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Tribunal condena al "profesor del torniquete" por ataque al metro

Fiscal pide una pena de 3 años, la que defensa de Roberto Campos dice que ya cumplió. Tiene otro proceso en curso.
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Leo Riquelme - Medios Regionales

El Sexto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago declaró culpable a Roberto Campos Weiss, conocido como el "profesor del torniquete" por el ataque en que participó el 17 de octubre de 2019 a las dependencias de la estación San Joaquín del tren metropolitano.

Los jueces consideraron al docente de matemáticas como responsable del delito de daños agravados cometidos en la víspera del estallido social, hace tres años y medio.

El fiscal jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad y Crimen Organizado de la Zona Metropolitana Sur, Álex Cortez, comentó a la salida de la audiencia que la decisión penal se explica por la "magnitud de los daños y naturaleza del lugar donde se cometieron, que correspondían a un bien de uso público", con la agravante de haber actuado en tumulto.

La lectura de la sentencia será dada a conocer el lunes. El fiscal solicitó que se le imponga una pena de tres años de reclusión en su grado medio, que en la práctica se cumplirían en libertad. Además, requirió que se le aplique una multa de 11 unidades tributarias mensuales (UTM), equivalentes a 693.814 pesos al valor de hoy por el daño ocasionado.

Según avaluó el Ministerio Público, Roberto Campos y otros cinco sujetos ocasionaron perjuicios por más de siete millones a los torniquetes y accesos al Metro de Santiago esa tarde.

Su abogado, el defensor penal público Mario Araya, pidió que en la sentencia se consideren los 56 días que estuvo en prisión preventiva tras su detención y las medidas cautelares de arresto domiciliario nocturno que se le aplicaron cuando quedó en libertad. A su juicio, con ello se daría por pagada la pena.

Además, recordó que en el hecho participaron más personas y aseguró que su defendido no fue quien ocasionó más daños en la estación, en la que estaba a esa hora tras salir de unas clases particulares.

Mientras espera su condena por este hecho, Roberto Campos se encuentra formalizado en otro proceso, esta vez por daños a Monumento Nacional, luego de haber realizado rayados el 16 de abril en la fachada de la Iglesia San Francisco de Santiago, que estaba en recuperación. Se trata del inmueble en pie más antiguo de la capital.

"El tribunal también otorgó la agravante solicitada (...), por cuanto se indicaba en la acusación que este delito fue cometido con ocasión de tumulto".

Álex Cortez,, fiscal de Alta Complejidad.

Tribunal condena al "profesor del torniquete" por ataque al metro

Fiscal pide una pena de 3 años, la que defensa de Roberto Campos dice que ya cumplió. Tiene otro proceso en curso.
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Leo Riquelme - Medios Regionales

El Sexto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago declaró culpable a Roberto Campos Weiss, conocido como el "profesor del torniquete" por el ataque en que participó el 17 de octubre de 2019 a las dependencias de la estación San Joaquín del tren metropolitano.

Los jueces consideraron al docente de matemáticas como responsable del delito de daños agravados cometidos en la víspera del estallido social, hace tres años y medio.

El fiscal jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad y Crimen Organizado de la Zona Metropolitana Sur, Álex Cortez, comentó a la salida de la audiencia que la decisión penal se explica por la "magnitud de los daños y naturaleza del lugar donde se cometieron, que correspondían a un bien de uso público", con la agravante de haber actuado en tumulto.

La lectura de la sentencia será dada a conocer el lunes. El fiscal solicitó que se le imponga una pena de tres años de reclusión en su grado medio, que en la práctica se cumplirían en libertad. Además, requirió que se le aplique una multa de 11 unidades tributarias mensuales (UTM), equivalentes a 693.814 pesos al valor de hoy por el daño ocasionado.

Según avaluó el Ministerio Público, Roberto Campos y otros cinco sujetos ocasionaron perjuicios por más de siete millones a los torniquetes y accesos al Metro de Santiago esa tarde.

Su abogado, el defensor penal público Mario Araya, pidió que en la sentencia se consideren los 56 días que estuvo en prisión preventiva tras su detención y las medidas cautelares de arresto domiciliario nocturno que se le aplicaron cuando quedó en libertad. A su juicio, con ello se daría por pagada la pena.

Además, recordó que en el hecho participaron más personas y aseguró que su defendido no fue quien ocasionó más daños en la estación, en la que estaba a esa hora tras salir de unas clases particulares.

Mientras espera su condena por este hecho, Roberto Campos se encuentra formalizado en otro proceso, esta vez por daños a Monumento Nacional, luego de haber realizado rayados el 16 de abril en la fachada de la Iglesia San Francisco de Santiago, que estaba en recuperación. Se trata del inmueble en pie más antiguo de la capital.

"El tribunal también otorgó la agravante solicitada (...), por cuanto se indicaba en la acusación que este delito fue cometido con ocasión de tumulto".

Álex Cortez,, fiscal de Alta Complejidad.

columna de opinión

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Los buenos hábitos del sueño y el desarrollo óptimo de los niños

Para los padres siempre es muy importante saber cuántas horas de sueño deben tener sus hijos, sean bebés, niños pequeños, en edad escolar o adolescentes. Independiente de que existen pautas, basadas en estudios científicos que establecen la necesidad del sueño, esta varía de a acuerdo a cada persona; lo relevante es que el niño duerma lo suficiente para desarrollarse bien, para aprender y jugar. Todos los menores se benefician física, mental y emocionalmente de una cantidad adecuada de horas de descanso. Por ello, se han establecido guías para el tiempo sugerido de sueño: recién nacidos y lactantes, 12 a 16 horas; 3 a 5 años, de 10 a 13 horas; 6 a 12 años, 9 a 12 horas, y aquellos de 13 a 18 años deben pernoctar 8 a 10 horas.

Para poder cumplir esta cantidad de horas, principalmente en los niños a partir de los 3 años y hasta la adolescencia, es vital crear buenos hábitos de sueño desde un inicio, que perdurarán para siempre.

Para instaurar esta práctica, es primordial que para la familia sea prioridad dormir lo suficiente; para ello los padres deben dar el ejemplo mostrando a sus hijos que el dormir las horas correspondientes, es parte de un estilo de vida sano, tan importante como la alimentación y el ejercicio.

Lo primero es establecer una rutina diaria a la hora de ir a dormir, siempre a la misma hora, esto ayudará al niño a sentirse seguro y confortable. Establecer una rutina nocturna desde pequeños, incluyendo lavarse los dientes, leer un libro e ir a la cama, hará de este momento algo fácil. Esta rutina debe poder ser realizada en cualquier lugar, así el niño se dormirá sin importar donde esté.

Para lograr un sueño tranquilo y reparador es necesario que realicen actividades físicas durante el día al aire libre, bien planificadas de manera que no se extiendan demasiado, luego del colegio, ya que pueden dificultar la conciliación del sueño.

Limitar el tiempo de permanencia frente a las pantallas es primordial y para ello se recomienda no tener dentro de las habitaciones televisores, teléfonos, computadores o tablet, y suspender su uso 1 hora antes de irse a dormir.

Se debe propiciar un entorno seguro y especial para dormir, bajando la intensidad de las luces (la oscuridad promueve los niveles saludables de melatonina, hormona que regula el sueño y el estar despierto), controlando la temperatura ambiental, limitando la cantidad de juguetes que el niño lleva a su cama (una muñeca, oso o manta) y ubicar la cama del niño en un lugar seguro, idealmente una habitación diferente a la de sus juguetes.

Respecto de los adolescentes, es importante recordar que necesitan más horas de sueño, por lo que haber logrado establecer una adecuada rutina de sueño en edades tempranas favorecerá un óptimo descanso en esta etapa de la vida y enfrentar de mejor manera todos los nuevos desafíos y exigencias.

Privar a un niño con regularidad de que duerma menos de las horas necesarias puede conllevar a múltiples problemas del comportamiento y de salud, como irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipertensión, obesidad, dolores de cabeza y depresión. Los menores que duermen bien tienen sistemas inmunitarios más sanos y un mejor rendimiento académico, comportamiento, memoria y una buena salud mental.

"Se debe propiciar un entorno seguro y especial para dormir, bajando la intensidad de las luces (la oscuridad promueve los niveles saludables de melatonina, hormona que regula el sueño y el estar despierto), controlando la temperatura ambiental, limitando la cantidad de juguetes que el niño lleva a su cama y ubicar la cama del niño en un lugar seguro, idealmente una habitación diferente a la de sus juguetes".

Sandra Díaz Rozas, académica de la Facultad de Enfermería, UNAB (Universidad Andrés Bello) Sede Viña del Mar

columna de opinión

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Los buenos hábitos del sueño y el desarrollo óptimo de los niños

Para los padres siempre es muy importante saber cuántas horas de sueño deben tener sus hijos, sean bebés, niños pequeños, en edad escolar o adolescentes. Independiente de que existen pautas, basadas en estudios científicos que establecen la necesidad del sueño, esta varía de a acuerdo a cada persona; lo relevante es que el niño duerma lo suficiente para desarrollarse bien, para aprender y jugar. Todos los menores se benefician física, mental y emocionalmente de una cantidad adecuada de horas de descanso. Por ello, se han establecido guías para el tiempo sugerido de sueño: recién nacidos y lactantes, 12 a 16 horas; 3 a 5 años, de 10 a 13 horas; 6 a 12 años, 9 a 12 horas, y aquellos de 13 a 18 años deben pernoctar 8 a 10 horas.

Para poder cumplir esta cantidad de horas, principalmente en los niños a partir de los 3 años y hasta la adolescencia, es vital crear buenos hábitos de sueño desde un inicio, que perdurarán para siempre.

Para instaurar esta práctica, es primordial que para la familia sea prioridad dormir lo suficiente; para ello los padres deben dar el ejemplo mostrando a sus hijos que el dormir las horas correspondientes, es parte de un estilo de vida sano, tan importante como la alimentación y el ejercicio.

Lo primero es establecer una rutina diaria a la hora de ir a dormir, siempre a la misma hora, esto ayudará al niño a sentirse seguro y confortable. Establecer una rutina nocturna desde pequeños, incluyendo lavarse los dientes, leer un libro e ir a la cama, hará de este momento algo fácil. Esta rutina debe poder ser realizada en cualquier lugar, así el niño se dormirá sin importar donde esté.

Para lograr un sueño tranquilo y reparador es necesario que realicen actividades físicas durante el día al aire libre, bien planificadas de manera que no se extiendan demasiado, luego del colegio, ya que pueden dificultar la conciliación del sueño.

Limitar el tiempo de permanencia frente a las pantallas es primordial y para ello se recomienda no tener dentro de las habitaciones televisores, teléfonos, computadores o tablet, y suspender su uso 1 hora antes de irse a dormir.

Se debe propiciar un entorno seguro y especial para dormir, bajando la intensidad de las luces (la oscuridad promueve los niveles saludables de melatonina, hormona que regula el sueño y el estar despierto), controlando la temperatura ambiental, limitando la cantidad de juguetes que el niño lleva a su cama (una muñeca, oso o manta) y ubicar la cama del niño en un lugar seguro, idealmente una habitación diferente a la de sus juguetes.

Respecto de los adolescentes, es importante recordar que necesitan más horas de sueño, por lo que haber logrado establecer una adecuada rutina de sueño en edades tempranas favorecerá un óptimo descanso en esta etapa de la vida y enfrentar de mejor manera todos los nuevos desafíos y exigencias.

Privar a un niño con regularidad de que duerma menos de las horas necesarias puede conllevar a múltiples problemas del comportamiento y de salud, como irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipertensión, obesidad, dolores de cabeza y depresión. Los menores que duermen bien tienen sistemas inmunitarios más sanos y un mejor rendimiento académico, comportamiento, memoria y una buena salud mental.

"Se debe propiciar un entorno seguro y especial para dormir, bajando la intensidad de las luces (la oscuridad promueve los niveles saludables de melatonina, hormona que regula el sueño y el estar despierto), controlando la temperatura ambiental, limitando la cantidad de juguetes que el niño lleva a su cama y ubicar la cama del niño en un lugar seguro, idealmente una habitación diferente a la de sus juguetes".

Sandra Díaz Rozas, académica de la Facultad de Enfermería, UNAB (Universidad Andrés Bello) Sede Viña del Mar