EFE

El veterano actor O Yeong-su, conocido mundialmente por su papel en la popular serie de Netflix "El juego del calamar", fue acusado formalmente por la fiscalía surcoreana por supuestamente haber tocado de manera inapropiada a una mujer, informó la agencia de noticias del país asiático Yonhap.

La oficina de la fiscalía del distrito de Suwon (al sur de Seúl, la capital de Corea del Sur) formalizó el jueves la acusación contra O, que fue denunciado por una mujer que asegura que el actor la tocó de manera inapropiada a mediados de 2017. Sin embargo, el intérprete no fue detenido tras la presentación de los cargos en su contra.

Caso reabierto

Esta no es la primera vez que el actor de 78 años, nacido en una localidad que ahora es de Corea del Norte, se ve complicado por este caso. La supuesta víctima denunció el hecho en diciembre del año pasado ante la policía, que terminó cerrando la investigación en abril pasado sin presentar ningún cargo contra O.

Sin embargo, la fiscalía decidió reabrirlo, a petición de la presunta víctima, e investigar al actor, que ha negado las acusaciones durante los procedimientos.

"Solo tomé su mano para guiarla en un camino alrededor del lago. Me disculpé porque dijo que no haría un escándalo por eso, pero eso no significa que admito los cargos", aseguró el actor, según afirma un comunicado que compartió la cadena coreana JTBC.

O Yeong-su comenzó su carrera en la actuación en los sesenta, principalmente en el teatro, donde ha trabajado en cientos de obras del teatro clásico coreano y occidental, como las adaptaciones en ese país de "Un tranvía llamado deseo" y "Fausto".

Pasó a integrar después la Compañía Nacional de Teatro de Corea antes de tener papeles puntuales en cine o televisión.

Antes de hacerse conocido por la serie de suspenso, interpretó a un monje en la celebrada película "Primavera, verano, otoño, invierno... y otra vez primavera" (2003) de Kim Ki-duk. A final de 2021 se dio a conocer globalmente al interpretar a Oh Il-nam, el Jugador 001, el concursante de mayor edad en la macabra competencia en la que se centra la serie de Netflix "El juego del calamar", que se volvió un fenómeno mundial tras su estreno.

Justamente ese papel lo hizo ganador este año el Globo de Oro a mejor actor de reparto y también estuvo nominado a los Emmy en la categoría Actor secundario de serie de drama.

2017 habrían ocurrido los hechos que fueron denunciados por la supuesta víctima.

78 años tiene el actor que negó la acusación y aseguró que "solo tomé su mano para guiarla".

De estar "utilizándola" con fines ejemplarizantes, hasta el punto de "vulnerar" su derecho a la intimidad acusó Shakira a la Hacienda española, que la procesó por supuesto fraude fiscal, que ella ha negado asegurando que desde 2011 ha pagado más de US$108 millones en impuestos en todo el mundo.

La colombiana fue llevada a juicio por seis delitos contra la Hacienda pública acusada de defraudar US$15 millones entre 2012 y 2014, simulando que no residía en España.

En la defensa presentada por los abogados de Shakira, acusan a la Hacienda española de armar una "campaña mediática" para "forzar" a la cantante para que "a pesar de su inocencia, se declare culpable y llegue a una conformidad con las acusaciones".

Para la defensa, la Agencia Tributaria española ha actuado con "afán recaudatorio" y con "fines ejemplarizantes para el resto de contribuyentes españoles", recurriendo a "medidas vulneradoras del derecho a la intimidad, como requerimientos a centros médicos para obtener información reservada" con el fin de demostrar que residió en España más de 183 días al año y estaba obligada a tributar.

Esgrimen que Shakira fue residente fiscal en Bahamas desde 2004 hasta finales de 2014, cuando se radicó en Barcelona. "Ha cumplido escrupulosamente con todas sus obligaciones fiscales en los múltiples territorios con los que ha tenido vinculación profesional", sin una sola sanción, además de que "ejerce una extensa labor filantrópica" a través de la Fundación Pies Descalzos y América Latina en Acción Solidaria", argumentan. La Fiscalía pide ocho años y dos meses de cárcel y una multa de US$24 millones.