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Implementan protocolos para abordar la obesidad infantil en la provincia

Equipos de nutrición de la red de salud de Chiloé se reunieron en Castro para implementar los programas alimenticios del ciclo vital.
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Preocupados por los altos índices de obesidad que registra la provincia, los equipos de nutrición de la red de salud de Chiloé se reunieron en Castro para analizar y coordinar acciones para la implementación de los programas alimenticios del ciclo vital, además de poder generar un protocolo de referencia y derivación de niños, niñas y adolescentes con obesidad.

Profesionales de la red asistencial chilota indicaron que esta es una realidad que afecta a menores sin distinción etaria, con cifras que reflejan que el 19% de niños y niñas menores de 6 años bajo control presenta obesidad, mientras que el 27% presenta sobrepeso. En el caso de niños y niñas de 6 a 9 años sube a un 21% los casos de obesidad, y un 22% ya registra sobrepeso.

Paola Vivallo, nutricionista y coordinadora provincial de los programas, señaló que el encuentro está inserto en las estrategias de planificación para el año 2023 y consistió en presentar a las nutricionistas de la red provincial los alcances y desafíos alimentarios de la comunidad insular.

La profesional explicó que desde el Servicio Salud Chiloé se presentó una actualización de los programas alimentarios tanto para prematuros niños y niñas de 0 a 6 años y también los cambios alimentarios para el adulto mayor, que se basan en las variables epidemiológicas y sociodemográficas de la población bajo control.

En este sentido, la encargada de programas alimentarios del Servicio Salud Chiloé, Yesenia Mansilla, aclaró que el programa ha evolucionado de manera positiva, agregando que desde el 2018 al 2019 se concretó una nueva reformulación para la población infantil hasta los adultos mayores. "Se ha implementado esta reformulación que ha venido mejorando en la composición de estos productos que se entregan en los establecimientos de Atención Primaria, tanto para la población infantil como para la población mayor y personas con alergias alimentarias, se ha introducido nuevos componentes para mejorar la aceptabilidad, también se ha fortificado con vitaminas y minerales de acuerdo a la edad de la población", indicó.

Respecto a la prevención y promoción, las profesionales de salud interactuaron experiencias a través de un taller metodológico que buscó entregar herramientas para elaborar guías anticipatorias en alimentación y nutrición del ciclo vital.

Implementan protocolos para abordar la obesidad infantil en la provincia

Equipos de nutrición de la red de salud de Chiloé se reunieron en Castro para implementar los programas alimenticios del ciclo vital.
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Preocupados por los altos índices de obesidad que registra la provincia, los equipos de nutrición de la red de salud de Chiloé se reunieron en Castro para analizar y coordinar acciones para la implementación de los programas alimenticios del ciclo vital, además de poder generar un protocolo de referencia y derivación de niños, niñas y adolescentes con obesidad.

Profesionales de la red asistencial chilota indicaron que esta es una realidad que afecta a menores sin distinción etaria, con cifras que reflejan que el 19% de niños y niñas menores de 6 años bajo control presenta obesidad, mientras que el 27% presenta sobrepeso. En el caso de niños y niñas de 6 a 9 años sube a un 21% los casos de obesidad, y un 22% ya registra sobrepeso.

Paola Vivallo, nutricionista y coordinadora provincial de los programas, señaló que el encuentro está inserto en las estrategias de planificación para el año 2023 y consistió en presentar a las nutricionistas de la red provincial los alcances y desafíos alimentarios de la comunidad insular.

La profesional explicó que desde el Servicio Salud Chiloé se presentó una actualización de los programas alimentarios tanto para prematuros niños y niñas de 0 a 6 años y también los cambios alimentarios para el adulto mayor, que se basan en las variables epidemiológicas y sociodemográficas de la población bajo control.

En este sentido, la encargada de programas alimentarios del Servicio Salud Chiloé, Yesenia Mansilla, aclaró que el programa ha evolucionado de manera positiva, agregando que desde el 2018 al 2019 se concretó una nueva reformulación para la población infantil hasta los adultos mayores. "Se ha implementado esta reformulación que ha venido mejorando en la composición de estos productos que se entregan en los establecimientos de Atención Primaria, tanto para la población infantil como para la población mayor y personas con alergias alimentarias, se ha introducido nuevos componentes para mejorar la aceptabilidad, también se ha fortificado con vitaminas y minerales de acuerdo a la edad de la población", indicó.

Respecto a la prevención y promoción, las profesionales de salud interactuaron experiencias a través de un taller metodológico que buscó entregar herramientas para elaborar guías anticipatorias en alimentación y nutrición del ciclo vital.

columna de opinión política nacional de educación socioemocional

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Una

Tras lo acontecido durante el estallido social y la pandemia, la salud mental de los chilenos se vio más perjudicada que nunca y una de las áreas donde quedó en total evidencia este problema fue en la educación, puesto que uno de los segmentos más afectados por las secuelas del encierro fue el de los jóvenes.

Algunas cifras ilustran esta cruda realidad. El año pasado, más de 50 mil niños y niñas desertaron del sistema escolar, según datos del Mineduc. Asimismo, la Superintendencia de Educación informó que las denuncias por violencia escolar aumentaron un 21,7% en 2022 respecto de 2019. Por si esto fuera poco, un estudio de Elige Educar proyecta para 2025 un déficit de más de 26 mil docentes, ya que ha caído fuertemente el interés por ejercer esta profesión.

Incluso, si retrocedemos unos años, en 2017 la OMS presentó un diagnóstico respecto a la salud mental en Chile, el cual evidenciaba que un 6,5% de la población sufría de trastorno ansioso y un 5% depresión; lo que nos sitúa en un crítico cuarto lugar de prevalencia de estas enfermedades en la región. Además, según datos de la Organización Panamericana de la Salud, Chile es el cuarto país de América con mayor tasa de suicidios.

Con esos antecedentes a la vista, es absolutamente necesario y urgente crear una Política Nacional de Educación Socioemocional, que incluya a los distintos estamentos, abarcando desde la educación primaria hasta la superior, y que permita abordar de manera integral la situación antes descrita, porque se requieren acciones en toda la cadena formativa, incluyendo también a profesores y familias, siendo esta una política crucial y urgente, y más en instituciones de educación superior, considerando que hoy sus aulas cobijan a muchos estudiantes ciento por ciento pandémicos. Por lo que, la integralidad debe aparecer en los planes y programas de estudio dentro de la educación formal.

Sobre esta problemática, cabe destacar el proyecto de ley de educación emocional impulsado por la Fundación Liderazgo Chile, y que en 2019 recibió el patrocinio de distintas parlamentarias y parlamentarios. Sin embargo, esta iniciativa todavía no ha podido ver la luz, pues no ha sido prioritaria para las diversas autoridades.

No obstante, con toda la evidencia que tenemos a la vista, podemos concluir que la base del sistema no puede seguir manteniendo lógicas anacrónicas, pues los estudiantes han cambiado, al igual que sus familias y sus entornos.

En ese entendido, es urgente impulsar diferentes técnicas de autocuidado, que cuentan con absoluta evidencia científica, así como también es imperativo que las instituciones educativas aseguremos una formación que abarque lo emocional y social, velando por un buen ambiente construido a partir de una docencia creativa, innovadora y autónoma, con preponderancia en la afectividad, a modo de promover el desarrollo del estudiante en todas sus dimensiones, preparándolo para convivir en armonía con la comunidad.

"Algunas cifras ilustran esta cruda realidad. El año pasado, más de 50 mil niños y niñas desertaron del sistema escolar, según datos del Mineduc. Asimismo, la Superintendencia de Educación informó que las denuncias por violencia escolar aumentaron un 21,7% en 2022 respecto de 2019. Por si esto fuera poco, un estudio de Elige Educar proyecta para 2025 un déficit de más de 26 mil docentes, ya que ha caído fuertemente el interés por ejercer esta profesión. Incluso, si retrocedemos unos años, la OMS presentó un diagnóstico respecto a la salud mental en Chile, el cual evidenciaba que un 6,5% de la población sufría de trastorno ansioso y un 5% depresión".

Cecilia Echeverría Jaque,, vicerrectora académica de la Universidad del Alba

columna de opinión política nacional de educación socioemocional

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Tras lo acontecido durante el estallido social y la pandemia, la salud mental de los chilenos se vio más perjudicada que nunca y una de las áreas donde quedó en total evidencia este problema fue en la educación, puesto que uno de los segmentos más afectados por las secuelas del encierro fue el de los jóvenes.

Algunas cifras ilustran esta cruda realidad. El año pasado, más de 50 mil niños y niñas desertaron del sistema escolar, según datos del Mineduc. Asimismo, la Superintendencia de Educación informó que las denuncias por violencia escolar aumentaron un 21,7% en 2022 respecto de 2019. Por si esto fuera poco, un estudio de Elige Educar proyecta para 2025 un déficit de más de 26 mil docentes, ya que ha caído fuertemente el interés por ejercer esta profesión.

Incluso, si retrocedemos unos años, en 2017 la OMS presentó un diagnóstico respecto a la salud mental en Chile, el cual evidenciaba que un 6,5% de la población sufría de trastorno ansioso y un 5% depresión; lo que nos sitúa en un crítico cuarto lugar de prevalencia de estas enfermedades en la región. Además, según datos de la Organización Panamericana de la Salud, Chile es el cuarto país de América con mayor tasa de suicidios.

Con esos antecedentes a la vista, es absolutamente necesario y urgente crear una Política Nacional de Educación Socioemocional, que incluya a los distintos estamentos, abarcando desde la educación primaria hasta la superior, y que permita abordar de manera integral la situación antes descrita, porque se requieren acciones en toda la cadena formativa, incluyendo también a profesores y familias, siendo esta una política crucial y urgente, y más en instituciones de educación superior, considerando que hoy sus aulas cobijan a muchos estudiantes ciento por ciento pandémicos. Por lo que, la integralidad debe aparecer en los planes y programas de estudio dentro de la educación formal.

Sobre esta problemática, cabe destacar el proyecto de ley de educación emocional impulsado por la Fundación Liderazgo Chile, y que en 2019 recibió el patrocinio de distintas parlamentarias y parlamentarios. Sin embargo, esta iniciativa todavía no ha podido ver la luz, pues no ha sido prioritaria para las diversas autoridades.

No obstante, con toda la evidencia que tenemos a la vista, podemos concluir que la base del sistema no puede seguir manteniendo lógicas anacrónicas, pues los estudiantes han cambiado, al igual que sus familias y sus entornos.

En ese entendido, es urgente impulsar diferentes técnicas de autocuidado, que cuentan con absoluta evidencia científica, así como también es imperativo que las instituciones educativas aseguremos una formación que abarque lo emocional y social, velando por un buen ambiente construido a partir de una docencia creativa, innovadora y autónoma, con preponderancia en la afectividad, a modo de promover el desarrollo del estudiante en todas sus dimensiones, preparándolo para convivir en armonía con la comunidad.

"Algunas cifras ilustran esta cruda realidad. El año pasado, más de 50 mil niños y niñas desertaron del sistema escolar, según datos del Mineduc. Asimismo, la Superintendencia de Educación informó que las denuncias por violencia escolar aumentaron un 21,7% en 2022 respecto de 2019. Por si esto fuera poco, un estudio de Elige Educar proyecta para 2025 un déficit de más de 26 mil docentes, ya que ha caído fuertemente el interés por ejercer esta profesión. Incluso, si retrocedemos unos años, la OMS presentó un diagnóstico respecto a la salud mental en Chile, el cual evidenciaba que un 6,5% de la población sufría de trastorno ansioso y un 5% depresión".

Cecilia Echeverría Jaque,, vicerrectora académica de la Universidad del Alba