Vecinos protestan por múltiples pozas en las vías principales de Gamboa Alto
El fin de semana se produjo el problema que restringió el paso vehicular y peatonal en la zona que se está interviniendo en Castro como parte de un proyecto de pavimentación participativa. Ayer se realizaron trabajos tendientes a resolver el problema.
En un dolor de cabeza se han transformado para los vecinos del sector castreño de Gamboa Alto las obras de pavimentación que se están desarrollando en las calles Manuel Ojeda y Francisco Gallardo. Ello, ya que con las lluvias del viernes pasado, el acceso se transformó literalmente en una piscina, complicando el paso tanto en vehículos como caminando.
Incluso, la mañana de ayer un grupo de pobladores se tomó la calle para protestar por la situación que están viviendo, demandando mejoras urgentes, ya que no solo complica el paso a sus viviendas, sino que también a un establecimiento educacional ubicado en el área, cada vez más poblada y de mayor tránsito.
A eso de las 8 horas de ayer comenzó la protesta de los vecinos que llegaron hasta el lugar con carteles pidiendo la presencia de autoridades en la zona para buscar una solución a la problemática.
Adriana Panichine, secretaria de la Junta de Vecinos de Quinchén, indicó que "queremos hacer ver la realidad que tenemos en nuestro sector, Chiloé se caracteriza por ser lluvioso y, lamentablemente, nosotros estamos perjudicados por las aguas que se reúnen acá por las lluvias".
Junto con ello, la dirigenta detalló que "esto es porque están haciendo el término de la pavimentación, pero nosotros nos vemos perjudicados porque esto no ha tenido una mantención como corresponde. La empresa hizo una reunión con las dos juntas de vecinos, donde ellos dijeron que iban a mantener en condiciones las calles y hasta el momento eso no ha sido así, a lo menos en este tramo".
Como parte de un proyecto del Programa de Pavimentación Participativa (PPP) del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) se está interviniendo el sector desde diciembre del año pasado, obra que por contrato se extendería hasta julio próximo y considera una inversión de 270 millones de pesos.
Por su parte, durante el reciente fin de semana, cuando se incrementó el problema, Álex Oyarzún, presidente de la Junta de Vecinos de Gamboa Alto, mencionó que "si bien vamos a mejorar nuestra calidad de vida con la parte de pavimentación que se está haciendo, también nos está perjudicando el resto que va quedando. Estos pozones nosotros los estamos viviendo desde que se inició la obra".
El dirigente afirmó que "nosotros conversamos con el 'ito' (inspector técnico de obra) del Serviu y se comprometieron a hacer la mantención del camino mientras estén trabajando en conjunto con la municipalidad, cosa que no se ha hecho".
Estado de alerta
Tras la protesta se realizaron medidas para corregir la problemática, por lo que los vecinos descartaron continuar con estas acciones, pero aseguraron que si esto se vuelve a repetir retomarán las manifestaciones.
Hasta el lugar de la manifestación llegó la mañana de ayer el alcalde castreño, Baltazar Elgueta (PS), quien manifestó que "estuve presente en el lugar donde se suscita este problema. El Serviu está gestionando una pavimentación, está finalizando, pero falta pavimentación en el cuello de ella y es allí donde se origina por la altura del pavimento un bajo en la calle que da al Colegio San Francisco".
El jefe comunal sumó que "estamos muy presentes en esto, no quiero ser arrogante en este sentido, pero creo que cuando se hacen obras siempre causa malestar y lo único que puedo pedir a los vecinos es su paciencia, porque el clima que tenemos acá no es muy apto y estamos tratando de procurar esta semana dejar apto para que los peatones y los vehículos puedan transitar libremente".
Por su parte, Alexis Rivas, inspector técnico de la obra, explicó que "siempre que se hormigona una calle que está en pendiente y llega hasta un punto, cuando llueve, siempre va a haber arrastre de sedimento y material desde arriba. Era un problema que tiene que ver con apozamiento de agua, no de anegamiento de casas, que impedían el tránsito peatonal como vehicular".
Añadió que "esto sucedió el sábado y quedó el problema el fin de semana cuando la gente no trabaja el día domingo. Lo positivo de todo esto es que de 0 a 100% en obras físicas nos debe quedar un 10%, porque son unos 8 paños que hay que hormigonar. La obra tiene plazo hasta el 8 de julio, pero si continuamos así y con buen clima podríamos terminar antes".
Ayer, para resolver el problema de transitabilidad en el área, se trabajó en una base estabilizada para el paso peatonal.
"Nosotros estamos perjudicados por las aguas que se reúnen acá por las lluvias en el sector".
Adriana Panichine,, dirigenta de la Junta de Vecinos de Quinchén.
"Estamos tratando de procurar esta semana el dejar apto para que los vecinos puedan transitar".
Baltazar Elgueta,, alcalde castreño.