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Alumnos aprenden con un recorrido inclusivo del ecosistema en Chiloé

Actividad se realizó con estudiantes de dos recintos en el Parque Muncipal del sector alto de Castro.
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En el marco del recién pasado Día del Guardaparque, se realizó un recorrido inclusivo por el Parque Municipal Mario Velásquez Uribe del sector alto de Castro. Una iniciativa a la que se sumó la puesta en marcha de una silla de senderismo Joëlette.

La actividad permitió que estudiantes de los colegios Antu Kau y Monteverde conocieran y se empaparan de naturaleza. Además, José Panichini, como ecoguardián en el Parque Nacional Chiloé y que recientemente fue reconocido por la Corporación Nacional Forestal (Conaf), ofreció una charla a los alumnos para que aprendieron sobe las principales especies arbóreas presentes en el bosque nativo insular.

Según lo indicado por Francisco Tapia, jefe provincial del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), junto al municipio local "nació la idea de invitar a un guardaparques para que dé a conocer su labor y al mismo tiempo fomentar las visitas al Parque Municipal de Castro".

En tanto, Patricio Bravo, funcionario de la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato del consistorio castreño, agregó que "para nosotros es muy importante hacer este tipo de articulaciones y acercamiento entre las distintas instituciones y colaborar para que la ciudadanía, en este caso los estudiantes, puedan conocer la labor que realizan los guardaparques, y poder también conocer y aprender de la importancia de los bosques para el ecosistema y la conservación del agua".

Valoración

Uno de los focos de esta actividad en terreno fue la efectiva inclusión, hecho que se reforzó con el uso de una silla de ruedas diseñada para la práctica del senderismo en cualquier tipo de terreno, incluso los accidentados, llamada Joëlette, la cual está disponible en el parque municipal.

Renato Bórquez, profesor de Educación Física de la Escuela Diferencial Antu Kau, resaltó la importancia de generar espacios y de utilizar aparatos que fomenten la inclusión.

"Esta silla contribuye a eliminar barreras de accesibilidad ya que, por ejemplo, nosotros siempre venimos al Parque Municipal de Castro con sillas convencionales y eso requiere realizar mucha fuerza y es muy incómodo", precisó el docente.

Agregó que "ahora con esta silla de senderismo es mucho más cómodo para que las personas con discapacidad física y motora y/o con movilidad reducida puedan disfrutar de las instalaciones de este recinto que está muy bien mantenido".

Finalmente, José Panichini, agradeció la instancia para dar a conocer su labor y la buena disposición de los estudiantes. "Los chicos se veían muy activos en reconocer algunas especies de árboles y pudieron interactuar ahí con el entorno que tiene el parque municipal y como experiencia, es muy linda", acotó.

columna de opinión

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2045

Podría ser el título de una película, de una novela de ciencia ficción, pero para quienes habitamos el archipiélago y hemos seguido la contingencia reciente, este número hace inevitable referencia a la noticia de la postergación del proyecto de doble vía que se espera conecte, en su primera etapa, Chacao con Chonchi. Del informe en cuestión, desarrollado por el Ministerio de Desarrollo Social, se desprende que la obra debiese ejecutarse una vez que logre superar el umbral del 6% de rentabilidad social, cuyo momento óptimo sería el año 2045.

Existe un consenso general en la urgencia de contar con una mejor carretera para el archipiélago. Alcaldes, autoridades, gremios y la población en general coinciden que es un impedimento serio y grave, que ha costado vidas y sigue poniendo en peligro la seguridad y calidad de vida de los habitantes, así como el desarrollo económico y social de todo Chiloé. Es algo que nadie pone en duda y que con justa razón es tomado como una decisión centralista, arbitraria e indignante. Sumado a los retrasos de las indispensables obras de bypass en Castro, las demoras en la implementación de los hospitales de Ancud y Quellón por el déficit de los accesos viales, el panorama se torna desmoralizante. Como afirmó el diputado Alejandro Bernales sobre el informe: "Le pone una lápida al proyecto de la doble vía (…) no entienden que esto es una urgencia de Chiloé, y no conocen la realidad de esta ruta, que está hecha pedazos"

Pero resulta imposible, en un ejercicio reflexivo, no pensar, proyectar, cuestionar cuál será la realidad del archipiélago el año 2045. Algo que se ve tan lejano y, sin embargo, una pregunta que flota en el aire respecto a qué pasará, cómo nos encontrará ese futuro distante hacia el que avanzamos muchas veces a ciegas. Parafraseando a Bernales, no solo la ruta esta "hecha pedazo". Bosques, humedales, turberas, playas; espacios urbanos, hogares domésticos, comunidades, vidas humanas también lo están. Las posibilidades de desarrollo que abre la conectividad con el Puente de Chacao y la necesaria mejora de la infraestructura vial tendrán un costo en materia del impacto ambiental en que se sustenta gran parte del modelo de desarrollo económico insular. No hay blancos y negros, pero si matices y consideraciones que exigen mirar en proyectiva. Este es un ejercicio de responsabilidad ciudadana. Un derecho y un deber. Un acto consciente que debemos fomentar en el debate público, en salas de clases y espacios de encuentro de organizaciones comunitarias. Es un dialogo necesario, que debe trascender la esfera doméstica, cotidiana, hogareña, para manifestarse en su dimensión política, donde se terminan tomando las decisiones que nos afectan a todos si queremos un futuro mejor y no terminar como una gran zona de sacrificio.

¿Qué futuro nos deparará el 2045? ¿Cómo será la realidad social, ecológica, cultural del archipiélago? ¿Cuántas de las tradiciones se mantendrán vivas y con ellas la identidad tan única de Chiloé? ¿En qué áreas de desarrollo la provincia puede concretar mejoras sustantivas? ¿Qué quedará?

Tal y como en materias viales existen algunos consensos mayoritarios y una voluntad transversal de actuar y presionar a las autoridades centrales para que se cumplan mejoras urgentes, la invitación es a pensar en que necesita hoy ese Chiloé del 2045 para poder ser un territorio en que valga la pena vivir, que se respete y no consuma en un desarrollo a ciegas; en los grandes objetivos comunes que nos cuiden y protejan para un futuro en que no todo este hecho pedazos.

"¿Qué futuro nos deparará el 2045? ¿Cómo será la realidad social, ecológica, cultural del Archipiélago? ¿Cuántas de las tradiciones se mantendrán vivas y con ellas la identidad tan única de Chiloé? ¿En qué áreas de desarrollo la provincia puede concretar mejoras sustantivas? ¿Qué quedará? Tal y como en materias viales existen algunos consensos mayoritarios y una voluntad transversal de actuar y presionar a las autoridades centrales para que se cumplan mejoras urgentes, la invitación es a pensar en qué necesita hoy ese Chiloé del 2045 para poder ser un territorio en que valga la pena vivir, que se respete y no consuma en un desarrollo a ciegas; en los grandes objetivos comunes que nos cuiden y protejan para un futuro en que no todo este hecho pedazos".

Damián Valdés Piñera, encargado Comunidad y Extensión, Fundación Parque Tantauco.