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Ancuditanos demandan la ampliación de la red sanitaria en Pudeto Bajo

Empresa dice estar dispuesta a trabajar con el municipio en la regularización de este barrio y sectores cercanos en plena ciudad, donde las familias son abastecidas por un pilón municipal. SISS dice que se debe hacer un catastro.
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César Cárdenas Ruiz

Con el objetivo de analizar las distintas alternativas que permitan encontrar soluciones para la problemática del acceso al agua potable en algunos puntos del populoso barrio Pudeto Bajo, en la sede social del sector de Elena Vera Muñoz vecinos del lugar en compañía de pobladores de lugares contiguos como el pasaje Sepúlveda y Ruta 5 se reunieron con el alcalde Carlos Gómez (indep.) esta semana.

En la instancia, en la que además se hizo presente la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), los lugareños expresaron la necesidad de que un mayor número de familias pueda contar de manera continua con el vital elemento. Ello, porque en la actualidad parte de los residentes está conectado a unos pilones de agua, situación que dificulta un quehacer normal.

Así lo manifestó Mónica Vargas, presidenta de la JJ. VV. Elena Vera. "El problema de nosotros es por un pilón donde se está sacando agua ilegal. Hace varios años atrás como tres casas nomás estaban favorecidas para sacar esas aguas de ese pilón y ahora resulta que hay muchos vecinos conectados al pilón. La idea es que formen un comité de agua potable", precisó.

A su vez, el jefe provincial de la SISS, Ricardo Zavalla, explicó que "hay varios vecinos y viviendas que no tienen conexión a la red de agua potable, en este momento están siendo abastecidos por un pilón municipal. A raíz de esto obviamente se creó la necesidad de poder abastecer a estas viviendas que están en el sector con la red de agua potable que tiene este momento la empresa Suralis (ex Essal)".

Sumó el personero que "en reunión que tuvimos el día anterior a esta reunión, participó la empresa sanitaria donde a través del jefe de esta repartición, Patricio Garcés, nos informó que se le informó a la municipalidad que este es un proyecto bastante más viable, que se podía concretar por el hecho de que existen redes muy cercanas a este sector, que además este terreno está dentro del territorio operacional y el territorio urbano. Es mucho más fácil poder concretar un proyecto de esta naturaleza".

Eso sí, el funcionario público destacó que todo esto "tiene que pasar muchas instancias como todos los proyectos, donde hay que hacer un catastro de cuántas son las viviendas, dónde van a sacar el agua por dónde se van a conectar, cuáles son los lugares de mayor factibilidad para poder conectarse a la red de agua potable. Eso fue lo que estuvimos viendo con los vecinos durante esa reunión, donde el alcalde le dijo que iban a colocar todo de su parte para poder ejecutar este proyecto".

Suralis

Finalmente, desde Suralis, Patricio Garcés, jefe de desarrollo de nuevos servicios de la firma, comunicó que "nos hemos reunido en un par de reuniones con el municipio y les hemos manifestado estar disponibles para apoyar a la casa edilicia en la regularización de esos sectores".

"Para que eso ocurra ellos deben desarrollar todos los estudios necesarios para ser presentados en busca de financiamiento estatal. Entendemos que aquello debe avanzar para que se concreten regularizaciones", adjuntó el ejecutivo de la sanitaria.

Al cierre de la edición y tras las consultas, no se logró pronunciamiento desde el municipio sobre este tema.

cronica@laestrellachiloe.cl

columna de opinión

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El 18-O en perspectiva

A cuatro años del 18 de octubre, y en el actual momento político nacional, es necesario que cualquier persona con responsabilidad cívica mire hacia atrás a fin de analizar el presente y así ayude a corregir potenciales errores que pudieran enlodar nuestro futuro.

En primer lugar, considero importante señalar que la mayoría de las reivindicaciones evidenciadas en las manifestaciones sociales derivadas del 18-O eran legítimas y muy necesarias, especialmente si se reconoce que Chile es un país caracterizado por la desigual; no obstante, también es importante señalar que las formas en las que se fueron presentando dichas reivindicaciones crearon un "momento constituyente", el que se vio contaminado con una violencia que provocó un caos social que paralizó al país; algo que no se había visto antes en el Chile democrático.

Gran responsabilidad de esto le corresponde a la clase política nacional, la que durante años priorizó sus intereses particulares, prefiriendo cuidar sus cuotas de poder, perdiendo así la oportunidad de convertirse en un agente generador de confianza pública y en un actor directo en la modernización del país con capacidad de ser un nexo en la sana relación que debiera existir entre el Estado y la ciudadanía.

Lo anterior, en función de un Poder Ejecutivo que transversalmente llegaba tarde a atender las necesidades de la población y ocupaba su investidura para proteger la negligencia de los suyos, y, un Parlamento caracterizado por un pobre trabajo legislativo y reconocido por la ciudadanía como un poder del Estado que no trabajaba para el bien común, sino en función de las expectativas de sus conglomerados y financistas, lo que se ejemplificaba con la nominación de autoridades que protegían sus intereses partidistas y ofrecieran garantías para obviar las responsabilidades individuales de parlamentarios corruptos.

Así entonces, la ciudadanía, en su gran mayoría, reconoció a la clase política como una "entidad" ineficiente en mejorar la calidad de vida de los chilenos y servil a los intereses del poder económico, configurándose -en consecuencia- como los responsables de la mercantilización de los derechos sociales, lo que no es otra cosa que ponerle un precio a la dignidad de las personas.

"cocina"

Ante esto, y sin tener el apoyo ciudadano, la clase política -representada en el Congreso- buscó una salida institucional al estallido social. Fue así que se acordó o "cocinó" la "creación" de un "proceso constituyente", el que con reglas instrumentales y un método electoral que favorecía la opción de los partidos políticos buscaba constituir un órgano capaz de refrendar constitucionalmente las reivindicaciones por los derechos sociales.

Fue en ese contexto en el que se desarrolló la elección presidencial, la que encontró en el miedo a los extremos al factor que explicó el voto de buena parte del electorado en primera vuelta y la elección de Boric como Presidente de Chile en el balotaje.

Meses después se materializó la "cocina constituyente". Ahí se refrendó -no solo en la elección del método, sino también en la elección de los convencionales- el desprecio ciudadano hacia la clase política tradicional y hacia el Parlamento, ya que a pesar de todos los mecanismos de protección que la élite política estableció a su favor, la ciudadanía le dio la espalda, respaldando mayoritariamente a candidatos que apoyaban no solo las reivindicaciones sociales, sino también la forma en la que se llegó a ese "momento constituyente".

"Gran responsabilidad de esto le corresponde a la clase política nacional, la que durante años priorizó sus intereses particulares, prefiriendo cuidar sus cuotas de poder, perdiendo así la oportunidad de convertirse en un agente generador de confianza pública y en un actor directo en la modernización del país con capacidad de ser un nexo en la sana relación que debiera existir entre el Estado y la ciudadanía. Lo anterior, en función de un Poder Ejecutivo que transversal-mente llegaba tarde...".

Pedro Díaz Polanco, docente de la Escuela de Administración Pública, Universidad Austral de Chile (UACh) Sede Puerto Montt, y máster en Estudios Internacionales