Exdirector de la FIP: "El estado de las iglesias de Detif e Ichuac es alarmante"
Patricio Álvarez analiza su gestión tras casi cuatro años al mando de la Fundación de las Iglesias Patrimoniales de Chiloé.
Tras cuatro años de gestión, Patricio Álvarez dejó de ser el director de la Fundación de las Iglesias Patrimoniales (FIP) de Chiloé, generando un sello de reconversión en lo que a cuidados y reparación de templos religiosos se refiere.
Y más allá de aquellas iglesias que son Patrimonio de la Humanidad, este profesional puso énfasis en aquellas comunidades que por nombre, suelen estar más abandonadas. No obstante, temas burocráticos y escasez de recursos, motivaron su salida del cargo. Ejecución, proyectos emblemáticos y algunos que no pudieron concretarse son parte del balance del ingeniero comercial.
-¿Cuál es el motivo por el que deja el cargo?
-Después de casi cuatro intensos años a cargo de la fundación, decidí asumir nuevos desafíos académicos fuera de Chile. El mundo de la cultura y especialmente el patrimonial, es un mundo desafiante pero al mismo tiempo muy precario que requiere poner todas las energías en conseguir recursos que lamentablemente en Chile son escasos.
-¿Cómo evalúa lo que fue su periodo en la fundación?
-No fue un período fácil, a finales del 2019 tuvimos que enfrentar el estallido social y en el verano siguiente un ataque incendiario destruyó por completo la Iglesia San Francisco de Ancud para luego en marzo enfrentar la pandemia. A pesar de lo anterior, nuestro ritmo de ejecución presupuestaria en vez de disminuir, aumento significativamente gracias a un equipo de destacadas profesionales, entre ellas Katerine Araya y Macarena Almonacid, y también a una alianza con Fundación Procultura. Durante todo este período nos adjudicamos más de 30 proyectos, los cuales superan los 1.200 millones de pesos. Estos recursos nos han permitido contar con nuevos profesionales en proyectos de investigación y prevención.
-¿Cuáles son las acciones que más destaca en este periodo?
-A pesar de la pandemia y en alianza con la empresa Restauro, pudimos seguir ejecutando obras de restauración en las iglesias de San Juan, Calen y Huyar Bajo. Al mismo tiempo, postular a fondos para otros templos. Producto del incendio de la Iglesia San Francisco, pudimos obtener fondos para renovar los sistemas eléctricos de las iglesias de Chonchi, Achao y Aldachildo, las cuales tenían serios riesgos de siniestros. Para esto ejecutamos un Plan de Prevención de Incendios liderado por un destacado bombero, Damián Farías. Me siento orgulloso que al final del periodo tengamos más de un 95% de adjudicación de fondos, lo que nos permite seguir restaurando y trabajando con nuestras comunidades
-¿Qué proyectos quedaron pendientes?
-El estado de las iglesias de Detif e Ichuac es alarmante. Aunque conseguimos cerca de $180 millones para una próxima obra en Detif, el estado de su torre es crítico. A pesar de que hemos acudido a todas las autoridades nacionales y regionales, no hemos recibido el respaldo de ellos para realizar una restauración integral del templo. Me hubiese gustado un mayor apoyo del gobernador regional (Patricio Vallespín), ya que nos hemos reunido con ellos en reiteradas ocasiones para abordar los principales problemas, pero hasta ahora no hemos logrado resultados. Sin embargo, como fundación aún tenemos esperanza de trabajar coordinadamente por el mayor patrimonio de la Región de Los Lagos.