Pedro Bárcena González

Marcado por los esfuerzos realizados durante la pandemia del covid-19 se conmemoró en Castro el aniversario 92 de Gendarmería. Un acto en que se destacó el trabajo realizado por Alejandro Correa, director de la Escuela de Adultos de la cárcel local, la cual siempre se mantuvo activa en la contingencia sanitaria.

Este docente tomó el timón del centro de enseñanza tras la jubilación del profesor José Rodríguez. Al poco tiempo, debió enfrentar el impacto de las restricciones por el coronavirus. Sin embargo, se las arregló para que las clases no se interrumpieran y los reos continuaran con su proceso de formación.

Medidas

Tal como recalcó el profesional, desde la institución penitenciaria se relevó "el trabajo realizado durante la pandemia y el retorno a clases presenciales. Se destacó que de un principio y de manera oportuna se tomaron las medidas para continuar con el proceso educativo de los internos, propiciando los espacios y coordinación entre estudiantes, profesores y la unidad penal".

Como especificó la fuente, mediante estrategias "que combinaron las modalidades online y semipresenciales de los docentes, se vivió un período de contención y aprendizaje colectivo".

Esta abnegada labor fue reconocida desde la plana alta de la institución. Así lo mencionó el alcaide del Centro de Detención Preventiva (CDP) castreño, el mayor Carlos Olavarría, detallando que "tanto desde la Dirección Nacional como de la Escuela de Gendarmería de Chile se reconoció el trabajo del director por mantener las actividades académicas en este complejo periodo".

Según el mismo oficial, el recinto de enseñanza de la cárcel de la capital provincial chilota fue de los pocos en el país que nunca interrumpió sus actividades.

"Rápidamente se implementó el sistema virtual. Se premió el compromiso adquirido por el director que acudió desde un primer momento a implementar las instalaciones y conexiones online, como también propiciando las clases de los docentes a distancia. De esta forma, nunca se paró el proceso educativo", sostuvo el alcaide local.

Otro punto que primó para mantener esta dinámica, como especificó Olavarría, fue que "como agentes del Estado debemos velar por el derecho a la escolaridad (de los reclusos), puesto que esta es un factor determinante para que puedan postular a beneficios extrapenitenciarios, como rebajas de condena y libertades condicionales. Entonces el compromiso fue bueno y levantada la emergencia se hizo este reconocimiento".

50 alumnos tiene en la actualidad la Escuela de Adultos del CDP de Castro.

Pedro Bárcena González

La valiente reacción de la dueña de un local comercial violentado en Quellón permitió la rápida detención del responsable del atraco, quien durante la jornada de ayer fue condenado en un juicio simplificado por este robo por sorpresa, como también por amenazar a la víctima y los funcionarios aprehensores.

El ilícito tuvo como epicentro el supermercado La Quillotana, ubicado en avenida Ladrilleros de la ciudad porteña, donde tanto la propietaria como una cajera fueron testigos del accionar del delincuente.

Según lo reportado por el mayor Iván Ulloa, titular de la Sexta Comisaría de Carabineros local, la denunciante dio cuenta rápidamente del delito, con lo cual no tardó en activarse el procedimiento policial.

Como enfatizó el oficial, con los antecedentes de la comerciante de 45 años, "personal se constituyó en el lugar encontrando a la víctima a unos metros del local, quien notificó lo sucedido". Acusó que el imputado entró al recinto con un bolso y al solicitarle que pagara por las especies que mantenía en su interior, intimidó con un cuchillo a la cajera antes de emprender la huida.

La propia dueña siguió al ladrón y le dio alcance, señalando que el sujeto la amenazó con acuchillarla, logrando escapar. Sin embargo, un taxista salió en ayuda de la afectada y retuvo al sospechoso hasta la llegada de Carabineros que concretó la detención.

Audiencia

Justamente, ante la flagrancia del procedimiento no se cuestionó el despliegue policial en la audiencia realizada este miércoles ante el Juzgado Mixto de Quellón. Una audiencia en la que el fiscal (s) Marco Antimilla formalizó al imputado de iniciales C. E. T. A. (34) por tres delitos.

Por robo por sorpresa, amenazas simples y amenazas a carabineros de servicio fue encausado el joven, quien terminó reconociendo su participación en estos hechos, acogiendo el contenido de la acusación verbal del persecutor.

Así lo explicó el defensor Darwin Loreto, remarcando que con esta colaboración sustancial su representado accedió a un juicio simplificado, donde fue condenado por el magistrado Pablo Farfán "por estos delitos y también se le revocó una suspensión condicional por lesiones menos graves en violencia intrafamiliar, llegando a una pena total de 341 días de presidio remitido", detalló.

Junto con señalar que igual se llegó a un acuerdo reparatorio con la comerciante de prohibición de acercamiento a ella como al negocio por el plazo de un año, el jurista destacó como positiva esta salida judicial en favor del imputado, en especial "al descartarse un eventual robo con intimidación o violencia, cuyas penas son más gravosas", concluyó.

150 mil pesos fue el avalúo del robo, casi en su totalidad bebidas alcohólicas.