El magistral y olvidado libro que desmenuza el mundo chilote
Este mes se cumplen 40 años de la publicación de "Chiloé y los chilotes: marginalidad y dependencia en la Patagonia chilena", del geógrafo francés Philippe Grenier. Una monumental obra que, no obstante, permanece poco conocida y leída, debido a que nunca ha sido editada en español.
Chiloé celebraba los 400 años de la fundación de Castro cuando el geógrafo francés Philippe Grenier pisó por primera vez el Archipiélago. Era febrero de 1967. Grenier tenía entonces 31 años y llevaba tres meses en nuestro país como profesor de la Universidad Católica de Valparaíso. En su deseo de hacer investigaciones geográficas, había optado por esta desmembrada comarca, y así fue que llegó a la tierra del curanto, el Caleuche y el Trauco, en medio de un especial aniversario.
Fue una fascinación inmediata. El galo descubrió que había llegado a una singular región, compuesta de suaves lomajes y casas dispersas, reinada por el viento y la lluvia, habitada por el chilote campesino "vecino del bosque y del mar", y con escenas de "mujeres llevando el trigo al molino del arroyo" y "niños descalzos jugando al trompo o recogiendo moras" a orillas del camino de polvo y barro.
Pero era también una región que lo desconcertaba. ¿Por qué "la maraña de pequeñas parcelas, apenas cultivadas y mal cercadas"? ¿Por qué los "cercos de ramas y caminos de tierra de hace un siglo"? ¿Por qué un régimen alimenticio "poco variado y esencialmente monótono" basado en la papa? ¿Por qué la mitología "extremadamente viva"? ¿Y por qué miles de chilotes año a año emigraban a la Patagonia?
Era una región "extraña". Entonces Grenier decide emprender en un estudio de geografía humana. Revisa numerosos periódicos y archivos de instituciones públicas, lee centenares de obras que tengan relación con la región chilota y durante siete años viaja a Chiloé quince veces y suma casi nueve meses de estadía. Tras el golpe de Estado, regresa a Francia en abril de 1974, desde donde continúa su investigación durante los siguientes cinco años. En febrero de 1980 la defiende como su tesis de doctorado. Y finalmente cuatro años después, mayo de 1984, la publica en francés, bajo el título "Chiloé et les Chilotes: marginalité et dependance en Patagonie chilienne".
El libro lo dividió en cuatro partes y once capítulos. La primera sección aborda la realidad humana de Chiloé a través de las temáticas del aislamiento, la pobreza y el trabajo. Después, analiza el espacio físico chilote a través de sus tres elementos más importantes: el mar, la lluvia y bosque. La tercera parte examina por separado el abandono extremo y la explotación sistemática de cuatro siglos, dos temas contradictorios que, sin embargo, darían forma a las estructuras fundamentales del mundo chilote contemporáneo: la emigración y el minifundio. La cuarta y última parte, en tanto, aborda los (fracasados) intentos de desarrollo realizados por el Estado entre 1950 y 1973 y las condiciones de la economía chilota a comienzos de la dictadura. Además, tiene casi dos centenares de cuadros, mapas, gráficos, figuras y fotografías, y una extensa lista con 896 fuentes bibliográficas. Total: 596 páginas, y prácticamente en tamaño carta.
Abrumador, por cierto, pero he aquí las dos grandes fortalezas del geógrafo: una mirada aguda y una pluma inspirada. El libro no es un mero compendio de datos y hechos, sino más bien un completo desmenuzamiento de todos los factores que explican la pobreza del Archipiélago. Un verdadero retrato de la realidad humana chilota.
Y lo hace con la sensibilidad de un poeta, con una prosa despojada de eufemismos y altamente evocativa que, como ya quisieran otras obras científicas o literarias, conmueve por su franqueza.
Y si emociona, lo hace también porque habla del pasado reciente, de la vida que conocieron nuestros abuelos y nuestros padres; de ese familiar que de niño caminaba descalzo sobre las piedras de una playa desierta para ir a la escuela, y de ese pariente que esquilaba ovejas en la estepa patagónica. Un mundo que hasta inicios de los años 80 se mantenía inmutable.
Traducción inconclusa
A Grenier le tomó diecisiete años terminar su obra. Naturalmente, quería que fuera leída. Pero cuando volvió a Chiloé en mayo de 1986, tras doce años fuera, quedó impactado: se encontró con la rápida industrialización del Archipiélago. Era tan acelerada que la singular cultura chilota, forjada a lo largo de 400 años de historia, ahora corría el grave riesgo de extinguirse. Entonces el geógrafo decidió seguir investigando en nuestro país y durante la década siguiente regresaría reiteradamente, esta vez para recorrer la Patagonia entera.
En paralelo, inició (tercerizó) la traducción de Chiloé y los chilotes. De hecho, a mediados de los 90, entregó al Archivo Chiloé de Castro copias de los primeros cuatro capítulos en español. Sin embargo, esta labor nunca se terminaría. Tal vez en algún momento pensó que la temática del libro ya estaba desactualizada, o simplemente el tiempo ya no le alcanzaba. Lo concreto es que el francés ahora estaba dedicado a una inquietud más urgente: la industrialización completa de la Patagonia. Inquietud que plasmó en el libro "Los tiranosaurios en el paraíso" (2003), publicado en español en 2006.
Este segundo texto es mucho más "comprometido y crítico", como él mismo advierte en el prólogo. Y se nota: dispara contra la pesca, la salmonicultura, las forestales y el turismo, y a proyectos como HidroAysén y Alumysa, cuestionando a lo largo de todo el relato el modelo económico implantado en dictadura y consolidado en democracia. Un texto militante y provocador, sin duda, y a ratos agrio, aunque no por eso menos iluminador y sincero.
Posteriormente, Grenier publica en 2013 la obra de antología "Historias del fin del mundo". Se trata de su tercer y último libro sobre aquella región de la cual se había enamorado hace casi cinco décadas. Finalmente, el geógrafo fallece en 2022. Tenía 87 años. Dedicó más de la mitad de su vida a recorrer, observar, investigar y escribir sobre la Patagonia chilena.
bicentenario
A cuarenta años de su publicación, "Chiloé y los chilotes" sigue hoy sin publicarse en español y, por lo tanto, se mantiene en la sombra, escasamente leído y citado, y apenas disponible en un par de bibliotecas. Aun así, sigue siendo el retrato más acucioso hecho alguna vez sobre la región chilota, una obra sin paragón dentro de la vasta literatura sobre el Archipiélago. Es por ello que no puede permanecer en el olvido.
Debe traducirse y alguna entidad debe encargarse de aquello. Y si hay una posibilidad, es ahora, en el marco de la conmemoración, en 2026, de los 200 años de la Anexión de Chiloé a la República de Chile.
El libro encierra un Chiloé que ya se desvaneció en el tiempo; conocerlo nos permitirá, como hijos de la lluvia, entender lo que hoy somos y lo que alguna vez fuimos.
"¿Por qué 'la maraña de pequeñas parcelas, apenas cultivadas y mal cercadas'? ¿Por qué los 'cercos de ramas y caminos de tierra de hace un siglo'? ¿Por qué un régimen alimenticio 'poco variado y esencialmente monótono' basado en la papa? ¿Por qué la mitología 'extremadamente viva'? ¿Y por qué miles de chilotes año a año emigraban a la Patagonia?".
Nicolás Binder,, periodista.
"Vecino del bosque y del mar (…) mujeres llevando el trigo al molino del arroyo (…) niños descalzos jugando al trompo o recogiendo moras".
Philippe Grenier, geógrafo.
896 fuentes bibliográficas posee el libro que está dividido en cuatro partes.
90: en aquella década el autor entregó copias de los primeros cuatro capítulos en castellano al Archivo Chiloé, en Castro.