Es de suma urgencia, por las experiencias vividas, que comiencen a vacunarse las chilenas y los chilenos en contra del virus de las "promesas electorales", que en pocos días estará en su peak.
Vacunarse es estar preparado ante la lluvia de "promesas electorales" que se vendrán, un especial cuidado deben tener los que ya "cayeron redonditos" en elecciones anteriores, para evitar las graves recaídas, y los que votan por primera vez, para que aprendan de las experiencias de sus mayores.
Vacúnese ya, para que no lo sorprendan con ofrecimientos rimbombantes, que ni ellos mismos se los creen, sepa usted, que una de las más importantes gracias que tiene esta vacuna es que reafirma su memoria, para que no lo vuelvan a timar, los mismos y no se olvide de sus caras.
Ojo, mucho ojo, independiente a que usted se haya vacunado, igual por favor mantenga algunas normas de protección de los "populistas"; así como usted usa mascarillas para el covid, en este caso use sí o sí tapones en los oídos, para evitar caer encantado por alguna promesa muy difícil de rechazar; en especial, no olvide las que comienzan con las palabras eliminación, construcción, aumento, gratuidad, formación de mesas, colas, etc.
Sea la mezcla perfecta de Santo Tomás: "Ver para creer"; del Quijote: "Si los perros ladran, es señal que cabalgamos"; "nunca le pague a un músico por anticipado, después tocará desafinado"; "nunca se ría antes de que termine el chiste, podría frustrarse", y que le canten las promesas con una guitarra de 16 cuerdas, y si aún se siente débil para rechazar a los "cantos de sirena populistas" que le cantan al oído, sin demora vacúnese de nuevo.
Luis Enrique Soler Milla