertos son una causa de la sensación de "swing".

"Los músicos de jazz profesionales a los que preguntamos explícitamente al final del experimento percibieron una agradable fricción entre el solista y la sección rítmica pero se sorprendieron al no poder determinar la naturaleza del efecto", afirma Theo Geisel, investigador del Max Plank y autor principal.

"La cuestión que se planteó fue si el efecto producido por los 'downbeats' retardados es utilizado por los músicos de jazz", añaden Thorsten Albrecht y York Hagmayer, los dos psicólogos de la Universidad de Gotinga que participaron en el estudio.

Para aclararlo, el equipo analizó los datos de más de 450 solos de conocidos músicos de jazz y resultó que casi todos los utilizaron.

Los casos y muertes por cáncer de hígado serán un 55% más en 2040

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Los casos de cáncer de hígado aumentarán un 55 % a nivel mundial en 2040, con 1,4 millones de personas diagnosticadas y 1,3 millones de muertes, alertó el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC).

La previsión figura en un estudio publicado en la publicación Journal of Hepatology.

"El número de personas que sean diagnosticadas o fallezcan por padecer cáncer de hígado aumentará en casi 500.000 casos o muertes por año en 2040" a no ser que baje la incidencia gracias a la "prevención primaria", apuntó Harriet Rumgay, una de las principales autoras del estudio.

El texto de IARC, un centro que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y tiene su sede en Lyon (Francia), recuerda que el cáncer de hígado es la tercera causa de muerte por este grupo de patologías a nivel mundial, y figura entre los cinco tipos de cánceres más frecuentes en 90 países a pesar de que "la mayoría de los casos podrían prevenirse".

La prevención es fundamental para evitar esta enfermedad, con medidas como "inmunizar, detectar y tratar las infecciones de hepatitis B" y de hepatitis C, como afirma Rumgay.

La autora también subraya que reducir el consumo de bebidas alcohólicas puede ser clave para evitar el aumento de casos y muertes por este cáncer.