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Chonchi homenajeó a dos docentes por 25 y 30 años de servicio en el Día del Profesor

El acto contó con la presencia de educadores de los diferentes establecimientos de la comuna.
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En una emotiva ceremonia realizada en el Teatro Municipal, la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor y la Municipalidad de Chonchi, encabezada por su presidente y alcalde, Fernando Oyarzún, celebró el Día del Profesor, fecha establecida cada 16 de octubre desde 1977 y que coincide con la fundación del Colegio de Profesores de Chile.

El acto contó con la presencia de docentes de los establecimientos educacionales, urbanos como rurales de la comuna, y tuvo como fin poder resaltar y poner en valor el aporte de los maestros, como se les llamaba en Chiloé por su gran entrega en la formación de conocimientos y valores hacia sus alumnos.

En la ocasión, hubo entrega de presentes a los profesores que cumplieron años de servicio, los que fueron entregados por el alcalde Oyarzún. En este caso fue homenajeado el profesor Germán Muñoz de la Escuela Rural de Terao por sus 30 años al servicio a la educación, y Lautaro Vera, director de la Escuela Rural de Cucao, por sus 25 años de docencia.

"Un justo y reconocido reconocimiento a todos nuestros profesores y profesoras que han formado parte de nuestra vida y de nuestra comuna, pero principalmente a los que fueron distinguidos hoy, como en este caso a Germán Muñoz que ha hecho deslumbrar en cada uno de sus actividades con sus niñas y niños y Lautaro Vera de Cucao, muy vinculado con el tema deportivo", dijo Fernando Oyarzún.

homenajeados

El profesor Germán Muñoz, uno de los homenajeados en esta oportunidad por sus 30 años de servicio se mostró contento. "Muy emocionado por una linda ceremonia donde recibimos el respeto y cariño de nuestros colegas y de la comunidad, por lo que agradezco además todo el apoyo de parte de mi familia por todo el respaldo que siempre me han entregado", dijo.

Por su parte, el director de la escuela de Cucao, Lautaro Vera, manifestó su satisfacción por su carrera como docente. "Conforme por estos 25 años que han sido de gran plenitud; orgulloso de lo que he hecho por cada alumno en la parte académica, deportiva, de formativa y motivación, pensando en que ellos sean cada vez mejor", sostuvo.

La música, como una de las principales herramientas de enseñanza y de inspiración estuvo presente a cargo del Ensamble de Profesores y Profesoras de la Escuela de "Arte y Patrimonio" de la Corporación Municipal de Chonchi.

columna de opinión

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Un poco perdido en nuestro panorama nacional pasa el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Cada 17 de octubre se conmemora lo ocurrido en 1948, cuando más de 100.000 personas se reunieron para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre y proclamaron a la pobreza como una violación de los derechos humanos.

Sin lugar a dudas que debemos encontrar una manera de restituir el derecho vulnerado que enfrentan cotidianamente tantos compatriotas y habitantes de nuestro mundo. La invitación que, como Fundación San Carlos de Maipo nos gustaría hacer, es a cambiar el enfoque y dar una vuelta que permita remirar este enorme desafío: ¿podemos ver el problema de la pobreza como un problema de salud pública?

Para enfrentar la pandemia, la sociedad recurrió a la evidencia y a la ciencia para encontrar una intervención que fuese capaz de prevenir el impacto del mal. Si bien también hubo un fuerte desarrollo en torno a los mecanismos para resolver los problemas de quienes ya estaban afectados, fue la vacuna la que transformó la realidad y nos devolvió a la convivencia. Prevenir, y no curar, se volvió la manera en la que como población recuperamos la normalidad.

¿Podemos prevenir la pobreza? Podemos dotar a nuestra sociedad de oportunidades para el desarrollo, y "emparejar la cancha" para que todos y todas puedan gozar de ellas, pero estas no podrán ser aprovechadas si la violencia, la delincuencia, el consumo de drogas, los embarazos adolescentes, la deserción escolar, arrasan con cada generación de chilenos y chilenas. En ese sentido, la Fundación San Carlos de Maipo ha hecho esfuerzos por traer a Chile una oferta programática con evidencia como Familias Unidas o PMTO, programas que, en menos de 12 semanas, permiten a las familias adquirir las habilidades para sortear el desarrollo de sus niños, niñas y adolescentes sin que caigan en esas trampas. Esta oferta nos aporta nuevas luces sobre cómo avanzar en la erradicación de la pobreza: desde la disminución en el consumo inicial de alcohol y drogas, que permite Familias Unidas (a tres años de su implementación), al impacto en el incremento del ingreso económico de las familias, que se ha documentado a nivel internacional en los estudios sobre PMTO, 9 años después de aplicado. Eso sí, aún el desafío de cobertura es enorme. ¿Qué hubiera pasado si solo hubiésemos vacunado al 1% de la población?

Quizás podamos hacer algo por quienes están hoy en pobreza, pero sabemos que como sociedad aún estamos al debe. ¿Qué pasa si sumamos al desafío, no solo esta generación, sino todas y cada una de las que vendrán? ¿Cómo afrontamos esta enorme deuda? Tenemos que contar con una "vacuna" para la pobreza, y esta la encontramos en los programas preventivos como los mencionados, en dotar a nuestras familias de nuevas habilidades que realmente permitan que recuperemos la "copia feliz del edén" y dejemos atrás la tierra de las oportunidades desperdiciadas.


¿Una vacuna contra la pobreza?

"¿Podemos prevenir la pobreza? Podemos dotar a nuestra sociedad de oportunidades para el desarrollo, y "emparejar la cancha" para que todos y todas puedan gozar de ellas, pero estas no podrán ser aprovechadas si la violencia, la delincuencia, el consumo de drogas, los embarazos adolescentes, la deserción escolar, arrasan con cada generación de chilenos y chilenas. En ese sentido, la Fundación San Carlos de Maipo ha hecho esfuerzos por traer a Chile una oferta programática con evidencia como Familias Unidas o PMTO, programas que, en menos de 12 semanas, permiten a las familias adquirir las habilidades para sortear el desarrollo de sus niños, niñas y adolescentes sin que caigan en esas trampas".

Raúl Perry, gerente de Programas en Fundación San Carlos de Maipo