Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Clasificados
  • Estrellas
[tendencias]

La luz natural y la fría son las mejores para que los niños lean concentrados

En el Mes del Libro, expertos revelaron que el tipo de iluminación es clave para cumplir objetivos como aprender o relajarse.
E-mail Compartir

Natividad Espinoza R. - Medios Regionales

Cuando nos preparamos para leer con fines académicos, nos acomodamos muy bien, buscamos la temperatura perfecta y hasta preparamos algún refrigerio. Y con mayor razón lo hacemos cuando el caso es incentivar el estudio o la lectura infantil. Sin embargo, muchas veces olvidamos revisar un factor clave para esta experiencia: la luz.

"Cuando un niño lee o realiza sus actividades académicas es fundamental que tenga un ambiente cómodo y bien iluminado. Esto puede influir en su comprensión, ya que puede entorpecer su fluidez si las letras son muy pequeñas o poco definidas. Además, si la iluminación es inadecuada puede provocar fatiga visual precoz y asociarse a dolor de cabeza", explicó Bernardita Álamos, oftalmopediatra de Clínica Alemana de Santiago.

Por otra parte, la experta sostuvo que "un ambiente demasiado tenue o, al contrario, muy brillante, pueden conllevar a que el niño se canse en un tiempo más precoz de estudio. Esto último también se asocia a dificultad para conciliar el sueño, lo que a largo plazo se traduce en niños agotados a fin de año".

La luz perfecta

De acuerdo con la médica, siempre la mejor alternativa es estudiar en un ambiente con luz natural, donde la misma llegue de manera indirecta, pero uniforme y con un brillo adecuado.

"Lo ideal es posicionar su escritorio cercano a alguna ventana que permita tener buena luz", precisó Álamos. Aunque precisó que, de no ser posible, "hay estudios que demostraron que la luz led -blanca y fría- brindaría una iluminación brillante y uniforme sin parpadeos, provocando la menor fatiga visual, además de ser energéticamente la más eficiente. Por supuesto, la luz debe ir dirigida hacia la tarea que se está realizando y no hacia los ojos del niño".

También apuntan a que la luz fría es la mejor -de las no naturales- para estudiar, según los resultados de un estudio realizado en 2016 en Corea del Sur, que analizó el rendimiento académico de niños de enseñanza básica expuestos a luces frías, neutras o cálidas en función de la actividad que estaban realizando: blancas para actividades académicas y cálidas para los momentos de ocio y recreación.

Tras comparar los resultados de los niños expuestos a distintos tipos de iluminación con los de otros menores, que siempre usaron la misma, se comprobó que el tipo de luz influyó en su rendimiento escolar: los alumnos del primer grupo obtuvieron un mejor rendimiento.

Alejandra Hernández, neuróloga pediátrica de Clínica Universidad de Los Andes, incluso entregó cifras: "Existen estudios que dicen que con luz fría, en nivel alto, se ha logrado reducir en 64% el número de errores y 40% la capacidad de distracción, aumentado en 26% la velocidad de procesamiento, 8% velocidad de lectura y 10% la compresión de lectura", manifestó.

Adicionalmente, Hernández consignó que para conseguir un trabajo académico provechoso, "el ambiente debe ser silencioso, sin distractores externos como ruido, música, mucha gente, pantallas o muy iluminado. Ojalá se estudie y lea en un ambiente tranquilo donde el niño pueda estar sentado en un escritorio y que los únicos elementos sean la cosas que le sirvan para estudiar".

"Actualmente muchos niños estudian con pantallas, iPads, tablets, las que producen una luz azul que es suficiente para estudiar. Sin embargo, a algunos les molesta un poco la intensidad de esa luz, por lo que se puede bajar un poco, pero no mucho porque puede producir somnolencia y baja la capacidad de atención y concentración", subrayó la neuróloga.

Cálida para relajarse

Tal como la recomendación para estudiar es optar por luz natural o luz fría, la gerenta de producto de iluminación conectada de Sgnify Chile, Paula Riveros, afirmó que "los tonos cálidos y menos intensos podrían provocar un efecto más relajante, para disfrutar de lecturas más livianas".

Lo anterior se condice con el principio que habría aplicado el estudio coreano para escoger la luz cálida para las actividades recreativas.

Eso sí, advirtió la especialista Álamos, "las luces con una temperatura de color cálida pueden provocar que las letras se vean más borrosas", mientras que las parpadeantes producen más fatiga visual.

[tendencias]

La luz natural y la fría son las mejores para que los niños lean concentrados

En el Mes del Libro, expertos revelaron que el tipo de iluminación es clave para cumplir objetivos como aprender o relajarse.
E-mail Compartir

Natividad Espinoza R. - Medios Regionales

Cuando nos preparamos para leer con fines académicos, nos acomodamos muy bien, buscamos la temperatura perfecta y hasta preparamos algún refrigerio. Y con mayor razón lo hacemos cuando el caso es incentivar el estudio o la lectura infantil. Sin embargo, muchas veces olvidamos revisar un factor clave para esta experiencia: la luz.

"Cuando un niño lee o realiza sus actividades académicas es fundamental que tenga un ambiente cómodo y bien iluminado. Esto puede influir en su comprensión, ya que puede entorpecer su fluidez si las letras son muy pequeñas o poco definidas. Además, si la iluminación es inadecuada puede provocar fatiga visual precoz y asociarse a dolor de cabeza", explicó Bernardita Álamos, oftalmopediatra de Clínica Alemana de Santiago.

Por otra parte, la experta sostuvo que "un ambiente demasiado tenue o, al contrario, muy brillante, pueden conllevar a que el niño se canse en un tiempo más precoz de estudio. Esto último también se asocia a dificultad para conciliar el sueño, lo que a largo plazo se traduce en niños agotados a fin de año".

La luz perfecta

De acuerdo con la médica, siempre la mejor alternativa es estudiar en un ambiente con luz natural, donde la misma llegue de manera indirecta, pero uniforme y con un brillo adecuado.

"Lo ideal es posicionar su escritorio cercano a alguna ventana que permita tener buena luz", precisó Álamos. Aunque precisó que, de no ser posible, "hay estudios que demostraron que la luz led -blanca y fría- brindaría una iluminación brillante y uniforme sin parpadeos, provocando la menor fatiga visual, además de ser energéticamente la más eficiente. Por supuesto, la luz debe ir dirigida hacia la tarea que se está realizando y no hacia los ojos del niño".

También apuntan a que la luz fría es la mejor -de las no naturales- para estudiar, según los resultados de un estudio realizado en 2016 en Corea del Sur, que analizó el rendimiento académico de niños de enseñanza básica expuestos a luces frías, neutras o cálidas en función de la actividad que estaban realizando: blancas para actividades académicas y cálidas para los momentos de ocio y recreación.

Tras comparar los resultados de los niños expuestos a distintos tipos de iluminación con los de otros menores, que siempre usaron la misma, se comprobó que el tipo de luz influyó en su rendimiento escolar: los alumnos del primer grupo obtuvieron un mejor rendimiento.

Alejandra Hernández, neuróloga pediátrica de Clínica Universidad de Los Andes, incluso entregó cifras: "Existen estudios que dicen que con luz fría, en nivel alto, se ha logrado reducir en 64% el número de errores y 40% la capacidad de distracción, aumentado en 26% la velocidad de procesamiento, 8% velocidad de lectura y 10% la compresión de lectura", manifestó.

Adicionalmente, Hernández consignó que para conseguir un trabajo académico provechoso, "el ambiente debe ser silencioso, sin distractores externos como ruido, música, mucha gente, pantallas o muy iluminado. Ojalá se estudie y lea en un ambiente tranquilo donde el niño pueda estar sentado en un escritorio y que los únicos elementos sean la cosas que le sirvan para estudiar".

"Actualmente muchos niños estudian con pantallas, iPads, tablets, las que producen una luz azul que es suficiente para estudiar. Sin embargo, a algunos les molesta un poco la intensidad de esa luz, por lo que se puede bajar un poco, pero no mucho porque puede producir somnolencia y baja la capacidad de atención y concentración", subrayó la neuróloga.

Cálida para relajarse

Tal como la recomendación para estudiar es optar por luz natural o luz fría, la gerenta de producto de iluminación conectada de Sgnify Chile, Paula Riveros, afirmó que "los tonos cálidos y menos intensos podrían provocar un efecto más relajante, para disfrutar de lecturas más livianas".

Lo anterior se condice con el principio que habría aplicado el estudio coreano para escoger la luz cálida para las actividades recreativas.

Eso sí, advirtió la especialista Álamos, "las luces con una temperatura de color cálida pueden provocar que las letras se vean más borrosas", mientras que las parpadeantes producen más fatiga visual.

El "tiranosaurio" Trinity se subastó en suiza por 5,2 millones de dólares

E-mail Compartir

El "tiranosaurio" Trinity fue vendido este miércoles en Zúrich (Suiza) por 4,8 millones de francos suizos (5,2 millones de dólares), una cantidad inferior a la que la casa de subastas Koller había estimado que podría haberse pagado por este fósil, el primer Tyrannosaurus rex en subastarse en Europa continental.

El remate concentró a 1.867 postores de todo el mundo, que comenzaron su puja por Trinity, pieza formada por tres ejemplares, en los 4 millones de francos (US$4 millones), para ir subiendo progresivamente.

Se desconoce aún la identidad o la nacionalidad del comprador final.

Los tres tiranosaurios se desenterraron entre 2008 y 2013 en los yacimientos de Hell Creek y Lance Creek, en Montana y Wyoming, Estados Unidos.

Los expertos creen que los especímenes vivieron hace más de 65 millones de años, en el período Cretácico tardío.

Con su precio final, Trinity quedó muy por debajo de Stan, el T. rex más caro de los que se han subastado, vendido en 2020 por US$32 millones en Christie's (Nueva York).

El "tiranosaurio" Trinity se subastó en suiza por 5,2 millones de dólares

E-mail Compartir

El "tiranosaurio" Trinity fue vendido este miércoles en Zúrich (Suiza) por 4,8 millones de francos suizos (5,2 millones de dólares), una cantidad inferior a la que la casa de subastas Koller había estimado que podría haberse pagado por este fósil, el primer Tyrannosaurus rex en subastarse en Europa continental.

El remate concentró a 1.867 postores de todo el mundo, que comenzaron su puja por Trinity, pieza formada por tres ejemplares, en los 4 millones de francos (US$4 millones), para ir subiendo progresivamente.

Se desconoce aún la identidad o la nacionalidad del comprador final.

Los tres tiranosaurios se desenterraron entre 2008 y 2013 en los yacimientos de Hell Creek y Lance Creek, en Montana y Wyoming, Estados Unidos.

Los expertos creen que los especímenes vivieron hace más de 65 millones de años, en el período Cretácico tardío.

Con su precio final, Trinity quedó muy por debajo de Stan, el T. rex más caro de los que se han subastado, vendido en 2020 por US$32 millones en Christie's (Nueva York).