Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Clasificados
  • Estrellas

Despiden como héroes a los bomberos isleños que atacaron el fuego en Lautaro

Contingente de Castro y Dalcahue (más efectivos de Frutillar) se desplegó por 7 jornadas para combatir incendios forestales en esta comuna de La Araucanía y alrededores. Palparon el riesgo de los siniestros y sintieron el cariño de la gente.
E-mail Compartir

Pedro Bárcena González

Tras cumplir con 7 jornadas de exhaustivas labores en el combate de incendios forestales, la Fuerza de Tarea Chiloé-Frutillar retornó ayer desde la que era su base en esta contingencia, la comuna de Lautaro (Región de La Araucanía), para arribar durante el atardecer a sus cuarteles. Un despliegue que fue agradecido con aplausos por una multitud que despidió a los voluntarios en su partida.

34 fueron en definitiva los efectivos bomberiles que se movilizaron para prestar apoyo a sus pares locales, sumando 2 carros forestales, uno semiurbano, más una ambulancia de rescate y el camión aljibe de la institución frutillarina.

Desde que llegaron el sábado anterior, los funcionarios chilotes -de Castro y Dalcahue- se constituyeron en terreno para respaldar las maniobras. Acudieron a focos no solo cercanos a la que era su base lautarina, sino también se trasladaron hasta las comunas de Curacautín, Los Sauces y Galvarino. Menos de 4 horas de descanso tuvieron por día y de nuevo se sumaban al combate.

Esta agotadora dinámica fue descrita por el comandante castreño, Alejandro Ampuero, quien ofició de líder operativo de esta fuerza de tarea, la cual vivió en carne propia los riesgos de esta catástrofe nacional.

"Al llegar y desde el primer minuto nos dimos cuenta de las dimensiones de la emergencia. Por ello, de inmediato nos pusimos a disposición y fuimos destinados esa misma noche a trabajar", recordó el oficial, añadiendo que la situación más peligrosa que enfrentaron fue el miércoles en el sector Santa Elena.

"Se trataba de un incendio de unas 200 hectáreas, que abarcaba una plantación de eucaliptos. La propagación era muy rápida, debido a la alta temperatura, la escasa humedad y el viento, todo en una zona con abundante material combustible, donde los cortafuegos naturales no servían de nada, puesto que las pavesas saltaban decenas de metros", detalló la fuente.

Igualmente, el isleño remarcó que menos de una hora alcanzaron a estar en dicho lugar. "No se podía controlar, era como si se quemara una caja de papel, así que debimos evacuar... afortunadamente nadie resultó lesionado, aunque perdimos material menor, como algunas líneas de mangueras y cajas", sostuvo.

Esta experiencia, como graficó Ampuero, demostró las grandes diferencias entre los siniestros forestales de la zona centro sur y Chiloé. No solo se distinguen por la geografía y condiciones climáticas, "allá te encuentras con paños gigantes de puro combustible, vegetación seca que arde de inmediato", distinguió.

Sin embargo, esta realidad le sirvió de experiencia al contingente chilote, tanto por las características técnicas de las alertas y dispositivos, como las coordinaciones y vivencias con sus pares.

"Aprendimos mucho y también dejamos huella de nuestra labor. Los lazos quedarán por siempre y aunque ahora nos retiramos -según lo dispuesto por el Sistema Nacional de Operaciones-, al bajar la ocurrencia de incendios, estaremos preparados si se requiere nuestra ayuda", precisó el comandante, quien igual relevó todo el cariño entregado por la comunidad de Lautaro.

"Nos hicieron sentir como en casa... nos hicieron hoy (ayer) una tremenda despedida, fue algo emocionante y gratificante, al reconocerse todo nuestro esfuerzo y trabajo", sentenció la fuente.

En tanto, el teniente de la Primera Compañía de Dalcahue, Jesús Oyarzún, manifestó que "fue una semana llena de emociones, con harto trabajo que nos permitió hacer una buena alianza con nuestros compañeros de Lautaro", agregando que los vecinos "nos apoyaron muchos... hasta nos da pena despedirnos".

Reconocimiento

Los representantes de los tres cuerpos bomberiles de la Región de Los Lagos recibieron reconocimientos de parte del alcalde local, Ricardo Jaramillo (RN), por la labor desempeñada en la contingencia.

"Dejaron la vara alta cumpliendo con su deber, plasmando todo su compromiso y valor en nuestra comuna", expuso el jefe consistorial, sumando que "los despedimos como correspondía, nos sentimos orgullosos por todo el respaldo recibido. Esto lo hizo sentir nuestra gente que los acompañó en todo momento".

Por su parte, el superintendente del voluntariado lautarino, Alejandro Rosales, destacó el apoyo de sus colegas chilotes y frutillarinos.

"Se constituyeron en una tremenda ayuda. El grupo llegó con unidades especializadas, ambulancia, paramédicos, más oficiales que brindaron toda su experiencia y calidad humana. Es lamentable que se fueran, pero como han cedido las emergencias pasó. Volvimos a quedar solos, aunque con las coordinaciones listas si se necesita otra fuerza de tarea", apuntó el directivo.

A su vez, el líder institucional resaltó los lazos que se afianzaron con la labor conjunta. "Se ratificó que Bomberos es una gran familia y la gente de acá lo reconoció. Todos estaban muy emocionados en la despedida, las personas salieron a las calles con pañuelos blancos... dejaron una huella imborrable", concluyó.