Pese a rechazo inicial de viuda, Tohá acudió a despedir a cabo fallecido
La ministra no habló con los medios, aunque antes dijo que "no existe un clima que le amarre las manos a Carabineros".
Matías Gatica Lindsay - Medios Regionales
Pese a que la viuda de Alex Salazar, carabinero asesinado por un delincuente en medio de un control policial, aseguró que no recibiría al Presidente Gabriel Boric en el funeral de su marido, el Gobierno se hizo presente a través de la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, en el homenaje realizado al mártir 1231 de la institución en la escuela de suboficiales de Carabineros en Concepción.
Pese a que no se sabía si alguna autoridad del nivel central asistiría a las exequias, la jefa de gabinete llegó al mediodía acompañada del fiscal nacional Ángel Valencia y el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez. Una vez allí, se acercó a las hijas del fallecido y a su esposa, Marly Victoriano, a quienes entregó sus condolencias en cuclillas.
Anteriormente, el martes, día que se confirmó el deceso del cabo primero, Victoriano había señalado que el Presidente Boric "no ha tenido los pantalones de venir y presentarse acá (...). Yo ahora no lo recibiría, debió venir cuando mi marido estaba acá".
Si bien en su visita a Concepción la ministra Tohá no se refirió a esos dichos, sí lo hizo el Presidente Boric, quien dijo a radio Paulina que "entiendo las palabras de dolor, frustración y rabia que tiene la viuda del cabo y no puedo sino empatizar con ella (...). En ningún caso voy a contradecirla. Respeto su posición. Apenas supimos de este atropello ofrecimos todas las facilidades y no corresponde, sería una tremenda falta de respeto de mi parte tratar de polemizar con un sentimiento de dolor de una madre, viuda, con dos hijos, que está sufriendo".
Tras ello el mandatario aseguró que Carabineros "cuenta con todo nuestro respaldo para poder enfrentar estos actos de delincuencia con el rigor de la ley".
En una línea similar, Tohá reconoció en radio Cooperativa que si bien "es verdad que hubo una época en Chile de mucha discordia sobre la actuación de Carabineros, tuvimos una explosión social, cuestionamientos a las instituciones", hoy "no existe un clima en la sociedad chilena que le amarre las manos a Carabineros".
Es por ello que luego de sostener el martes una reunión con el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, para reconvenirlo por sus dichos para dotar de más herramientas a las policías, la ministra añadió que "no hay ninguna discusión respecto a que Carabineros tiene apoyo para cumplir las tareas que son parte de su mandato legal y cada vez que lo haga va a ser respaldada", aunque señaló que "la manera en que las policías pueden transmitir sus inquietudes y opiniones sobre proyectos debe seguir canales institucionales para que no se confundan nunca con la deliberación política".
"Tampoco debe haber ninguna duda en relación a que tenemos una agenda de reformas que están en proceso en el Parlamento y otras en elaboración, que se hacen cargo de temas largamente arrastrados en relación a la modernización de las policías", concluyó la secretaria de Estado.
Críticas y sepultura
Tras salir del homenaje a Salazar en el complejo policial Lomas Verdes, un grupo de la Mesa de Seguridad Ciudadana de Coronel Norte emplazó a la ministra Tohá a tomar medidas para resguardar a la población. "Nos está sobrepasando la delincuencia"; "hay que sacar las leyes que están en el Congreso", y "no le quita la autoridad a Carabineros", fueron algunas de las consignas de los dirigentes. La secretaria de Estado se detuvo a escucharlos.
Por su parte, senadoras de Renovación Nacional solicitaron dar urgencia a proyectos en materia de seguridad y afirmaron que si el proyecto de ley "Naín" estuviera en vigencia, "el hombre que atropelló al cabo Salazar podría recibir 40 años de cárcel, pero a la propuesta le faltaron solo tres votos, de los entonces diputados Boric, (Giorgio) Jackson y (Camila) Vallejo". El Gobierno comprometió acelerar las iniciativas.
Tras el homenaje, el cuerpo del cabo fue llevado a su natal Cañete, donde en un templo en Huentelolén será velado. Después pasaría por la casa de sus padres. Hoy será sepultado.