Participación y calificante centran el debate en juicio por asesinato en Castro
Acusado arriesga presidio perpetuo por el crimen cometido en la villa Mirador, donde la víctima fue atada, sufrió más de medio centenar de lesiones y murió estrangulada. Defensa invoca teoría exculpatoria y la absolución.
Marcada por la extensa declaración del acusado, comenzó durante la jornada de ayer el juicio por el asesinato de un joven al interior de su hogar, emplazado en la villa Mirador de Castro. Una audiencia que inicia la misma semana en que se cumplieron 2 años del crimen, recordado por cercanos a la víctima con lienzos y pancartas colgados a las afueras del Tribunal Oral en lo Penal.
Ante la sala presidida por la magistrada Loreto Yáñez se analiza la responsabilidad del encartado de iniciales F. J. A. S. (36), en el delito de homicidio calificado contra Cristian Alejandro Ruiz Mansilla (34), quien falleció el 16 de octubre del 2021. Presidio perpetuo simple arriesga por esta figura penal, más otros 5 años de reclusión por hurto.
Los acusadores estiman la concurrencia del ensañamiento, describiendo que el padre de dos niñitos sufrió más de medio centenar de lesiones, incluyendo cuchilladas en la cabeza y golpes con un martillo, antes de perder la vida por asfixia por estrangulamiento.
Tal como expuso en sus alegatos el fiscal Enrique Canales, quien instruyó la indagatoria, este caso "demuestra una violencia inusitada, pocas veces vistas".
Junto con señalar que el afectado por "casualidad" se cruzó con el imputado esa fatídica jornada, como también con el otro sujeto que fue indagado en esta causa, identificado como J. A. G. R. (31), quien murió en la cárcel el pasado 18 de marzo, el persecutor remarcó que mientras los tres compartían "se desató la furia".
Insistiendo en los antecedentes que sustentarían la calificante, el abogado sostuvo que el dueño de casa fue sometido a un ataque "persistente que le provocó un sinnúmero de lesiones. Esta sistemática agresión fue más allá de vencer la resistencia de la víctima. Se generó un aumento del sufrimiento hasta llegar a la muerte de la persona".
Tortura
Ratificando que gran parte del debate se concentrará en esta circunstancia modificatoria, el coordinador del Centro de Apoyo a Víctimas de Delitos (CAVD), Álex Contreras, quien representa como querellante a Gianina Ruiz, hermana del occiso, expresó que "con la prueba demostraremos más allá de toda duda razonable la intervención del acusado y el tipo penal".
Como precisó el jurista, con los más de 70 medios probatorios disponibles para la audiencia, "se confirmará el aumento deliberado del dolor al que fue sometido Cristian. Es más, esto constituye una forma de tortura, por el extenso tiempo en que se prolongaron las agresiones", sumando que el joven fue atado sin tener la posibilidad de repeler el ataque.
Por su parte, el defensor Pablo Figueroa invocó la absolución del enjuiciado, recalcando que con la prueba no se podrá acreditar la calificación jurídica de los hechos. "No se ve una intención de matar, un móvil, tampoco que se hayan puestos de acuerdo los imputados, no existe un nexo causal", acotó.
Reconociendo que las declaraciones de los intervinientes atribuyen responsabilidades cruzadas, el profesional esbozó una eventual legítima defensa.
"Hay agresiones contra mi representado, quien intentó reducir a la víctima para no resultar herido. Además, no participó de las lesiones más graves que le causaron la muerte a la persona", explicó el jurista, desvirtuando también los cargos de hurto, indicando que el capitalino "no tenía disposición de la especie".
Declaración
En tanto, esta posición fue refrendada con la intervención en estrado del bartender, la cual se extendió por cerca de dos horas.
Tras desglosar su llegada a la Isla para trabajar, como a la pensión donde conoció al coimputado, el sujeto describió la jornada de alcohol previa al encuentro con el castreño, como el 'carrete' al interior de su vivienda, planteando supuestas acciones violentas del occiso.
"Me pareció inusual que respondiera con rasgos de superioridad, además me jaló desde la muñeca en varias ocasiones", advirtió el encartado, agregando que Ruiz "desde el lavaplatos tomó un cuchillo y se lo guardó en el bolsillo". Incluso, aseguró que le tomó el brazo para que no sacara el arma.
Igualmente, el joven se desmarcó de las agresiones contra el afectado, las que sindicó a su excompañero de morada. "Lo golpeó en múltiples ocasiones", apuntó, sumando que "le dije que se calmara". No obstante, admitió que ayudó a reducir a la víctima, que proporcionó un cable e intentó amarrarla, hasta que salió de la casa ingresando al auto del ofendido en el que escaparon del lugar.
Esta versión buscó ser desvirtuada por los acusadores, quienes apuntaron a contradicciones en los testimonios ofrecidos por el encartado durante la indagatoria. Una posición que -afirman- busca entablar esta teoría exculpatoria, la cual pretenden descartar con la múltiple prueba reunida, que esta jornada continúa exponiéndose ante el tribunal castreño.
"Pedimos presidio perpetuo, que esperamos entregue algo de conformidad a la familia".
Álex Contreras,, abogado querellante.