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Familia y Bomberos se unen en emotivo adiós a rescatista ultimado hace 16 años

Restos de Jorge Mancilla ayer fueron derivados en caravana hasta Quellón.
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Pedro Bárcena González

La comunión bomberil y un profundo sentimiento de dolor y serenidad se conjugaron durante la jornada de ayer, cuando la familia del voluntario asesinado Jorge Mancilla Miranda (37) retiró sus restos desde el Servicio Médico Legal (SML) de Castro, tras una espera de casi 14 años. El féretro fue trasladado en una masiva caravana hasta Quellón, donde se realiza el velatorio hasta el domingo, día de los funerales y sepelio.

Parientes, amigos y una delegación del cuerpo bomberil de la comuna del sur de la Isla aguardaron, en las dependencias forenses emplazadas en el Hospital Augusto Riffart, la entrega de las osamentas de quien fue efectivo de la Primera compañía porteña. Todos sentían la pérdida como actual, pese a que el también transportista se extravió el 20 de mayo del 2006 en el sector Díaz Lira de Queilen, y sus evidencias óseas comenzaron a aparecer el 31 de octubre del 2008 en Quemay.

Consuelo

Más allá de no olvidar que la muerte del isleño se trató de un crimen, muchos de los que participaron del rastreo que se extendió por meses y que llegaron hasta la capital chilota para ser testigos de este hito, coincidieron que el arribo de sus restos otorga consuelo y permite que sea despedido. El luto recién ahora lo empiezan a vivir.

Tal como indicó María Eugenia Bastías, quien fue la esposa de la víctima, poder contar con el cuerpo "era un momento muy esperado para cerrar un ciclo y tener un lugar para dejarle aunque sea un ramo de flores. Ya sabíamos lo que había pasado cuando encontraron los restos el 2008 y desde esa fecha esperábamos por este instante".

A su vez, la vecina que hoy vive en Valdivia, enfatizó que no se olvidan de la parte investigativa. "El caso sigue abierto y no descuidaremos esa parte. Siempre se está en contacto con el Ministerio Público para poder encontrar la verdad", aclaró, valorando al mismo tiempo todo el apoyo recibido de la comunidad en estos años.

"Mi esposo era muy conocido en la comuna, toda su gente se movió... esto nunca terminaremos de agradecer. La búsqueda en terreno siempre fue masiva y también han preguntado todo el tiempo cuándo entregarían sus restos, teniendo por fin respuesta", indicó.

También se mostró muy agradecida con el respaldo recibido la madre del occiso. Pese a una descompensación inicial, Noemy Miranda encabezó el cortejo y señaló que "esperábamos demasiado este momento y con la confianza que tenía que pasar (la entrega de los restos), tal como la decíamos a toda la gente que nos preguntaba casi a diario cuándo iba a suceder".

Quien también es querellante en la causa no dudó en señalar que "tras despedir los huesitos seguiremos buscando justicia".

Compañeros

Más de una veintena de bomberos quelloninos arribó a Castro para acompañar a quien fue voluntario y hasta capitán de la Primera. Su recuerdo es imborrable, tanto que la misma sala de máquinas del cuartel se llamará Jorge Mancilla Miranda.

El superintendente de la institución, Claudio Obando, consignó que la víctima "encabezó la parte de la especialidad de su compañía de rescate y después de 16 años que han transcurrido -desde su extravío- estamos acompañando a su familia, que puede cerrar un ciclo y vivir su luto".

Además, el directivo mencionó que "le rendiremos todos los honores" hasta el sepelio. Un despliegue en que se han sumado efectivos bomberiles castreños, de Chonchi y Queilen, pero con la unánime atención de todos los voluntariados de la provincia.

También, la fuente rememoró las intensas jornadas de búsqueda, que lo encontraron como un cadete de la Segunda Compañía en ese entonces. "Fue un largo trabajo, aunque participé una semana en terreno, todos estaban unidos para encontrarlo, lo que después de largos meses se logró", dijo.

Quien sí vivió muy de cerca estos agotadores y dramáticos días de exploración e incertidumbre fue la actual directora de la Primera compañía, Arsenia Barría, quien no ocultó su pesar por reencontrarse, aunque sea en estas fúnebres condiciones, con su compañero.

"Lo buscamos por bosques, pantanos, con todo el pueblo de Quellón que se unió... Nunca bajamos los brazos hasta hallar sus osamentas. Todo esto ha sido tremendo, puesto que recibí el cargo junto a Jorge y ahora he sido reafirmada y me toca despedirlo junto a la comitiva, los mismos que no descansamos por encontrarlo. Eso nos tiene orgullosos, más allá del dolor que sentimos", relató.

Periplo

Tras salir del SML, el cortejo de una quincena de vehículos se detuvo brevemente en el cuartel general de Bomberos de Castro, para continuar hacia el sur. En Nalhuitad, los voluntarios de Chonchi esperaron a la caravana con una cortina de agua, tradición que se repitió en Huitauque, Notuco y hasta Molulco, donde se sumaron efectivos quelloninos y queilinos.

Ya en la ciudad porteña, el voluntariado local en pleno realizó una formación en avenida Ladrilleros. Luego, el cortejo se trasladó hasta la casa de la madre de Jorge, en calle Independencia, para después enfilar hacia el cuartel general donde continuaron los honores, como su nombramiento como bombero honorario y el descubrimiento de una placa con su nombre.

El féretro ya en la noche era remitido a la sede del Club Deportivo Torino, donde está contemplado el velorio hasta el domingo. A las 18:40 de ese día está programada la salida del cortejo hasta la iglesia Nuestra Señora del Carmen, donde se oficiará una misa a las 19 horas, para posteriormente dirigirse al cementerio católico, donde descansarán los restos de Jorge.