columna de opinión
Eliminación de la violencia contra la mujer
El año 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, recordando el triste y conmovedor asesinato de las hermanas dominicanas Mirabal, quienes se opusieron a la dictadura de Rafael Trujillo. Parece increíble que debamos tener una fecha que nos recuerde algo tan básico como es no agredir a otra persona.
Según cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), una de cada tres mujeres se ve afectada por algún tipo de violencia de género y cada 11 minutos muere alguna asesinada por un familiar en el mundo.
En Chile, conforme a datos proporcionados por el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG), hasta el 24 de noviembre del presente año se registraron 35 femicidios consumados y 143 frustrados; sin embargo, los números son números y nos distancian de lo terrenal y doméstico de este tipo de violencia. Al respecto, prefiero darles algunos nombres, apellidos y circunstancias de estos casos para ver si con ello logramos concientizar.
El uno de los últimos registrados este año ocurrió el 20 de octubre en Puente Alto, en la Región Metropolitana, ocasión en la cual Carabineros y SAMU (Servicio de Atención Médica de Urgencia) constataron la muerte de Ghislaine Morales de 23 años. El conviviente de la víctima, Orlando Loncomilla, confirmó haber tenido una discusión con la mujer, quien cayó en un precipicio de 60 metros de altura; tras esto quedó detenido y fue formalizado por el delito de femicidio consumado. Tampoco podemos dejar de mencionar a la mujer mutilada que fue transportada en un tambor por un hombre de nacionalidad haitiana.
"hechos que muchas veces se pasan por alto"
Si bien ambos son casos extremos, de igual manera debemos considerar que cotidianamente somos testigos de hechos que muchas veces se pasan por alto sin definirlos como microactos de machismo que pueden ser la semilla de mostaza de conductas que terminen con la vida de alguna de nosotras.
Ejemplo de lo anterior es el caso de una estudiante a quien su pololo no deja sola en ningún momento, tanto así que la espera afuera de su sala clases, controlando cada instante de su vida, o el caso de un exfutbolista que grabó videos señalando que "él sería muy feliz" si su mujer desiste de la separación, después de que le fue infiel hasta el cansancio, pero en ningún momento dice que se preocupará de que ella sea feliz y lo perdone por sus errores, anulando por completo los sentimientos de la fémina.
Lamentablemente, la lista es larga y podría seguir mencionando hechos que denotan violencia contra nuestro género; actos que atentan en contra de la vida, libertad e integridad psíquica y emocional. Tenemos mucho en qué trabajar sin desistir, especialmente educando para así lograr un cambio concreto en el paradigma.
"Debemos considerar que cotidianamente somos testigos de hechos que muchas veces se pasan por alto sin definirlos como microactos de machismo que pueden ser la semilla de mostaza de conductas que terminen con la vida de alguna de nosotras. Ejemplo de lo anterior es el caso de una estudiante a quien su pololo no deja sola en ningún momento, tanto así que la espera afuera de su sala clases, o el caso de un exfutbolista que grabó videos señalando que "él sería muy feliz" si su mujer desiste de la separación, después de que le fue infiel hasta el cansancio".
Carolina Araya Gaete, directora de carrera de Derecho, Universidad de Las Américas (UDLA) Sede Concepción