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Incendios forestales, uno de los grandes desafíos en Chiloé en época veraniega

Emergencias crecieron en la provincia en los últimos dos años un 91% respecto al resto del último quinquenio, según indicó la Conaf, entidad que recalca que el 100% de estos siniestros son causados por acción humana. Bomberos afirma que ayuda en el control de estos, aunque subraya que no es una labor directa de ellos, debiendo además incurrir en diversos gastos.
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César Cárdenas Ruiz

Con el verano y las altas temperaturas también se vive la temporada de incendios forestales. Las localidades rurales, particularmente, extreman sus precauciones, mientras distintas instituciones como la Corporación Nacional Forestal (Conaf) o los cuerpos de Bomberos ponen en marcha planes de seguridad y protección para reducir los riesgos que, como se ha visto en los últimos años, incluso han afectado a las ciudades.

En la última década Chiloé ha activado en reiteradas oportunidades a través de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) alertas amarillas y rojas por distintos episodios de incendios que han ocurrido en distintos puntos del territorio, dejando cuantiosas pérdidas materiales.

Sectores como Punahuel 2 en Castro; cruce Mocopulli, Las Compuertas y Culdeo-Taiquemó en Dalcahue; Dicham y Notué en Chonchi, o Choroihué en Ancud, por solo nombrar a algunos, comprometieron cientos de hectáreas, cuyos efectos correspondieron a pastizales, arbolado nativo y matorral.

No obstante, el caso más grave tuvo lugar hace casi un año, en el sector urbano castreño, exactamente el jueves 9 de diciembre de 2021. El fuego, de acuerdo a peritajes, comenzó en matorrales cercanos al sector alto de la ciudad que luego se extendieron hacia las viviendas de las poblaciones Camilo Henríquez y Yungay. Este desastre dejó a más de 500 personas evacuadas, 18 lesionados y más de 140 casas destruidas. La comuna estuvo en Alerta Roja de la Onemi hasta el 14 de diciembre de 2021.

No hace mucho, aunque con mucha menor afectación, un incendio que comenzó en la madrugada del domingo 23 de octubre de este año consumió casi una decena de hectáreas del cerro Huaihuén en Ancud.

"Nuestros bosques son verdaderas cajas de fósforos, y se sabe que los incendios forestales son culpa casi total de los propios vecinos que botan basura, vidrios por ejemplo que después se transforman en el origen de estos hechos. Esperamos que la participación de las autoridades en la prevención sea más grande", señaló Juana Ruiz, vecina de la península de Lacuy, en la misma comuna del norte de la Isla.

EFECTOS

De acuerdo a un estudio realizado en el Archipiélago en la Estación Biológica Senda Darwin, se revelaron los efectos dañinos a largo plazo que ocasionan los siniestros forestales. Estos no solo dañan la vegetación, sino también a los suelos y su capacidad de mitigación al cambio climático.

Durante los períodos de máxima exposición al fuego en la provincia de Chiloé se registran grandes cantidades de estas emergencias, acabando con extensas superficies de vegetación. Una preocupante situación que amenaza a las comunidades que habitan en sectores aledaños a bosques y plantaciones, pero también a la biodiversidad, ocasionando dañinas consecuencias en la estructura y funcionamiento de muchos ecosistemas del territorio, con efectos que pueden perdurar por más de 50 años.

Así lo demostró una reciente investigación desarrollada por científicos del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) en la Estación Biológica Senda Darwin, localizada en la comuna de Ancud. El estudio fue publicado en la Revista Science of The Total Environment y demostró que los incendios afectan mucho más de lo que se cree.

La investigación estuvo a cargo de Jorge Pérez Quezada (Universidad de Chile) y Aurora Gaxiola (Pontificia Universidad Católica de Chile), ambos del IEB, entre otros expertos que participaron del trabajo, y se desarrolló en un terreno donde hace más de cinco décadas un bosque templado lluvioso fue consumido por un gran incendio, transformándose en un espacio inundado, donde pudieron determinar que los efectos de la emergencia forestal no solo abarcaron la vegetación y el suelo de este ecosistema, sino que además incidieron radicalmente en el equilibrio de gases de efecto invernadero.

"En esta investigación pudimos evaluar los efectos de largo plazo que generan los incendios en bosques del sur de Chile, transformando el espacio en suelos inundados que pueden tomar mucho tiempo en recuperar la capacidad de mitigación del cambio climático. En ese contexto, también encontramos que el bosque maduro es un gran sumidero de gases de efecto invernadero, mientras que el sector quemado puede ser un emisor de los mismos. Y esto, a más de 50 años de ocurrido el incendio", comentó Jorge Pérez, ingeniero agrónomo.

La publicación especificó que los bosques y los suelos son grandes sumideros de dióxido de carbono (CO2), entre otros gases, siendo así grandes aliados para mitigar el cambio climático. Sin embargo, la destrucción de estos hábitats a causa de las llamas perjudica esta indispensable función de los ecosistemas terrestres, afectando también los ciclos hídricos y la disponibilidad de nutrientes en el suelo.

Causas

Durante el verano, cuando no llueve con tanta frecuencia como en el resto del año y el calor es notorio durante varios días, los bosques se llenan de hojas secas que pueden estallar en llamas con la más mínima chispa.

El cambio climático es causa y consecuencia de los incendios forestales. El aumento de las temperaturas es un factor de riesgo para la ocurrencia de estos fenómenos. El peligro de siniestros depende de varios factores, incluida la temperatura, la humedad del suelo y la presencia de árboles y arbustos entre otros.

Pero, ¿qué causa realmente estas emergencias? Algunos ocurren como resultado de la actividad humana. En este sentido, los incendios pueden ser intencionales o no intencionales; pero en la mayoría de los casos, y aunque no exista una voluntad expresa de causar una emergencia, hay prácticas que realiza el ser humano en la naturaleza que pueden ocasionarla. Tirar cigarrillos encendidos sobre la vegetación o no apagar totalmente una fogata son conductas que ponen en peligro la naturaleza circundante. También puede incrementar el riesgo de incendio el abandono de objetos de vidrio, que es un elemento refractario, en la naturaleza.

Por otra parte, el fuego de las quemas agrícolas que efectúan los campesinos para preparar el suelo para los cultivos es otra de las grandes causas antrópicas de los siniestros forestales. Por lo demás, ya están prohibidas desde este mes, aunque hubo una limitación antes esta primavera, instaurada por ola de calor.

Frente a esta problemática, la Conaf todos los años busca sensibilizar a la población respecto a las conductas más recurrentes que pueden generar o propagar un evento de estos. En cuanto a la preparación del organismo, ad portas del inicio de la temporada estival, Claudia Guineo, jefa provincial, comentó que "teniendo como antecedente el análisis del último quinquenio de la provincia de Chiloé, donde se aprecia un aumento significativo en cuanto a ocurrencia de incendios forestales con un crecimiento cercano al 91% en los últimos dos años del período, se hace necesario fortalecer el dispositivo de protección contra incendios forestales en el territorio".

Agregó la profesional que ello difiere, "respecto a temporadas anteriores, en disponibilidad de recursos para la prevención y control de incendios forestales, los que se detallan a continuación, recursos para el control de incendios forestales: medio aéreo de control de incendios forestales, con base en Aeródromo Gamboa, a partir del 7 de diciembre de 2022; 4 brigadas de control y prevención de incendios forestales, actualmente constituidas en la provincia (total de 45 brigadistas forestales); 2 camiones aljibes, y 5 técnicos de prevención y control de incendios forestales con alta capacitación y experiencia".

Si bien la mayoría de los incendios forestales se producen en sectores rurales, también hay casos de siniestros producidos en lugares boscosos pertenecientes o muy próximos al área urbana, como el de Castro Alto hace un año y lo acontecido en Ancud algo más de un mes atrás en el cerro Huaihuén, el que afortunadamente terminó sin casas quemadas.

Respecto a ello, la personera enfatizó que "en la provincia de Chiloé el 100% de los incendios forestales son provocados por acción humana, por lo que la geolocalización de las emergencias por lo general estará ubicada donde exista actividad humana-vegetación de algún tipo, lo que no quiere decir que no tengamos incendios en zonas lejanas, como por ejemplo zonas de camping, faenas forestales, limpieza para habilitación de predios, eliminación de espinillo o matorrales, vandalismo, entre otros".

Prosiguió Guineo: "Su detección y aviso, por lo general, se realiza a través de los números de emergencia de los distintos órganos del Estado reconocidos para estos fines (Carabineros, Bomberos, Conaf, PDI)", adjuntando que, "sin embargo, las redes sociales hoy ocupan un importante medio de detección no oficial, encontrando en algunas ocasiones emergencias que primero son publicadas en estos medios y, posteriormente, avisadas, por lo que instamos a la población a hacer uso de los números de emergencia difundidos para estos fines (Conaf es el 130)".

Otro de los temas reconocidos por este organismo dependiente del Ministerio de Agricultura es el problemático llamado a los jóvenes a ser parte de las brigadas de la entidad. "El trabajo de brigadista forestal demanda muchas aptitudes de quienes quieren ser o forman parte de las brigadas de control y prevención de incendios forestales. La dificultad para reclutar a jóvenes en la provincia de Chiloé consideramos que radica en la diversidad de ofertas laborales, especialmente con la cancelación de medidas sanitarias covid-19", consignó.

Manifestó la ingeniera en maderas que además, "y un tema importante, debido al cambio climático los períodos de mayor ocurrencia se han ido extendiendo y, por lo general, los postulantes son estudiantes (dado que es principalmente un trabajo por temporada estival), lo que hace que no puedan postular al inicio de temporada, que actualmente es octubre, y si logran ingresar, deben retirarse en marzo (la temporada podría finalizar en mayo)".

Se recordó que según la Resolución N°818 del 22 de septiembre de 2022, se encuentra prohibido el uso del fuego para quemas silvoagropecuarias a contar del 1 de diciembre 2022 hasta el 31 de marzo 2023. "El decreto prohíbe todo tipo de quemas y el uso de fuegos en campo y sector urbano, así que hacemos un llamado a la gente a denunciar cualquier tipo de foco, de incendio forestal o quema que se realice en el sector rural o urbano llamando al 130 que es el teléfono Conaf o el 133 que es de Carabineros", precisó Walter Muñoz, encargado comunal de Emergencias de la Municipalidad de Ancud.

BOMBEROS

Esencial es la colaboración activa ejecutada por los bomberos chilotes para sofocar estas emergencias. Camiones aljibes transportadores de agua, carros bombas, vehículos de apoyo logístico, decenas de voluntarios, entre otros, trabajan intensamente en las zonas afectadas cuando la ocasión lo requiere. No obstante, a nivel insular solo existe un cuerpo capacitado para hacerle frente a estos escenarios; esta es una de las principales inquietudes expresadas por los voluntarios, además de la poca retribución económica que existe, dado el alto costo que significa la operatividad en estas incidencias.

Así lo manifestó José Cárcamo, superintendente del Cuerpo de Bomberos de Ancud y presidente provincial de la institución, quien comentó que si bien el personal está presto a colaborar, no es una responsabilidad que recaiga íntegramente en los voluntarios. "Hemos tenido algunas reuniones de coordinación en lo que es netamente forestal, de bosque nativo o de otras especies; fundamentalmente la tarea es de las brigadas de Conaf, nosotros somos mero aporte, porque nosotros como bomberos no tenemos los equipamientos ni las herramientas necesarias para ese tipo de emergencias, no son nuestro principal objetivo. Nosotros siempre en el tema de interfaces (combate de incendios forestales) vamos a estar colaborando con todos los vecinos que se vean amenazados", contó.

Sumó la autoridad bomberil que "siempre la gente está con la disposición y se hacen los resguardos del caso, pero no tenemos ninguna priorización en ese sentido; en esas condiciones estamos, es un planteamiento también en la Isla, Castro solamente tiene una compañía especializada en incendios forestales, no conozco en detalle el equipamiento que puedan poseer".

En esta misma línea, Cárcamo recalcó que "pero también la comunidad tiene que saber que cada vez que estos incendios -provocados por las personas, no son fortuitos, hay que dejarlo claro- ocurren, y los bomberos tenemos que acudir, nosotros tenemos que esperar para poder tener alguna retribución de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) que la zona tiene que estar calificada en Alerta Amarilla o superior, para poder transferir esos costos; una situación que en gastos particulares el Cuerpo de Bomberos (de Ancud) lo ha sufrido mucho".

Justamente en este contexto, es que desde el Cuerpo de Bomberos de Castro, el único chilote con una compañía (la Sexta) con las herramientas para enfrentar estos siniestros, aún sienten los costos que significó combatir el megaincendio de diciembre de 2021. Así lo expresó el comandante Alejandro Ampuero, evidenciando acerca de los principales inconvenientes que se contraponen a la hora de desafiar una emergencia que de forestal pasó a residencial.

"En todas estas intervenciones hay gastos asociados, de equipamiento, de mantención de herramientas o unidades, gastos de combustibles, y lamentablemente no se ha hecho una política buena para fortalecer a Bomberos. Del último interfaz forestal que fue la Camilo Henríquez, tenemos una deuda que lamentablemente son 20 millones de pesos que todavía no está de vuelta, esos son los grandes problemas que tiene Bomberos", puntualizó el oficial del voluntariado de la capital provincial.