La carrera a la Luna acelera la búsqueda de energía eficiente
El costo energético de situar un kilogramo de masa en la órbita terrestre bordea entre los 52.000 y los 105.000 dólares.
Agencia EFE - Medios Regionales
Las grandes agencias espaciales internacionales, como la NASA (EE. UU.), ESA (Europa), ISRO (India), JAXA (Japón) y CAST (China), se afanan en hacer más eficiente la tecnología de la energía de las misiones fuera de la órbita terrestre para evitar quedarse atrás en la carrera por la vuelta del hombre a la Luna.
Unos 400 ingenieros y científicos de esas agencias y de otras, también líderes mundiales, la francesa CNES y la alemana DLR, estuvieron participando en el XIII Congreso Europeo de Sistemas de Potencia Espaciales (ESPC 2023), organizado en el centro de congresos de Elche (Alicante) por la División de Potencia (Power Division) de la Agencia Espacial Europea (ESA-ESTEC) en colaboración con la Universidad Miguel Hernández (UMH).
Repartidos en tres mesas de discusión, los expertos de más de 30 países impartieron cerca de 160 presentaciones técnicas en diversas sesiones paralelas sobre algunos de las últimas novedades de este sector tan puntero y especializado, donde todos coincidieron en el interés que existe por llegar e implantarse en la Luna.
Uno de los puntos fuertes fue una charla plenaria sobre el programa internacional de volver a pisar la Luna, la misión Artemis I y el sistema de potencia del módulo de servicio.
El profesor de Tecnología Electrónica de la UMH Ausías Garrigós explicó que la vuelta a la Luna concita un "gran interés", sobre todo hacerlo cerca de los polos puesto que, a diferencia de lo que ocurre en nuestro planeta, es allí donde se espera que las condiciones para poder tener una base sean "óptimas" tanto por la temperatura, menos extrema, como por la posibilidad de encontrar agua en el alguno de sus cráteres.
El campo que trabajan estos investigadores e ingenieros es de vital importancia, ya que se calcula que el costo energético de situar un kilogramo de masa en la órbita terrestre es muy elevado, de entre 52.000 a 105.000 dólares, una cifra que se multiplica por 20 o 30 para llevarla hasta su satélite natural.
Para allanar el camino en esta carrera espacial por la implantación en la Luna, los ingenieros espaciales trabajan tanto en la obtención más eficiente de la energía como en la tecnología para almacenar y gestionar ese recurso para abastecer los instrumentos, equipos de propulsión y comunicación "al menor coste posible".
El congreso realizado en España fue financiado por la ESA.