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Emprendedores turísticos evalúan de forma negativa la primera parte del verano en la provincia de Chiloé

Todos coinciden en una baja de visitantes entre diciembre y enero, con respecto al verano pasado y la temporada anterior a la pandemia del covid-19. Cifradas esperanzas existen para lo que pudiera ocurrir en febrero.
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César Cárdenas Ruiz

Si bien la temporada de verano está en pleno desarrollo, distintos gremios ligados al sector señalan que pese a notarse una mejoría en la actividad, aun no se vuelve a las cifras previas a la pandemia.

Para algunos touroperados isleños, la baja en la presencia de turistas registrados en la primera parte de la temporada estival 2022-2023 (diciembre-enero), fue evidente. Un panorama contrario a lo que se vivió durante estas mismas fechas, en el 2021-2022, donde la presencia de veraneantes se dejó sentir, causando inclusive algunos trastornos viales en Castro.

Para muchos actores ligados a la industria, la realidad del pasado verano contrasta con lo que está ocurriendo por estos días, principalmente porque existía una importante liquidez económica producto de las ayudas otorgadas por el Estado, y la denominada postpandemia; a eso se suma, que al estar las fronteras cerradas, Chiloé se transformó en uno de los destinos predilectos.

Favorito

Hasta antes de la crisis por el covid-19, el Archipiélago se ubicaba como el segundo destino favorito para ir de vacaciones entre los chilenos, alcanzando el 21% de las preferencias, de acuerdo a una encuesta encargada por la Subsecretaría de Turismo a la empresa Cadem en el 2019, aplicada a más de mil personas a nivel nacional.

La zona insular solo era superada en aquel ítem por Pucón-Villarrica y seguido de Valparaíso-Viña del Mar. En este contexto el territorio insular se posicionaba como uno de los puntos más destacados en Chile, reafirmando del mismo modo su potencialidad como sitio a nivel global.

Al margen de aquello, el mes que acaba de comenzar podría traer un repunte en los números. Muchos de estos emprendedores ya han comenzado a planificar una serie de estrategias para atraer nuevamente al viajero. No obstante, entre algunos aún se mantiene la cautela.

Es el caso de Katja Siemund, microempresaria turística del sector de Puñihuil en la comuna de Ancud, quien comentó que "en comparación con otros años ha sido más lento definitivamente, hemos tenido delegaciones y había movimiento, pero no como años anteriores. No hay que compararlo con la temporada pasada, la temporada pasada era excepcional, pero nosotros como llevamos más de 15 años trabajando, igual ha sido más baja que temporadas anteriores".

Sumó que "son varios factores juntos, por un lado todos los costos, todo es más caro, y lo otro es que también el año pasado había bonos, había mucho dinero y ahora hay poco recurso; el año pasado la gente recién podría viajar después de pandemia, y no se podía viajar tan fácil al extranjero, entonces los turistas nacionales debían quedarse en el país".

Servicio

En cuanto a las próximas semanas, la fuente manifestó que "nosotros nos encargamos de entregar un mejor servicio día a día a la gente, con los servicios que tenemos tanto en la navegación, como en los restaurantes y alojamientos. Intentamos no subir los precios innecesariamente, estamos muy atentos".

En la capital provincial, Arturo Pérez, gerente general del Hotel Parque Quilquico y quien en más de una ocasión ha sido dirigente del gremio en entidades como la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), detalló que "el inicio de la temporada fue bastante errático, terminamos las últimas dos semanas de diciembre con bastante optimismo y algo de buena ocupación, pero enero en realidad estuvo 30% más bajo que un año normal, el verano del 22'; estuvo un poquito lenta la cosa".

Respecto al desafío próximo, el empresario expresó que "ahora en febrero hemos recuperado la ocupación habitual para un mes de febrero, esperamos llegar a cifras parecidas a las del año pasado, pero en general ha habido una baja y se ha notado que el público ha dejado de visitar Chiloé por la distancia, la lejanía, caros los pasajes, lo caro del combustible, eso ha afectado a todo el turismo del Archipiélago".

De igual forma, Pérez reconoció que "ya no hay nada que hacer, porque la temporada está jugada ya, y recordemos que en Chiloé la temporada se acaba a partir del 20 de febrero, ahí empiezan a retirarse los turistas, la última semana de febrero y ya están los dados tirados".

Navegando hacia el Islote Conejo, ubicado a 65 kilómetros de Castro, también hay una opinión centrada de lo que ha sido este verano. Yessica Godoy, dueña de Quilún Ecoturismo Marino e integrante de la Cámara de Turismo de Queilen, indicó que "es verdad que enero estuvo bastante lento comparado con otras temporadas".

Detalle

Como indicó la isleña, "por ejemplo para nosotros que trabajamos acá en el tour que hacemos, siempre los primeros días de enero era lentísimo, pero después ya comenzaba a mejorar la demanda, y siempre salíamos dos veces el día (tour navegación). En cambio ahora, muy pocas veces salimos dos veces, la mayoría fue una vez al día, pero igual tuvimos todos los días prácticamente salidas en enero".

Refrendando algunos testimonios anteriores, la emprendedora señaló que "el año pasado para mí fue una temporada totalmente extraordinaria, porque vino después de la pandemia".

En alusión a lo que resta de época estival, la fuente recalcó que "en febrero ya estamos viendo un poco más de demanda, pero igual según lo que conversamos con colegas que tienen hospedajes en Castro, que es donde más se mueve todo, igual dicen que está muy lento. Nosotros estamos empezando a aumentar ahora en febrero, saliendo dos veces al día, pero estamos todavía con optimismo, pensamos que febrero tal vez no va a ser full como otros años, pero para nosotros dentro de todo ha funcionado, no ha sido tan terrible como para otros colegas".

Sur de la isla

En la parte sur-austral de la ínsula, Hugo Nilsson, propietario del Fogón y Camping 'Del Chono' ubicado en el sector Huildad, comuna de Quellón, además de dirigente de la Cooperativa Campesina de Turismo Rural de Chiloé, entregó su postura frente al actual momento que vive la actividad turística isleña, y en particular su negocio.

"Hacemos la evaluación considerando lo que fue el 2018, donde todo estaba normal, antes del estallido social, antes de pandemia, y hoy día que también tenemos un año normal podríamos decir, estamos en este año 2023 bajos, mucho más bajos que aquel año 2018", confesó.

De las apreciaciones para febrero, el quellonino hizo hincapié en que "las expectativas son mayores que en enero en cuanto a temporada alta, pero la verdad es que no nos hacemos muchas ilusiones. Lo único que uno puede hacer hoy día es negociar con quien quiera hacer una reserva, bajar hasta 2 por 1 a un niño de 8 años, cosas como esas se pueden hacer", aseveró.