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Expertos detallan cómo reconocer y enfrentar el tifus de los matorrales

En las últimas semanas se han reportado casi una treintena de casos con síntomas de la enfermedad, la mayoría en Chiloé, lo que generó alerta epidemiológica en Los Lagos. ¿Cuáles son sus síntomas y cómo prevenirlo? Especialistas hacen recomendaciones.
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Ignacio Silva - Medios Regionales

Los infectólogos chilenos a menudo recuerdan que fue en la década de los 80 cuando en Chile se registraron por última vez varios episodios de tifus.

Esa variante de la enfermedad se producía por las picaduras de los piojos, por lo que con el mejoramiento de las medidas sanitarias terminó por desaparecer.

Sin embargo, en las últimas semanas nuevos casos de tifus encendieron las alarmas. A comienzos de febrero, de hecho, las autoridades sanitarias declararon Alerta Epidemiológica luego de que se reportara una treintena de infectados.

"Pero se trata de tifus de la maleza (o de los matorrales), un tifus diferente porque el microrganismo que lo causa es diferente y también la picadura, que ya no es de un piojo sino de una larva de ácaros que son ambientales", explica el doctor Christian Palavecino, investigador y académico de la Facultad de Salud de la UCEN (Universidad Central de Chile),

Según el especialista, esta es una enfermedad endémica del Asia Pacífico que se registró por primera vez en Chile en 2006, en Chiloé, y desde entonces se ha desarrollado en la zona sur del país por sus características.

"Al igual que los otros tifus, el tifus de la maleza se produce por un tipo de bacteria que es de la familia de las rickettsias y que se transmite por estos ácaros. Estos ácaros se alimentan de algunos roedores silvestres, entonces no se produce tanto dentro de las casas, sino que se contagia al aire libre, comúnmente en zonas donde hay vegetación", dice el investigador.

Guillermo Acuña, infectólogo de Clínica Las Condes, coincide y agrega otras características en relación a la bacteria.

"No tiene que ver con lo que la gente normalmente entiende por tifus, que es la fiebre tifoidea y que es producida por una bacteria que se llama Salmonella typhi. Están emparentadas muy lejanamente", comenta. "Esta bacteria es transmitida por un tipo de ácaro que se llama Trombiculidae o ácaros de la cosecha, que son bastante agresivos en el sentido de que si uno pasa cerca de estas matas producen en el sitio de la inoculación una lesión que se transforma en una escara, una lesión inflamatoria pero que no duele, y en el centro una costra negra".

Además de la lesión, Acuña enumera que entre la sintomatología del tifus de los matorrales se encuentran fiebre, sudoración nocturna, escalofríos, cefalea, adenopatías generalizadas (inflamación de ganglios) y exantema (manchas cutáneas).

"La enfermedad es más o menos grave cuando la persona la manifiesta, porque la fiebre es alta, la cefalea es alta también, se produce un daño hepático, hay un incremento en ciertas enzimas hepáticas y en algún porcentaje es mortal", apunta Palavecino y agrega que la patología tiene un período de incubación de entre 6 y 21 días, por lo que en caso de sentir síntomas la recomendación es acercarse a un centro de salud.

Camping

Entre los especialistas hay consenso en que entre las personas que están más expuestas al tifus de la maleza se encuentran turistas y aficionados a actividades como el trekking y el camping. Por ello, las principales recomendaciones para prevenirla se relacionan con ello.

"Lo más efectivo es limpiar los campos o los lugares que se va a habitar o por los que se va a pasar. En la maleza lo que ocurre es que se ocultan los roedores que es de donde se alimentan estos ácaros. Entonces si no hay maleza, no hay roedores", advierte Palavecino.

"Entonces si vas a un lugar de camping, hay que tratar de acampar en los lugares alejados de los matorrales, en las partes donde hay prado, donde hay césped. Al dormir, tratar de no hacerlo afuera, en la intemperie. No entrar en contacto con el suelo donde hay maleza, porque es ahí donde quedan los ácaros", aconseja.

El médico Acuña recalca la importancia de recibir tratamiento en caso de contagio, apuntando a que la enfermedad tiene una tasa de mortalidad del 6%, pero que baja "notablemente" con la debida terapia.

"El tratamiento para esta enfermedad infecciosa es con un antibiótico oral que se llama doxiciclina, que es una tetraciclina y afortunadamente está disponible en Chile", menciona el experto.

"Se produce por un tipo de bacteria que se transmite por ácaros que se alimentan de algunos roedores silvestres".

Christian Palavecino,, investigador de la, Facultad de Salud, UCEN.

"Los ácaros de la cosecha son agresivos. Si uno pasa cerca de estas matas producen una lesión".

Guillermo Acuña, infectólogo de la Clínica Las Condes.

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Expertos detallan cómo reconocer y enfrentar el tifus de los matorrales

En las últimas semanas se han reportado casi una treintena de casos con síntomas de la enfermedad, la mayoría en Chiloé, lo que generó alerta epidemiológica en Los Lagos. ¿Cuáles son sus síntomas y cómo prevenirlo? Especialistas hacen recomendaciones.
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Ignacio Silva - Medios Regionales

Los infectólogos chilenos a menudo recuerdan que fue en la década de los 80 cuando en Chile se registraron por última vez varios episodios de tifus.

Esa variante de la enfermedad se producía por las picaduras de los piojos, por lo que con el mejoramiento de las medidas sanitarias terminó por desaparecer.

Sin embargo, en las últimas semanas nuevos casos de tifus encendieron las alarmas. A comienzos de febrero, de hecho, las autoridades sanitarias declararon Alerta Epidemiológica luego de que se reportara una treintena de infectados.

"Pero se trata de tifus de la maleza (o de los matorrales), un tifus diferente porque el microrganismo que lo causa es diferente y también la picadura, que ya no es de un piojo sino de una larva de ácaros que son ambientales", explica el doctor Christian Palavecino, investigador y académico de la Facultad de Salud de la UCEN (Universidad Central de Chile),

Según el especialista, esta es una enfermedad endémica del Asia Pacífico que se registró por primera vez en Chile en 2006, en Chiloé, y desde entonces se ha desarrollado en la zona sur del país por sus características.

"Al igual que los otros tifus, el tifus de la maleza se produce por un tipo de bacteria que es de la familia de las rickettsias y que se transmite por estos ácaros. Estos ácaros se alimentan de algunos roedores silvestres, entonces no se produce tanto dentro de las casas, sino que se contagia al aire libre, comúnmente en zonas donde hay vegetación", dice el investigador.

Guillermo Acuña, infectólogo de Clínica Las Condes, coincide y agrega otras características en relación a la bacteria.

"No tiene que ver con lo que la gente normalmente entiende por tifus, que es la fiebre tifoidea y que es producida por una bacteria que se llama Salmonella typhi. Están emparentadas muy lejanamente", comenta. "Esta bacteria es transmitida por un tipo de ácaro que se llama Trombiculidae o ácaros de la cosecha, que son bastante agresivos en el sentido de que si uno pasa cerca de estas matas producen en el sitio de la inoculación una lesión que se transforma en una escara, una lesión inflamatoria pero que no duele, y en el centro una costra negra".

Además de la lesión, Acuña enumera que entre la sintomatología del tifus de los matorrales se encuentran fiebre, sudoración nocturna, escalofríos, cefalea, adenopatías generalizadas (inflamación de ganglios) y exantema (manchas cutáneas).

"La enfermedad es más o menos grave cuando la persona la manifiesta, porque la fiebre es alta, la cefalea es alta también, se produce un daño hepático, hay un incremento en ciertas enzimas hepáticas y en algún porcentaje es mortal", apunta Palavecino y agrega que la patología tiene un período de incubación de entre 6 y 21 días, por lo que en caso de sentir síntomas la recomendación es acercarse a un centro de salud.

Camping

Entre los especialistas hay consenso en que entre las personas que están más expuestas al tifus de la maleza se encuentran turistas y aficionados a actividades como el trekking y el camping. Por ello, las principales recomendaciones para prevenirla se relacionan con ello.

"Lo más efectivo es limpiar los campos o los lugares que se va a habitar o por los que se va a pasar. En la maleza lo que ocurre es que se ocultan los roedores que es de donde se alimentan estos ácaros. Entonces si no hay maleza, no hay roedores", advierte Palavecino.

"Entonces si vas a un lugar de camping, hay que tratar de acampar en los lugares alejados de los matorrales, en las partes donde hay prado, donde hay césped. Al dormir, tratar de no hacerlo afuera, en la intemperie. No entrar en contacto con el suelo donde hay maleza, porque es ahí donde quedan los ácaros", aconseja.

El médico Acuña recalca la importancia de recibir tratamiento en caso de contagio, apuntando a que la enfermedad tiene una tasa de mortalidad del 6%, pero que baja "notablemente" con la debida terapia.

"El tratamiento para esta enfermedad infecciosa es con un antibiótico oral que se llama doxiciclina, que es una tetraciclina y afortunadamente está disponible en Chile", menciona el experto.

"Se produce por un tipo de bacteria que se transmite por ácaros que se alimentan de algunos roedores silvestres".

Christian Palavecino,, investigador de la, Facultad de Salud, UCEN.

"Los ácaros de la cosecha son agresivos. Si uno pasa cerca de estas matas producen una lesión".

Guillermo Acuña, infectólogo de la Clínica Las Condes.