Planificar mirando el campo y la ciudad: las tareas del Censo 2024
La migración hacia los sectores rurales es uno de los aspectos que revelan los resultados de la medición efectuada en año pasado en la región. De ahí que expertos en esta área apunten a mejorar la construcción de ciudades con un especial acento también en los adultos mayores.
Construir ciudades que estén en sintonía con el envejecimiento de la población y abordar el fenómeno de las parcelaciones en los suelos rurales de la región constituyen dos desafíos que nacen de los resultados del Censo 2024 que se dieron a conocer a fines de marzo.
De acuerdo a la medición efectuada el año pasado, la población contabilizada en Los Lagos llegó a las 890.284 personas, mientras que las comunas de Frutillar (22%), Puerto Varas (18%) y Puerto Montt (12,66%) fueron las que más crecieron en este territorio. Las tres se ubican en la provincia de Llanquihue.
En la vereda opuesta aparecen Chaitén (provincia de Palena), con un -20,6%; Quinchao, con un -5,06% y Curaco de Vélez, con un -4,36% (provincia de Chiloé), y Purranque, con -4,0% (provincia de Osorno). Lo anterior en comparación con el Censo Abreviado de 2017.
Respecto al envejecimiento de la población, quienes tienen 65 años y más aumentaron de un 11,2% a un 13,4% en siete años.
Ricardo Greene, académico de Arquitectura de la Universidad San Sebastián (USS) Sede De la Patagonia, explica que, de acuerdo a los datos informados -hasta el momento- sobre la población censada, el crecimiento de Puerto Montt y de Puerto Varas va en línea con los resultados de los estudios efectuados durante los últimos años respecto a la migración.
Se trata de un fenómeno, detalla, que se relaciona con que la gente salió de la metrópoli (Santiago) y se desplazó hacia el sur en busca de una vida más sana, más pura y más verde.
En su análisis, sostiene que las comunas que están más ligadas al fenómeno de las parcelaciones recibieron bastante población, como Puerto Varas y Frutillar.
Por eso mismo, indica que las que perdieron habitantes son las que presentan una mayor ruralidad, como Purranque, Río Negro y Puerto Octay en la provincia de Osorno), así como las chilotas Quinchao y Curaco de Vélez, y Chaitén, en la provincia de Palena.
Sobre esta materia, Gonzalo Delamaza, profesor de la Universidad de Los Lagos (ULagos) Sede Osorno, sostiene que crecimiento que tuvieron precisamente Puerto Varas y Frutillar, produce algunos problemas puesto que las ciudades no están preparadas y más si guarda relación con el fenómeno de las parcelaciones.
"No es la manera adecuada para que crezcan las ciudades, puesto que no tienen planificación y se trata, por lo demás, de predios que son adquiridos para vivir y no para trabajar, por lo que desde el punto de vista productivo le quitan espacio a la producción agrícola", profundiza el académico.
"Estabilizada"
Sobre Osorno, el académico describe que esta comuna vive una situación de estabilidad, debido a que el dinamismo de la población está en la capital regional, razón por la cual Osorno exhibe un "crecimiento mínimo" durante los dos últimos censos.
Delamasa destaca que Puerto Montt se ha convertido en el polo de atracción, mientras que Osorno presenta una situación "estable", dentro de un contexto país, donde la población "crece muy poco", por lo que estima que el crecimiento poblacional chileno en este último período se debe a la migración extranjera, lo mismo que la tasa de la natalidad, que sería más baja "todavía si es que no fuera por la población migrante".
En su exposición, manifiesta que esta comuna, por lo mismo, "no tiene la presión demográfica que atraviesa Puerto Montt", lo que lleva a esta última ciudad a vivir problemas complejos de abordar, como la crisis de vivienda. Situación que se repite en Puerto Varas y Frutillar, cuyo crecimiento -según el Censo 2024- muestra que hubo gente que se quedó después de la pandemia de covid-19, por ejemplo.
Al respecto, el alcalde de Puerto Varas (Ind.), Tomás Gárate cataloga que esta medición es un modelo que "tenemos que repensar como país", considerando algunas dificultades, como el acceso a las zonas rurales para ejecutar la encuesta.
Además, el alcalde advierte a que se tienen que crear las condiciones para que las familias vuelvan a la ciudad, aunque admite que para que ello suceda se tiene que generar una oferta habitacional, planificar de mejor modo las ciudades y ofrecer más seguridad.
Estima que deben contar con mejores servicios, como disponer de un buen sistema de transporte, de manera que sea atractiva para las personas. Más si se considera que para el Estado "es muy caro llevar los servicios a una población dispersa".
En tanto, Claudio Sepúlveda, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Puerto Montt, sostiene en cuanto a la migración en comunas específicas como Frutillar y Puerto Varas, que se debe analizar qué ofrecen que las hacen tan atractivas y así mejorar estas condiciones en otros territorios para potenciar zonas menos preferidas para las familias de la región.
Oportunidades
Sepúlveda suma que las ciudades más pobladas tienen hoy nuevos retos que hay que ir solucionando y proyectándolos al futuro, con el fin de que la calidad de vida que ellas ofrecen no empeore en los próximos años. "Con esto me refiero a servicios básicos como son el sistema de alcantarillado, agua, retiro de basura, servicio de salud, educación, infraestructura urbana adecuada y movilidad, entre otros aspectos", detalla.
En cuanto a las comunas "rurales más envejecidas", identifica que se debe a múltiples factores, como la baja natalidad o a la migración de jóvenes a las capitales comunales en busca de oportunidades.
"Lo que nos convoca como región es a mirar el territorio como un todo, por lo que el llamado es a planificar, no solo a nivel comunal, sino también regional, entregando vías de desarrollo a zonas que están más rezagadas de servicios y oportunidades para atraer a familias y descongestionar comunas que están viviendo el colapso de su habitabilidad", remarca.
Planos reguladores
Paula Bastías, presidenta del Colegio de Arquitectos Delegación Zonal Chiloé, también aboga por mejorar la planificación urbana de las ciudades, en el sentido de que las 10 comunas de este territorio actualicen sus planos reguladores, puesto que la mayoría tiene una antigüedad del orden de los 20 años, lo que constituye un problema independiente a si es que creció, se mantuvo o decreció su población.
También apela a que en esta nueva planificación se tiene que considerar el envejecimiento de la población. Más, dice, si se estima que en este territorio no sólo hubo un crecimiento de la población urbana, sino que también de la rural, producto de las parcelaciones a las que llegó mucha gente a vivir, sobre todo en tiempos de pandemia.
Sin embargo, plantea que quienes se instalaron en estas zonas lo hicieron como si lo hubiesen efectuado en la ciudad, donde están sus trabajos y los colegios de los niños. "Duermen ahí nomás, pero colocan un cerco y traen animales que matan los pájaros. Los perros salen en la noche a matar la fauna silvestre" en las parcelas, acusa.
Por lo mismo, subraya que se requiere de una regulación. "Hay un tremendo vacío que está generando problemas en el caso de Chiloé. Nuestro territorio es finito y vive de la naturaleza", arguye.
En la misma línea, la presidenta del Colegio de Arquitectos Delegación Zonal Llanquihue, Tamara Rammsy, califica la medición de "bastante completa" y necesaria para la generación de políticas públicas futuras, ya que arroja datos sorpresivos, pero que se venían mostrando desde hace algunos años, como la reducción casi a la mitad de la población de 0 a 14 años. En 1992 estaba en un 64% y ahora en 32%, así como el aumento de los adultos mayores en un 12% en la región.
De ahí que considera que la pregunta radica en si es que está preparado Los Lagos y el resto del país para enfrentar los desafíos de la vejez. En este sentido, resalta algunos programas como las casas de cuidados, pero en la ciudad "estamos al debe", comenta.
Pese a ello, reconoce que falta mucho para atender la demandas de adultos mayores en los espacios públicos, como en las rampas, ascensores y sitios de cuidado que deben ser calefacciones.
Por lo mismo, establece como desafío que los arquitectos, constructores y alcaldes deben poner atención en este XX Censo Nacional de Población y IX de Vivienda, sobre todo en el aumento de adultos mayores, crear más planes e inyectar más recursos a las oficinas destinadas a esta población.
En este punto, Ricardo Greene llama a poner atención en las personas que viven solas, frente a lo cual hay que "hay que pensar cómo hacer para que ello no ocurra y, por lo mismo, propone fomentar una vida más social, sobre todo en los barrios".
El académico fundamenta que "la evidencia dice que el envejecimiento activo hace que sea mejor la calidad de vida, pero ello tiene que ver con las condiciones que produce esta calidad de vida, como una vida social activa. No hablo de realizar ejercicios solamente, sino que de verse con otros, de tomarse una cerveza, un café, salir a caminar o ver a sus nietos".
Entonces, planificar ciudades con una mirada en los adultos mayores, en el campo y en ciudad, aparecen como los grandes desafíos que deja el Censo 2024.
"Duermen ahí nomás (quienes llegan a las parcelaciones), pero colocan un cerco y traen animales que matan los pájaros. Los perros salen en la noche a matar la fauna silvestre" .
Pamela Bastías, presidenta del Colegio de Arquitectos Delegación Zonal Chiloé.