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Estudiante de la UC crea gomitas a partir de la cáscara de la granada

Bernardita La Fuente usó el residuo de este fruto para dar vida a unsnackque promete ser rico y saludable.
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Leo Riquelme - Medios Regionales

La cáscara representa la mitad del peso de una granada y su destino suele ser convertirse en desecho... eso hasta ahora, gracias a una investigación desarrollada por una alumna de la carrera de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile, quien transformó el residuo de este fruto en la base de unas gomitas que prometen ser un snack saludable y delicioso.

Su creación fue el resultado del programa de investigación en pregrado de Ingeniería UC, una iniciativa impulsada desde 2011 para fortalecer la formación académica y profesional de estudiantes, impulsando competencias en investigación, ciencia aplicada, innovación y emprendimiento.

La alumna de cuarto año de la carrera Bernardita La Fuente impulsó un proceso que consistió en triturar la cáscara y extraer sus compuestos bioactivos utilizando una mezcla de agua y etanol. Investigaciones previas apuntan que la cubierta es rica en propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, astringentes y antimicrobianas. El extracto obtenido con la trituración fue incorporado en una receta simple de gomitas con frambuesa, gelatina, alulosa y ácido cítrico.

"La cáscara de granada tiene propiedades increíbles, y convertirla en snack de gomitas fue una forma entretenida y efectiva de demostrar que es posible unir ciencia, salud y sostenibilidad en un mismo producto", dijo en un comunicado la estudiante.

Lo elaborado

En su trabajo contó con la guía de las profesoras Wendy Franco y Francisca Echeverría, de Ingeniería Química y Bioprocesos y del área de Nutrición de la Facultad de Medicina de la casa de estudios, respectivamente.

"Elaboramos gomitas con distintas concentraciones del extracto obtenido de la granada. Los análisis demostraron que las versiones con mayor cantidad de extracto tenían más antioxidantes y proteínas, y menos carbohidratos y grasas", destacó La Fuente.

La cáscara de la fruta del granado (Punica granatum) se caracteriza por ser muy ácida. Pese a ello, la gestora aseguró que las gomitas mantuvieron un buen nivel de aceptación entre quienes participaron de las pruebas organolépticas, que son las que se hacen para evaluar las cualidades sensoriales de los alimentos y bebidas, que posibilitan medir con objetividad aspectos relacionados con el sabor, el olor, la textura y la apariencia para garantizar la calidad del producto.

"La ciencia nos permite revalorizar lo que desechamos. Este proyecto fue una manera concreta de mostrar que, con creatividad e investigación, lo que hoy tiramos puede ser el ingrediente estrella del futuro", comentó entusiasmada de joven.

Revelan que el megalodón no solo comía ballenas

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El prehistórico pez depredador Otodus megalodon no se alimentaba únicamente de otros grandes animales situados en la cima de la cadena alimentaria, según un estudio que apunta que este gigante era lo bastante flexible como para beneficiarse también de especies de niveles inferiores, según disponibilidad.

Esta es la principal conclusión de una investigación para la que se analizaron restos de zinc en dientes fósiles. Los resultados se publican en Earth and Planetary Science Letters, en un artículo que firman investigadores de Alemania, Francia, Austria y Estados Unidos.

El megalodón fue el mayor pez depredador de la historia de la Tierra, medía hasta 24 metros y cada diente triangular era del tamaño de una mano, describe la Universidad Goethe de Frankfurt. Nadó por los océanos hace entre 20 y 3 millones de años, a menudo a la caza de presas para satisfacer una demanda calórica tan enorme como su tamaño: según las estimaciones, necesitaba unas 100.000 kilocalorías al día.

La ciencia suponía que el megalodón se alimentaba principalmente de ballenas, pero "parece, después de todo, que se alimentaba de una gama de presas mucho más amplia", dijo Jeremy McCormack, del departamento de Geociencias de dicha universidad

Para llegar a sus conclusiones, los investigadores examinaron dientes fosilizados del animal, que son más o menos lo único que ha quedado del pez cartilaginoso que dio nombre al tiburón, megalodón, que significa "diente grande". A partir del zinc obtuvieron pistas sobre las presas que eran parte de su dieta.

Si bien los análisis no permiten identificar una presa específica, todo apunta a que este animal extinto también se abastecía de mamíferos marinos y peces grandes.