La acelerada pérdida de biodiversidad a nivel global ha puesto en evidencia la fragilidad de los ecosistemas más productivos del planeta. Entre ellos, los humedales destacan por la amplitud de funciones que desempeñan: regulan el régimen hídrico, capturan carbono, depuran contaminantes, mitigan inundaciones, y constituyen hábitat esencial para cerca del 40% de las especies del mundo. Sin embargo, desde 1900, se estima que han desaparecido o se han degradado el 64% de estos ecosistemas a nivel global.

La situación en Chile no es distinta. En la ciudad de Llanquihue -emplazada sobre una compleja red de 16 humedales interconectados- se ha perdido más del 47% de la superficie de estos ecosistemas, lo que compromete no sólo su biodiversidad, sino también su capacidad de ofrecer servicios ecosistémicos clave.

Plan de Conservación de Humedales Urbanos

Frente a esta realidad, Fundación Legado Chile ha desarrollado desde 2019 un plan de conservación para los humedales urbanos de Llanquihue, el que se ha estructurado en tres fases: diagnóstico del estado ecológico, diseño de una agenda de acción y ejecución de estrategias restaurativas. Entre los indicadores definidos, la cobertura de suelo ha sido clave para evaluar la degradación y recuperación de los humedales. En el caso del Humedal Baquedano, el monitoreo reveló una pérdida del 87% de su superficie entre 2003 y 2021, lo que motivó su priorización. Como respuesta, se desarrolló el Parque Humedal Baquedano, una intervención emblemática de infraestructura verde que combina conservación, uso público y educación ambiental. Gracias a este enfoque, entre 2018 y 2022 la vegetación palustre comenzó a regenerarse y la superficie efectiva del humedal aumentó en un 6,7%.

Una Red de Colaboración

La colaboración con actores locales ha sido un componente fundamental de esta estrategia. En ese contexto, destaca el rol de la empresa Cecinas Llanquihue. A través del aporte de flora nativa procedente de viveros especializados, apoyo a actividades comunitarias y financiamiento de acciones de monitoreo -una línea generalmente desatendida en la conservación-, la empresa ha contribuido significativamente al desarrollo del programa.

Andrés Riveros, parte de los miembros fundadores de la Fundación Legado Chile, indicó que "una de las primeras puertas que tocamos, cuando llegamos en 2016 a Llanquihue, fue la de Cecinas Llanquihue. Nos acogieron con generosidad y creyeron en nuestra idea, incluso cuando esta era apenas un sueño. Su apoyo nos permitió organizar el primer foro ciudadano sobre humedales urbanos, y desde entonces han sido aliados constantes en esta visión de ciudad que integra y protege su entorno natural".

La experiencia en Llanquihue demuestra que es posible avanzar hacia un modelo de ciudad que no solo conserve y restaure, sino que también valore activamente sus ecosistemas. Para lograrlo, se requiere voluntad política, inversión privada con sentido territorial y una ciudadanía informada y comprometida. En este contexto, Llanquihue tiene la oportunidad de liderar un nuevo paradigma urbano, uno que no margina lo natural, sino que lo integra, lo cuida y lo celebra.

Otros aportes en la

conservación de humedales

Por su parte el Humedal Los Helechos el cual está ubicado en el centro de Llanquihue, y que es parte del gran sistema de humedales urbanos de agua dulce de la comuna ha sido reconocido por su aporte ecosistémico, así como por su belleza paisajística. En 2019 los terrenos pertenecientes a la familia Gallardo y Mödinger (socios en cecinas Llanquihue) y que son parte del humedal se entregaron en comodato a la Municipalidad de Llanquihue. Con la condición de conservar el lugar y que la zona se mantenga en tanto área natural y como espacio público. Además del compromiso del desarrollo de la habilitación del lugar como un parque para la comunidad. El cuidado del medio ambiente para la compañía y para las dos familias en general es primordial. Es uno de los pilares de desarrollo transversal para la industria que lideran, teniendo como ideal que todas las áreas de producción se involucren en el desarrollo ambiental.

"Sabemos que los esfuerzos siempre serán pocos, que solo son parte de la solución, pero queremos ser parte de esa solución y no solo parte del problema, por eso como compañía hemos querido participar de estas iniciativas de conservación, así como otras que disminuyen nuestros impactos en el medio ambiente", comenta David Cantero, Jefe de Gestión Ambiental de la compañía, indicando además, que desde el 2004 la empresa cuenta con un política ambiental, la que se ha ido robusteciendo y abarcando otros aspectos, entendiendo siempre que hay desafíos que abordar con celeridad y para los que estamos comprometidos como empresa. l

6,7%

aumentó la superficie efectiva del humedal Baquedano entre 2018 y 2021.

"Queremos ser parte de esa solución y no solo parte del problema, por eso como compañía hemos querido participar de estas iniciativas de conservación..." David Cantero, jefe de Gestión Ambiental de Cecinas Llanquihue