columna de opinión de la Independencia de Chiloé
A 197 años
En unos días más conmemoramos la firma del Tratado de Tantauco, mediante el cual Chiloé fue incorporado al territorio de la República de Chile, lo que ocurrió en enero de 1826 y significó el fin a la dominación española en Chile y América del Sur. Estamos a tres años de nuestro bicentenario.
Para que se produjera dicho hecho histórico, Chile debió realizar grandes esfuerzos y sacrificios a fin de derrotar a la guarnición realista que se mantuvo establecida en Chiloé luego de la Independencia de nuestro país. La primera oportunidad en que se intentó lograr este objetivo fue en febrero de 1820, cuando el almirante Cochrane, luego de tomar las plazas fortificadas de Corral y Valdivia, intentó capturar la Isla, no teniendo éxito en su misión. La segunda expedición se realizó por orden del director supremo Ramón Freire, quien personalmente comandó un grupo de naves que zarpó de Valparaíso en enero del año 1824, enfrentándose a las fuerzas españolas comandadas por el coronel Quintanilla, las que derrotaron a las chilenas en marzo del mismo año.
Finalmente, se ordenó una tercera expedición, la que nuevamente fue comandada por el general Ramón Freire. La escuadra nacional zarpó el 27 de noviembre de 1825. El 13 de enero en Pudeto y el 14 del mismo mes en Bellavista, Ancud, se produjeron sendos triunfos para las fuerzas chilenas, los que terminan con la rendición de los españoles y la firma del tratado antes mencionado a unos 30 kilómetros al sur de dicha ciudad, camino a Castro, en una localidad llamada Tantauco.
Tras su anexión al territorio nacional, Chiloé sufrió el abandono de las autoridades centrales y se recuperó lentamente de una época de aislamiento y atraso. Por ejemplo, en 1840 se creó el Obispado de Ancud, en 1843 se produjo la expedición de la Goleta Ancud que desde Chiloé anexó todo el territorio de Magallanes con los beneficios que ello ha significado para nuestro país. Ya en el siglo XX, en 1912 se construyó un ferrocarril entre Castro y Ancud, presentándose como una de las primeras obras públicas de importancia en la Isla.
Con el terremoto de 1960, la Isla quedó prácticamente en el suelo, iniciándose también una época de cambios económicos y sociales; estos significaron una mayor integración al país, un mejoramiento en el transporte, la introducción de la industria y la apertura de mercados para la exportación de sus productos marinos y el establecimiento del turismo como fuente importante en la economía local. Pero la verdad es que los grandes cambios socioeconómicos y las obras de mejoramiento aumentaron aceleradamente recién a partir de 1990, con la recuperación de la democracia.
Chiloé es un territorio multicultural que resulta de la mezcla de la población española y de los diversos pueblos originarios que habitaron y habitan en el Archipiélago como los chonos y huilliches. Además de sus costumbres ancestrales su cultura, se ha ido enriqueciendo a través de la inmigración de personas de diversas nacionalidades durante las últimas décadas.
En la actualidad Chiloé se compone de 10 comunas, las que en total alcanzan cerca de 180.000 habitantes, los cuales se desarrollan en las más diversas actividades, incluyendo industria especialmente acuícola, turismo y servicios, haciendo de este archipiélago un lugar único en el mundo.
Estamos a 3 años de la celebración del Bicentenario de la incorporación de Chiloé a la República de Chile, y a pesar del tremendo esfuerzo que he realizado para que las autoridades nacionales valoren este hecho y juntos miremos el Chiloé del futuro, ello ha sido casi imposible salvo aisladas reacciones locales.
Hace rato que debimos iniciar las gestiones necesarias para materializar las grandes obras que este territorio merece de cara a este acontecimiento tan importante, como por ejemplo la doble vía en la Ruta 5 entre Chacao y Quellón; el puente sobre el canal de Chacao; el puente en el canal Dalcahue, u otras obras como una plazoleta en el sector de Tantauco, y también la concreción de un plan de desarrollo integral para las islas del mar interior de Chiloé y otras obras de infraestructura que consoliden la vocación turística del territorio y el esfuerzo mayor por preservar los valores de nuestra cultura única.
Seguiré intentándolo. Por ahora invito a nuestra gente a conocer más de nuestra historia y de esta fecha tan extraordinaria.
"Hace rato que debimos iniciar las gestiones necesarias para materializar las grandes obras que este territorio merece...".
Gabriel Ascencio Mansilla, abogado y exdiputado