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Reabren la biblioteca de isla Mechuque luego de estar cerrada desde 2019

Proyectan cambio del mobiliario del recinto de dependencia municipal.
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Tras casi cuatro años de estar cerrada, la isla Mechuque reabrió la Biblioteca Municipal Maestro Humberto Muñoz Bustamante en un acto que incluyó a la comunidad y autoridades de la comuna de Quemchi y la Región de Los Lagos en la costanera de una de las localidades más bellas de Chiloé.

Según la Seremi de las Artes, las Culturas y el Patrimonio, esta vuelta en funciones retoma posibilidades de rearticulación regional desde las bibliotecas públicas y garantiza que los habitantes de esta ínsula de las Chauques cuenten con colecciones bibliográficas renovadas y acciones que van desde el fomento lector a la gestión cultural.

"Estuvo cerrada por muchos años; vinimos con una comitiva de cultura y turismo; realizamos pasacalles con la comunidad justamente para celebrar en torno a la lectura y la literatura, pero también mirar más allá de lo que nos puede entregar la biblioteca pública", mencionó la seremi Cristina Añasco, sumando que "es un espacio comunitario donde los niños y las niñas, adolescentes se pueden encontrar también los adultos mayores, las mujeres y vamos a iniciar prontamente un punto de red para Biblioredes donde también se puede alfabetizar digitalmente".

Pamela Altamirano, coordinadora regional de Bibliotecas Públicas, sumó que "estamos cumpliendo un sueño, para nosotros como coordinación de (Sistema Nacional de) Bibliotecas (Públicas) del Servicio (Nacional) del Patrimonio (Cultural) esta reapertura era un anhelo; esta biblioteca estuvo cerrada desde el 2019, este era un brazo importante de la biblioteca central de Quemchi, es importante porque está en una isla de la comuna, es un territorio que es donde se anheló mucho tener este espacio".

La personera adelantó que se pretende generar un proyecto para renovar el mobiliario, incluyendo la adquisición de un monitor o similar para exhibir cine en el recinto municipal.

aCERCAMIENTO

Entre los vecinos, Gisela Oñate comentó que "encuentro una muy linda iniciativa esto que se haya hecho para nuestros niños que se acerquen a esta comunidad que está bastante alejada siempre de muchas cosas y mejor aún si se hizo la apertura de la biblioteca para los niños y los adultos mayores y como se dice que será un punto de encuentro".

El programa de la reapertura incluyó la participación de los jóvenes del Ballet Folclórico de Quemchi (Bofoquem), quienes viajaron a Mechuque a bordo de la Bibliolancha Felipe Navegante, para bailar chamamé por las calles junto a la marioneta gigante "La Abuela de Todos". Asimismo, la ilustradora Gabriela Lyon desarrolló un taller de creación de personajes con menores de esta isla del mar interior.

Reabren la biblioteca de isla Mechuque luego de estar cerrada desde 2019

Proyectan cambio del mobiliario del recinto de dependencia municipal.
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Tras casi cuatro años de estar cerrada, la isla Mechuque reabrió la Biblioteca Municipal Maestro Humberto Muñoz Bustamante en un acto que incluyó a la comunidad y autoridades de la comuna de Quemchi y la Región de Los Lagos en la costanera de una de las localidades más bellas de Chiloé.

Según la Seremi de las Artes, las Culturas y el Patrimonio, esta vuelta en funciones retoma posibilidades de rearticulación regional desde las bibliotecas públicas y garantiza que los habitantes de esta ínsula de las Chauques cuenten con colecciones bibliográficas renovadas y acciones que van desde el fomento lector a la gestión cultural.

"Estuvo cerrada por muchos años; vinimos con una comitiva de cultura y turismo; realizamos pasacalles con la comunidad justamente para celebrar en torno a la lectura y la literatura, pero también mirar más allá de lo que nos puede entregar la biblioteca pública", mencionó la seremi Cristina Añasco, sumando que "es un espacio comunitario donde los niños y las niñas, adolescentes se pueden encontrar también los adultos mayores, las mujeres y vamos a iniciar prontamente un punto de red para Biblioredes donde también se puede alfabetizar digitalmente".

Pamela Altamirano, coordinadora regional de Bibliotecas Públicas, sumó que "estamos cumpliendo un sueño, para nosotros como coordinación de (Sistema Nacional de) Bibliotecas (Públicas) del Servicio (Nacional) del Patrimonio (Cultural) esta reapertura era un anhelo; esta biblioteca estuvo cerrada desde el 2019, este era un brazo importante de la biblioteca central de Quemchi, es importante porque está en una isla de la comuna, es un territorio que es donde se anheló mucho tener este espacio".

La personera adelantó que se pretende generar un proyecto para renovar el mobiliario, incluyendo la adquisición de un monitor o similar para exhibir cine en el recinto municipal.

aCERCAMIENTO

Entre los vecinos, Gisela Oñate comentó que "encuentro una muy linda iniciativa esto que se haya hecho para nuestros niños que se acerquen a esta comunidad que está bastante alejada siempre de muchas cosas y mejor aún si se hizo la apertura de la biblioteca para los niños y los adultos mayores y como se dice que será un punto de encuentro".

El programa de la reapertura incluyó la participación de los jóvenes del Ballet Folclórico de Quemchi (Bofoquem), quienes viajaron a Mechuque a bordo de la Bibliolancha Felipe Navegante, para bailar chamamé por las calles junto a la marioneta gigante "La Abuela de Todos". Asimismo, la ilustradora Gabriela Lyon desarrolló un taller de creación de personajes con menores de esta isla del mar interior.

columna de opinión

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El chat que podría soñar con ovejas eléctricas

Códigos de cero y unos que en otro tiempo se desempeñaban con eficiencia en una tarea específica, como Deep Blue, un programa de IBM que fue capaz de derrotar a Garri Kaspárov en el ajedrez, o como Da Vinci, el robot quirúrgico más avanzado del mundo que opera con precisión micrométrica. Hoy, ceros y unos se han convertido en un leviatán cuyas fauces se abren para engullir todo tipo de disquisiciones humanas. Los paquetes binarios actualmente son un conglomerado de capas de cilicio con la habilidad de unir puntos que antes solo el cerebro humano podía engarzar. Y cada día que pasa, esos circuitos minúsculos se hacen todavía más rápidos e inteligentes, porque en un giro de ciencia ficción notable, o quizás mejor dicho de "cyborg ciencia", ahora esos polímeros y placas de resinas estañadas, son capaces de aprender por sí mismas a la velocidad de la luz.

Como en la peor pesadilla del astronauta David Bowman en "2001: A Space Odyssey", que enfrentado a la supercomputadora Hal 9000 se ve obligado a destruirla porque adquirió voluntad propia, en la actualidad diversos personajes del mundo científico comienzan a advertir los peligros de colgar el destino humano en los circuitos y ensamblajes de chips de las llamas AI: inteligencias artificiales.

En este contexto, el programa ChatGPT es con toda probabilidad la punta del iceberg de un fenómeno de insospechadas consecuencias. El bot de charla creado por el laboratorio de inteligencia artificial OpenAI ya fue prohibido en las redes computacionales de las escuelas públicas de Nueva York; de hecho, aprobó diversos exámenes para entrar a varias facultades en los Estados Unidos; por tales motivos, y como fruto del temor al fraude, países como Australia están potenciando el uso del papel y lápiz o, en su defecto, la oralidad. La capacidad de este chatbot para redactar textos fluidos, ensayos, poemas y articular conversaciones con usuarios tiene en alerta máxima al sector educativo.

Respuesta

"Soy un asistente inteligente, diseñado para ofrecer orientación, apoyo y ayuda a quienes lo necesiten. Estoy aquí para servir a mis usuarios con respeto, amabilidad y comprensión, proporcionando información de la mejor manera posible." Esto fue lo que respondió ChatGPT frente a mi pueril consulta de "defínete en pocas palabras". ¿Extraño?, ¿amenazante?, ¿extraído de un capítulo de "The Twilight Zone" o "Black Mirror"?

La generación de contenido basado en AI hoy todavía flaquea en pensamiento crítico y resolución de problemas, pero será inevitable a futuro avances mayúsculos en estas áreas. Bien valdría, entonces, reflexionar en las mejores fórmulas para que estas herramientas se transformen en ayuda para nuevas estrategias de enseñanza que mejoren el intelecto humano y no en un lastre que genere inseguridad y plagios fruto de una ética educacional feble.

Hace 55 años el novelista Philip K. Dick situó su novela más famosa: "Do Androids Dream of Electric Sheep?", un clásico de los límites de naturaleza y la artificialidad, en el contexto del año 1991, época en que irrumpió el primer contestador digital; para esos tiempos, una revolución en las comunicaciones humanas, hoy un vetusto mastodonte del cenozoico electrónico. ¿O todavía usted graba mensajes en su teléfono de red fija?, ¿usa usted red fija?

Para un mundo que se prepara para los asistentes personales en forma de avatares, quizás no estemos muy lejos de futuras inteligencias artificiales que nos cuenten sus sueños para el desayuno. Esperemos que esos relatos no sean pesadillas para nosotros.

"El programa ChatGPT es con toda probabilidad la punta del iceberg de un fenómeno de insospechadas consecuencias. El bot de charla creado por el laboratorio de inteligencia artificial OpenAI ya fue prohibido en las redes computacionales de las escuelas públicas de Nueva York; de hecho, aprobó diversos exámenes para entrar a varias facultades en los Estados Unidos".

Maciel Campos Parra,, director de Escuela de Publicidad y Relaciones Públicas, Universidad de Las Américas (UDLA)

columna de opinión

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El chat que podría soñar con ovejas eléctricas

Códigos de cero y unos que en otro tiempo se desempeñaban con eficiencia en una tarea específica, como Deep Blue, un programa de IBM que fue capaz de derrotar a Garri Kaspárov en el ajedrez, o como Da Vinci, el robot quirúrgico más avanzado del mundo que opera con precisión micrométrica. Hoy, ceros y unos se han convertido en un leviatán cuyas fauces se abren para engullir todo tipo de disquisiciones humanas. Los paquetes binarios actualmente son un conglomerado de capas de cilicio con la habilidad de unir puntos que antes solo el cerebro humano podía engarzar. Y cada día que pasa, esos circuitos minúsculos se hacen todavía más rápidos e inteligentes, porque en un giro de ciencia ficción notable, o quizás mejor dicho de "cyborg ciencia", ahora esos polímeros y placas de resinas estañadas, son capaces de aprender por sí mismas a la velocidad de la luz.

Como en la peor pesadilla del astronauta David Bowman en "2001: A Space Odyssey", que enfrentado a la supercomputadora Hal 9000 se ve obligado a destruirla porque adquirió voluntad propia, en la actualidad diversos personajes del mundo científico comienzan a advertir los peligros de colgar el destino humano en los circuitos y ensamblajes de chips de las llamas AI: inteligencias artificiales.

En este contexto, el programa ChatGPT es con toda probabilidad la punta del iceberg de un fenómeno de insospechadas consecuencias. El bot de charla creado por el laboratorio de inteligencia artificial OpenAI ya fue prohibido en las redes computacionales de las escuelas públicas de Nueva York; de hecho, aprobó diversos exámenes para entrar a varias facultades en los Estados Unidos; por tales motivos, y como fruto del temor al fraude, países como Australia están potenciando el uso del papel y lápiz o, en su defecto, la oralidad. La capacidad de este chatbot para redactar textos fluidos, ensayos, poemas y articular conversaciones con usuarios tiene en alerta máxima al sector educativo.

Respuesta

"Soy un asistente inteligente, diseñado para ofrecer orientación, apoyo y ayuda a quienes lo necesiten. Estoy aquí para servir a mis usuarios con respeto, amabilidad y comprensión, proporcionando información de la mejor manera posible." Esto fue lo que respondió ChatGPT frente a mi pueril consulta de "defínete en pocas palabras". ¿Extraño?, ¿amenazante?, ¿extraído de un capítulo de "The Twilight Zone" o "Black Mirror"?

La generación de contenido basado en AI hoy todavía flaquea en pensamiento crítico y resolución de problemas, pero será inevitable a futuro avances mayúsculos en estas áreas. Bien valdría, entonces, reflexionar en las mejores fórmulas para que estas herramientas se transformen en ayuda para nuevas estrategias de enseñanza que mejoren el intelecto humano y no en un lastre que genere inseguridad y plagios fruto de una ética educacional feble.

Hace 55 años el novelista Philip K. Dick situó su novela más famosa: "Do Androids Dream of Electric Sheep?", un clásico de los límites de naturaleza y la artificialidad, en el contexto del año 1991, época en que irrumpió el primer contestador digital; para esos tiempos, una revolución en las comunicaciones humanas, hoy un vetusto mastodonte del cenozoico electrónico. ¿O todavía usted graba mensajes en su teléfono de red fija?, ¿usa usted red fija?

Para un mundo que se prepara para los asistentes personales en forma de avatares, quizás no estemos muy lejos de futuras inteligencias artificiales que nos cuenten sus sueños para el desayuno. Esperemos que esos relatos no sean pesadillas para nosotros.

"El programa ChatGPT es con toda probabilidad la punta del iceberg de un fenómeno de insospechadas consecuencias. El bot de charla creado por el laboratorio de inteligencia artificial OpenAI ya fue prohibido en las redes computacionales de las escuelas públicas de Nueva York; de hecho, aprobó diversos exámenes para entrar a varias facultades en los Estados Unidos".

Maciel Campos Parra,, director de Escuela de Publicidad y Relaciones Públicas, Universidad de Las Américas (UDLA)