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Francisco Vidal Gormaz: el incansable explorador de las costas chilenas

Fue marino, militar y científico, lideró 51 comisiones hidrográficas y publicó casi un centenar de obras que abarcan historia, geografía, cartografía, meteorología y hasta astronomía. Retrató la geografía, las costumbres y características del litoral de Los Lagos en el siglo XIX. En 1862 fue nombrado director de la Escuela Náutica de Ancud.
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Carlos Ilabaca

Francisco Vidal Gormaz fue un marino, militar y científico chileno, considerado como uno de los que más aportó con sus exploraciones al conocimiento de la geografía nacional desde fines del Siglo XIX. Su obra impresiona de por sí, tanto por lo prolífico de ella, como por la amplitud de investigaciones, que abarcan desde hidrografía, geografía, cartografía, meteorología, astronomía, entre otras áreas en las que incursionó a lo largo de su carrera. Por todo ello, hoy es considerado el Padre de la Hidrografía Nacional.

Nació en Santiago de Chile el 1 de julio de 1837, hijo de Francisco Vidal Gómez y Margarita Gormaz Gutiérrez de Espejo. Tuvo cinco hermanos.

El 4 de mayo de 1851 inició sus estudios náuticos en la sección especial de Marina de la Escuela Militar y se graduó como cadete el 2 de marzo de 1852. Posteriormente, el 21 de octubre de 1854 fue ascendido al grado de guardiamarina sin rendir examen.

Su primera designación fue embarcarse en el pontón "Chile" en Valparaíso. Su segunda destinación le ordenaba embarcarse en el bergantín "Janequeo", bajo las órdenes del comandante Francisco Hudson. Con este oficial, Vidal Gormaz inició su doble tarea de reconocimiento del territorio nacional y la seguidilla de derroteros navales que le acompañaron toda su vida.

En 1860 se embarcó en la corbeta Esmeralda -la misma que más tarde participaría en el Combate Naval de Iquique- y en 1861 en el bergantín "Meteoro".

Según reseña Jorge Cepeda González, bibliotecario del Instituto Hidrográfico de la Armada de Chile, la primera obra bibliográfica del entonces teniente 2° Francisco Vidal Gormaz fue publicada en 1861 y consistió en un código de señales para la escuadra. A esa fecha contaba ya con 11 años de servicio, realizados a bordo de distintas naves de la Marina en las cuales recorrió el litoral chileno, ya fuera en comisiones de reconocimiento hidrográfico o implantando la soberanía chilena en territorios conflictivos.

Entre los años 1862 y 1865 fue destinado sucesivamente al vapor "Maule" en comisión de exploración del litoral central.

Precisamente en 1862 fue nombrado además director de la Escuela Náutica de Ancud, y más tarde -en 1865- como agregado al Observatorio Nacional, para el cual escribió una memoria que presentó al Ministro de Marina donde fijó la longitud geográfica de la Escuela Naval de Valparaíso basándose en las observaciones del eclipse de sol del 25 de abril de ese año.

En 1867 se le confirió, con el grado de teniente 1°, el mando del vapor "Maule" y se le ordenó explorar las costas y ríos de La Araucanía, hasta entonces poco conocidos. Dichos estudios se plasmaron en la obra "Exploración hidrográfica de la costa y los ríos de La Araucana, comprendidos entre la punta Cautín por el norte y la punta Chanchán por el sur".

En noviembre del mismo año se le nombró jefe de la comisión exploradora del río Valdivia, la que se prolongó hasta fines de 1869.

Seno del Reloncaví

Poco a poco, Vidal Gormaz fue adentrándose en las costas de lo que hoy es la Región de Los Lagos, la que describió en sendas obras publicadas entre los años 1870 y 1872. Primero fue el trabajo "Reconocimiento de la costa comprendida entre la rada de Los Vilos y el río Choapa, y el río Valdivia y costa comprendida entre el morro Bonifacio y el río Maullín". A ella le siguieron "Exploración de la costa de Llanquihue y archipiélago de Chiloé" y la "Exploración del seno del Reloncaví, Lago Llanquihue y río Puelo".

En este último libro detalla cómo luego de salir del puerto de Valparaíso el 13 de noviembre de 1871, a bordo de la goleta Covadonga, arribó a las costas de Puerto Montt el 18 de noviembre.

"El 20 hice la visita oficial al señor intendente de la provincia para comunicarle mi arribo a Puerto Montt y solicitar una circular para las autoridades subalternas, a fin de que nos prestasen auxilios en caso necesario y no se nos pudiesen dificultades en el libre desempeño de nuestro cometido (…) El 21, a mediodía, dejamos a Puerto Montt con brisa del SE y en la tarde arribamos al estero de la Candelaria de Maillen situado al SO de dicha isla", cuenta en su diario.

Vidal realiza así la que quizás es la primera descripción de la isla Maillen y sus pobladores en 1871. "Maillen es una hermosa isla formada por suaves colinas cuya altura máxima solo llega a 68 metros en su parte occidental y sobre la punta llamada con este motivo Punta Alta. El terreno es bastante fértil y se encuentra cubierto de abun dantes y bien dispuestos cultivos de trigo y papas, siendo boscoso en su centro y en las hondonadas del terreno". "La isla encierra más de 188 chozas que representan igual número de matrimonios, con una población de más de 900 almas, entre las que se hace notar el apellido Uribe, que llevan más de 200 personas. La población de esta isla data tan solo de 1808. Don Francisco Mansilla, su propietario en aquella fecha, mandó cuatro familias españolas para poblarla".

En su recorrido explora otros lugares costeros como la punta y bahía Ilque, la bahía de Huelmo, punta Panitao, bahía Rulo, isla Tautil, realizando labores de mensura hasta en la isla Puluqui.

Vidal Gormaz cuenta que se hizo acompañar en sus exploraciones de su entrañable amigo el doctor Martin, uno de los primeros médicos de la colonia alemana asentada en Puerto Montt y el Lago Llanquihue.

En su publicación sobre el Seno del Reloncaví retrata una de las celebraciones religiosas más importantes de la tradición local. "Una de las fiestas más notables que tienen lugar en el departamento de Carelmapu, es la de Nuestra Señora de la Candelaria, el día 2 de febrero. Esta fiesta, como la llaman, se realiza en tres capillas simultáneamente: en Carelmapu, en San Ramón de Puluqui y en la Candelaria de Maillen. La primera es la más solemne, sigue en fausto la de San Ramón, siendo la más modesta la de Maillen: que el carácter milagroso de las imágenes se encuentra en razón directa con el afamado busto".

Río Puelo

El 15 de enero de 1872 escribió sus primeras impresiones sobre el río Puelo. "A las 10 de la mañana emprendimos viaje; y, aunque bien atormentados por las olas y el viento, a las 12:15, embocábamos el río Puelo. Durante el viaje pudimos notar la gran cantidad de nieve que cubría las cordilleras de ambos lados del estero, cosa que nos fue posible ver en igual fecha el año pasado. El río Blanco, por otra parte, se echaba al estero media milla más al oeste y por sobre el peladero que había labrado el año último".

"Desde la parte norte de la isla José Miguel se divisa el abra del río en dirección SE. Por el NE y N. Se ven cordilleras nevadas, ramales de la montaña llamada "la Ballena", cuyas rápidas laderas llegan a lamer las aguas del Puelo. Los cerros están cubiertos de espeso bosque, descollando en su parte superior hermosos bosques de alerce que se hacen muy característicos por lo ceniciento de sus troncos puestos a plomo y coronados por un oscuro y cónico follaje".

Más tarde en la misma goleta Covadonga levantó información sobre el canal de Chacao, la bahía de Ancud, el archipiélago de Calbuco y hasta realizó un plano del lago Llanquihue.

Pese a su intenso trabajo, en 1872 se da el tiempo de publicar un artículo en el Tomo 1 de la Revista de Santiago sobre "Ercilla y el descubrimiento de Chiloé", mientras que en los años siguientes escribió sobre la exploración de las costas de Colchagua y Curicó, y realizó un examen del "Plano Topográfico y geológico de la República de Chile levantado por Amadeo Pissis".

Servicio Hidrográfico

En 1873 publica "Observaciones astronómicas, geográficas y meteorológicas hechas durante la exploración de las cordilleras de San José en marzo de 1873", misión que dirigió el intendente de Santiago, Benjamín Vicuña Mackenna.

El 1 de mayo de 1874, se estableció por orden del Supremo Gobierno una Oficina Hidrográfica anexa al Ministerio de Marina (precursora del actual Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile, SHOA), que centralizó todas las actividades hidrográficas que se venían realizando desde 1834. El capitán graduado de fragata, Francisco Vidal Gormaz, fue nombrado su primer director y se le ordenó redactar el Derrotero de la Costa de Chile y el Anuario Hidrográfico de la Marina.

La publicación del anuario hidrográfico continúa año a año y en él se condensan los diversos viajes de exploración realizados a la fecha, las noticias hidrográficas y las estadísticas de diversos siniestros marítimos ocurridos en nuestro mar. Gracias a este trabajo llevó a cabo una de sus publicaciones más comentadas "Algunos naufragios ocurridos en las costas chilenas desde su descubrimiento hasta nuestros días" (1901), donde hace un recuento de los hundimientos de embarcaciones en territorio nacional.

En 1882, mismo año que publicó su "Geografía Náutica de Chile", el gobierno francés lo condecoró por su labor científica en la observación del planeta Venus y su paso por el disco solar. El año siguiente fue ascendido como capitán de navío y en 1885 se le nombró inspector general de faros, continuando al mismo tiempo con sus publicaciones hidrográficas del litoral chileno.

Legado del marino

Su aporte a la historia no se detiene ahí, pues una obra que es considerada quizás su más grande contribución al conocimiento de la geografía de Chile fue "Los descubridores de las costas occidentales de Chile y sus primeros exploradores", copiada directamente de los archivos de los diferentes viajeros que visitaron nuestras costas.

Tras su estadía en el Depósito Hidrográfico de Madrid también verá la luz la publicación de 1892 "Las primeras tierras que vio Colón al descubrir el Nuevo Mundo".

Asimismo publicó varios trabajos sobre el régimen pluviométrico del litoral chileno, principalmente entre los años 1878 y 1885, además sobre el terremoto del 9 de mayo de 1877.

Casi un centenar de obras escritas constituyen hoy el más grande legado que dejó a la Patria, sumado a un notable ejemplo de abnegación y amor al estudio.

A lo largo de su carrera, el comandante Vidal Gormaz lideró 51 comisiones hidrográficas, entre ellas una misión encomendada por el gobierno de Manuel Montt para explorar la región de los archipiélagos australes y así identificar las características de los canales navegables desde el Golfo de las Guaitecas hasta el Estrecho de Magallanes.

El marinero se casó con su prima Domitila Margarita Vidal y Crespo, con quien tuvo doce hijos. La muerte lo sorprendió en Valparaíso, el 5 de febrero de 1907, a la edad de 69 años, y después de haber entregado 45 años de su vida al servicio de la Armada de Chile.

"Maillen es una hermosa isla formada por suaves colinas cuya altura máxima solo llega a 68 metros en su parte occidental".

Francisco Vidal Gormaz, "Exploración del Seno, del Reloncaví, Lago Llanquihue y Río Puelo" (1872).