Amanecer sin Sombras
En los últimos días hemos visto cómo niños han perdido a sus padres y a padres que han perdido a sus hijos víctimas de la delincuencia. Es algo que no debemos normalizar, no debe dejarnos de conmover el dolor de quienes hoy se irán a dormir sin un beso en sus mejillas, sin una caricia que tranquilice sus sueños. Vidas arrebatadas a quienes sirviendo a la comunidad no dudaron en cumplir con su deber. Los verdugos, hombres marcados por trayectorias delictivas iniciadas tempranamente.
Con un sistema de Justicia, incapaz de reinsertar. Una y otra vez cumpliendo condenas, también quebrándolas. Fugándose o incumpliendo las condiciones de un beneficio. Detrás del gatillo hay exclusión escolar, abandono de la casa, modelos delictivos de padres y cuidadores, consumo desde muy corta edad de drogas y alcohol, hay también trastornos de personalidad y conductas, sin haber recibido salud mental en ningún momento de sus vidas.
Lamentablemente vemos cómo estas trayectorias que derivan en tragedias colectivas, no acabarán si no somos capaces de ir a las causas que las originan. Hoy la niñez en nuestro país sufre una importante crisis gatillada por el surgimiento de múltiples factores de riesgo. Altas tasas de ausentismo crónico y los niveles más altos de exclusión educativa de los últimos años, consumo de alcohol y otras drogas que lideran las Américas, listas de espera en el Sistema de Protección de la niñez, qué más que duplican las que había el 2021, falta de cupos en salud mental para 14 mil niños y adolescentes. Con todo, si no impulsamos una Agenda Temprana de Prevención Social con una oferta disponible localmente y con altos estándares de calidad y evidencia, no seremos capaces de cerrar la brecha que nos lleva a perder el presente y futuro de miles de niños verdaderamente secuestrados por bandas delictivas y de narcotraficantes, que ven en la omisión, en el miedo y pasividad, el principal triunfo de su poder. No queremos más mártires de la delincuencia, soñamos con un país donde hoy no haya rejas en nuestra casa tapando la ventana, donde podamos ver un amanecer sin sombras y un futuro para cada niño que viva libre y crezca feliz.