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Dermatitis atópica: la enfermedad de primavera que afecta a las mascotas

Los alérgenos propios de la estación en curso, como el polen y los ácaros, favorecen el desarrollo de esta afección.
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Ignacio Arriagada M.

Durante la primavera los perros y los gatos pueden verse afectados por alergias y dermatitis atópica (DA). Esta última es una enfermedad dermatológica que afecta a los animales de compañía que tienen cierta sensibilidad a las condiciones ambientales que son propias de la estación.

"La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel donde se inflama de manera crónica, que afecta tanto a perros como a gatos. Es causada por una reacción símil a una alergia, por lo tanto, está involucrado el sistema inmunológico, lo que provoca picazón intensa y lesiones cutáneas, como enrojecimiento, pérdida de pelo y raspadura, por nombrar algunos signos", explica a este diario el médico veterinario René Alegría.

"La DA se desencadena por factores genéticos y ambientales, incluyendo la exposición a alérgenos presentes en el entorno, como el polen, ácaros del polvo o moho, los cuales aumentan durante la primavera", agrega.

Signos y prevención

Detectar los síntomas cutáneos de esta enfermedad es clave para prevenir que avance o provoque mayores complicaciones en los animales de compañía.

Alegría indica que los tutores deben prestar mucha atención a "los signos clínicos, que incluyen picazón (prurito) intensa, especialmente en áreas como el rostro, orejas, patas, axilas y abdomen. Los perros pueden lamerse, rascarse o morderse excesivamente, lo que lleva a la aparición de lesiones en la piel como enrojecimiento, pérdida de pelo y engrosamiento de la piel".

La prevención de la dermatitis atópica es fundamental para aquellas razas de canes y felinos propensas a desarrollarla de manera crónica. Y si bien la cura de esta enfermedad no existe, sí es posible evitar los brotes y aliviar los malestares cutáneos.

"Estas medidas preventivas se basan en evitar la exposición a alérgenos conocidos, y mantener una piel saludable. Se recomienda el uso de emolientes para mejorar la barrera cutánea (calidad de la piel) y reducir la permeabilidad a alergenos", sostiene el especialista, quien se desempeña en el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad San Sebastián.

"Además ayuda tener un enfoque proactivo, aplicando tratamientos preventivos en áreas predispuestas a las lesiones antes de que ocurra un brote. Esto puede reducir la severidad de los episodios de dermatitis, pero siempre estando al día con exámenes de sangre completos además de la supervisión de un dermatólogo con experiencia", agrega.

Ahora bien, si el perro o el gato fue diagnosticado con DA debe iniciar un tratamiento que requiere un enfoque integral y continuo.

"El tratamiento de la dermatitis atópica en mascotas es multifactorial e incluye terapias tópicas y sistémicas para controlar la picazón y la inflamación. Se utilizan medicamentos de distinto tipo, incluyendo inmunoterapia, para el control de brotes o reduciendo la frecuencia anual de éstos, pero dependerá del estado general del paciente y de otras enfermedades concomitantes, siendo lo relevante una planificación personalizada y no seguir recetas de cocina o automedicar al paciente", plantea el médico veterinario.

Consultado sobre cuáles son las razas que están más propensas a desarrollar esta enfermedad, René Alegría especifica que "en perros son el golden retriever, labrador retriever, west highland white terrier (Westy), bulldog francés (Frenchie) y pastor alemán, tienen una predisposición genética a la dermatitis atópica debido a defectos en la barrera cutánea y respuestas inmunológicas específicas".

"En gatos, la investigación es más limitada, pero las razas 'puras' parecen ser más susceptibles, aunque se necesitan más estudios para identificar factores de predisposición claros en ellos", añade.

Los gatos tienen la capacidad de recordar su nombre

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Un estudio de la Universidad de Azabu, en Japón, señala que los gatos recuerdan sus nombres y el de otros mininos que conviven con ellos.

Para confirmarlo, los investigadores nipones llevaron a cabo unos experimentos con 48 felinos, de los cuales 29 vivían en bares y el resto en casas con al menos dos de su misma especie.

Una de las pruebas consistía en reproducir, frente a cada uno de los gatosmgrabaciones de voz en los que sonaba su nombre y exponer una foto de otro minino.

Los expertos observaron que cuando el nombre no coincidía con la imagen ni con el sonido, los animales se quedaban viendo la pantalla durante más tiempo. Lo contrario ocurría cuando ambos contenidos correspondían con el gato en cuestión.

"Lo que descubrimos es asombroso", explicó el investigador de ciencias animales, Saho Takagi, y autor del estudio.