Alertan que lluvias de invierno generarían más incendios en verano
Según expertos, el riesgo está en la proliferación de pastizal, que al secarse es propenso a quemarse. Piden reducir la cantidad de basura y escombros.
Matías Gatica Lindsay - Medios Regionales
Este año la zona centro sur del país ha sido afectada por dos fenómenos naturales en particular: los incendios y las inundaciones. Si bien son dos tipos de catástrofes diferentes, expertos alertan que las lluvias vividas en este invierno podrían impactar en los siniestros que suelen ocurrir en verano, y que en el caso de la temporada estival que se avecina también sumaría otros factores como las inclemencias climáticas que trae consigo El Niño.
Según explicó el bombero y experto en gestión de emergencias, Michel De L'Herbe, "al tener precipitaciones como las que hemos tenido, incluso aunque fueran menores, va a haber un resultado concreto, que es lo que podríamos denominar combustible liviano, es decir, el crecimiento de pastizal que tiene unas característica: crece rápido, se seca rápido y además es un combustible que cuando entra en combustión se quema muy rápido".
El crecimiento de estos pastizales en zonas donde otros años no hubo vegetación, según el experto, es complicado, más cuando "nuestras preocupaciones hoy son los incendios de rápida propagación, que rápidamente frente a las olas de calor que esperamos para este año generan estos incendios de comportamiento extremo".
Por ello planteó que es de vital importancia comenzar ya las medidas de prevención, "manteniendo control sobre el crecimiento del pastizal y eso va desde lo que puedan ser las zonas cercanas a los hogares y reducirlo con las acciones de las personas, las empresas y los municipios", y crear espacios sin vegetación al menos a 10 metros de los hogares o zonas que se quieran proteger, para evitar la propagación.
A su vez, indicó que otro factor a considerar y que se puede trabajar desde ya es "considerar el manejo del combustible. Por una parte, tenemos el pastizal que se debe mantener lo más bajo posible. El segundo tiene que ver con que hay otro tipo de combustible que son las basuras, los escombros y el material vegetal, que por ejemplo se quemó o se precalentó el año pasado y, por lo tanto, es un material que está disponible con mucha facilidad para el incendio. Entonces ahí vamos a hablar de reducción del combustible", lo que se debe realizar en zonas habitadas y también en sectores de quebradas, donde suelen iniciarse muchos incendios.
Aguas tibias
En cuanto a las condiciones que se esperan para este verano, el bioclimatólogo y docente de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la Universidad San Sebastián, Fernando Santibáñez, adelantó a este medio que a causa del fenómeno del Niño, que impera en el país en este momento, habrá "la presencia de aguas tibias en la costa centro y norte del país, que va a contribuir a que el aire que viene del Pacífico ingrese más temperado y más húmedo, lo que facilitará que se formen ondas de calor en cuanto el anticiclón se acerque al continente comprimiendo este aire contra la superficie. Podemos esperar entonces un verano con sensación térmica elevada, poco confortable durante ciclos de muchos días, ondas de calor cercanas a los 36°C con cierta frecuencia".
Debido a ello, Santibáñez proyectó que el calor podría empezar a sentirse a mediados de octubre, por lo que se darán las condiciones para tener un verano muy seco, lo que podría generar incendios. Por lo mismo aconseja que las medidas de prevención se aceleren.
Similar demanda hace De L'Herbe, quien plantea que este año se debería contar con todas las aeronaves, capacitaciones de brigadistas de Conaf, estrategias de combate antes de la quincena de noviembre, aunque aún no haya eventos de este tipo para esa fecha.